Adicción al sexo
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La Adicción al sexo, comúnmente conocida como sexo compulsivo, se refiere a un conjunto de conductas con formato repetido y de carácter compulsivo dirigidas a mantener relaciones sexuales, habitualmente con diferentes parejas, con el fin de satisfacer un intenso y frecuente deseo sexual.
Perfil de la persona adicta al sexo
El adicto al sexo se define por su comportamiento, el cual es fruto de sus deseos. De forma general, la persona adicta al sexo mantiene una actividad sexual excesiva, habitualmente promiscua e incontrolada. Además, suele presentar las siguientes características:
- Varón joven (en el caso de las mujeres recibe el nombre de ‘ninfomanía’).
- Problemas de control de impulsos, falta de concentración, etcétera. La satisfacción sólo la obtienen en el momento, sintiéndose posteriormente culpables por haber mantenido la relación.
- Persistente en su conducta a pesar de las consecuencias negativas.
- Tienen pensamientos sobre temas sexuales casi de forma constante y de manera intrusiva.
- No es capaz de controlar su impulso sexual.
- Promiscuo, su conducta sexual es ocultada mediante engaños, mentiras.
- Frecuentemente recurre a la masturbación, encuentros con desconocidos, cibersexo, pornografía, prostitución…
- El tiempo dedicado a la búsqueda de sexo le puede llevar al aislamiento, además de traerle problemas económicos y familiares.
- Baja autoestima.
- Presenta malestar similar al síndrome de abstinencia cuando no consigue mantener relaciones sexuales.
Causas de la adicción al sexo
La adicción al sexo es un trastorno que tiene diversas causas. Estudios recientes han encontrado algunos trastornos que comparten ciertas características con la adicción al sexo. Estos son el trastorno dismórfico corporal, el juego patológico y las compulsiones sexuales, agrupándose en la categoría de ‘trastornos del espectro obsesivo-compulsivo’.Síntomas y diagnóstico
No existe un consenso respecto al etiquetaje del trastorno según los principales manuales diagnóstico en salud mental. Según la CIE-10, la adicción al sexo forma parte de un grupo de trastornos incluido en la categoría diagnóstica de ‘Impulso sexual excesivo’. Por su parte, y hasta el momento, el DSM-IV-TR no lo considera con entidad diagnóstica por sí mismo, si bien, incluye a este tipo de alteraciones dentro del Trastorno Sexual no Especificado.En su próxima edición (DSM-V), la adicción al sexo obtendrá denominación clínica de trastorno de la hipersexualidad, cuyos síntomas generales para su diagnóstico son:
- Falta de control sobre la conducta sexual inapropiada.
- Comportamiento sexual persistente con características autodestructivas.
- Incapacidad de evitar o reprimir dicha conducta.
- Cambios severos de humor relacionados con la actividad sexual (por ejemplo depresión o euforia).
- Aumento gradual del número de relaciones sexuales.
- Inversión de una cantidad de tiempo excesiva para buscar relaciones sexuales.
- Interferencia negativa de esta conducta sexual en las actividades sociales ocupacionales o de ocio, o consecuencias de tipo médico o legal.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento de la adicción al sexo es enseñar al paciente a controlar la compulsión al sexo y ayudarle a mejorar sus relaciones interpersonales. Las técnicas cognitivo-conductuales son las que se muestran más eficaces en este tipo de trastornos. El proceso de intervención desde estas técnicas se basa en una evaluación previa del problema que es seguida de un programa de tratamiento de educación sexual, el cambio de actitudes sexuales, manejo de emociones y relaciones interpersonales y técnicas de exposición con prevención de respuesta dirigidas a controlar los comportamientos compulsivos.En algunos casos, la psicoterapia debe acompañarse de terapia farmacológica prescrita por el psiquiatra. Los ISRS son fármacos antidepresivos que se han mostrado altamente eficaces en el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo y que también son frecuentemente empleados para el tratamiento de la adicción al sexo.
Prevención
Es importante trabajar ciertas variables de personalidad que pueden aumentar la posibilidad de que la persona sufra este u otro tipo de adicciones. En este sentido, es importante disponer de unas adecuadas dosis de asertividad, autoestima, tolerancia a la frustración, etcétera para poder prevenir este u otro tipo de adicción. Para lograrlo, es importante entrenar a las personas vulnerables (aquellas con baja autoestima, sumisas, pasivas…) en técnicas asertivas que reduzcan la dificultad de mantener relaciones interpersonales adecuadas, así como en técnicas de gestión emocional que les permitan reducir sus propios impulsos. Todo ello, se puede hacer mediante talleres psico-educativos sin necesidad de recibir una psicoterapia.Al mismo tiempo, conocer las características de personalidad de una persona adicta al sexo pueden alertar al paciente sobre el inicio del problema.
Cuando el problema comienza a surgir, al igual que en cualquier adicción y comportamiento compulsivo, la prevención del mismo se entremezcla con su intervención temprana, dirigida a evitar que se instaure la relación sexual como la única manera para gestionar el malestar de la persona afectada por esta adicción.Fuentes
- Tomado de webconsultas.com Consultado el 13 de febrero de 2014.