Alcohorexia
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La Alcohorexia, también conocido como ebriorexia, es un trastorno de la conducta alimentaria muy grave que se está extendiendo poco a poco entre la población. Aunque realmente no está reconocido como tal, cada vez son más los expertos que diferencian esta conducta de otros trastornos alimenticios o adicciones..
La alcohorexia: ¿qué es?
"La denominada alcohorexia consiste en restringir la ingesta de calorías para después tomar alcohol”. Por tanto, de acuerdo con Chércoles, “lo que diferencia este trastorno es, precisamente, la planificación que hay detrás”. Y es que las personas que sufren alcohorexia son aquellas que, “premeditadamente, se saltan todas las comidas o comen algo muy ligero que no tenga nada de grasas para luego poder consumir alcohol sin tener que preocuparse por la importante ingesta de calorías que estas bebidas conllevan”.
Además, no sólo consiguen pasar un día sin haber comido nada sino que, “al día siguiente, tampoco comen mucho debido a los síntomas de la resaca”. De ese modo, los resultados son los esperados: en una semana, adelgazan. Esto lleva a muchas jóvenes a entrar en una perjudicial dinámica que las acaba arrastrando a la alcohorexia.
La alcohorexia “es un síntoma más relacionado con un trastorno de alimentación”. Según afirma, “normalmente la gente que lo padece podría tener o haber tenido algunos episodios relacionados con otros trastornos de la alimentación como la bulimia o la anorexia". Suelen ir asociados, por lo que muchas de las causas estarían también directamente relacionadas con estas dos enfermedades. Problemas como la baja autoestima, conflictos familiares, etcétera.”
¿Cómo identificar la enfermedad?
Una de las grandes preocupaciones a las que se suelen enfrentar las familias es la de detectar este tipo de trastornos alimenticios. La clave está en ser observador, prestar atención a los detalles y no precipitarse en las conclusiones.
Síntomas de la Alcohorexia:
En el caso de la alcohorexia, muchas de las señales son comunes con la anorexia o la bulimia. "Cortar la comida en trozos muy pequeños y removerla para que parezca que han comido. Mentir diciendo que ya han comido. Ir al baño habitualmente después de comer y permanecer allí durante largos periodos". Sin embargo, en el caso concreto de la alcohorexia cuando más atento hay que estar es durante los fines de semana o periodos de fiestas y vacaciones, en los que salir se convierte en algo normal y no llama tanto la atención, al menos en la actualidad, que los jóvenes salgan y beban constantemente.
No obstante, "no se debe precipitarse en nuestras conclusiones puesto que salir y comer poco en esos períodos puede ser realmente una etapa propia de la edad o del momento". No se debe alarmar innecesariamente y, sobre todo, "se debe asegurar de que esta práctica se produce sistemáticamente", advierte.
Quiénes la sufren
De acuerdo con los estudios que se han hecho sobre la alcohorexia, la conducta “suele darse en mujeres, fundamentalmente”. Sobre todo porque ellas se preocupan más por su físico y su imagen en general.
Pero los estudios son más concretos sobre el perfil de las alcohoréxicas, a las que ubica “entre los 24 y los 30 años”, y sobre todo “son universitarias”. Sin embargo, se discrepa con este último punto. “Desde un punto de vista esto se debe a que ese núcleo es en el que se ha hecho el rastreo en la comunidad, pero es muy probable que haya otros nichos de población donde también se pueda encontrar el problema”.
A pesar de lo que muchos pueden pensar, la alcohorexia no tiene porqué darse en gente extremadamente delgada sino que, por el contrario, es frecuente que se dé en mujeres, o chicas, con sobrepeso. Exactamente igual que sucede con otros trastornos alimenticios graves como la bulimia
Consecuencias médicas
La alcohorexia suma, al problema de la desnutrición de muchas jóvenes que padecen trastornos alimenticios, el alcoholismo y los devastadores efectos de esta adicción. “Lo peor que tiene el trastorno de la alcohorexia es que aumenta los efectos del alcoholismo. Es decir, “ya no es solamente que estas chicas estén desnutriéndose -que ya es de por sí un problema grave a nivel sanitario- si no que, precisamente como consecuencia de ello los efectos del alcoholismo son, quizás no más devastadores pero sí más rápidos.
Pero, más allá de los problemas físicos, la alcohorexia también "lleva asociado depresión", que incide en que este ámbito es uno de los más difíciles a la hora de llegar a las jóvenes afectadas. No obstante, este campo es más una causa que una consecuencia. "Las expectativas incumplidas o la baja autoestima" son algunos de los problemas que esconden estas jóvenes y que las han llevado a la alcohorexia. "Al igual que sucede con muchos otros trastornos, especialmente alimenticios, es fundamental tratar desde el plano psicológico la alcohorexia, para intentar cortar el problema de raíz".
Causas de la Alcohorexia
Por un lado, “hay casos en los que gente con una vida social muy activa, en la que se incluye el consumo de alcohol, práctica muy aceptada socialmente, son conscientes de que éste engorda y, por tanto, con el fin de mantener su figura sin privarse de la bebida llevan a cabo este tipo de prácticas que pueden desembocar en un verdadero trastorno alimenticio, como la alcohorexia”.
Por otro lado, se encuentran casos en los que las afectadas “padecen previamente algún tipo de trastorno alimenticio como la anorexia o la bulimia y comienzan a llevar a cabo estas prácticas como un método más de los muchos a los que recurren”.
En este segundo caso, las “experiencias compartidas” tienen mucho que ver. Es decir, cuando una chica preocupada por perder peso ve que no comer y beber cuando sale le sirve para adelgazar, lo comenta y se va extendiendo la idea de que funciona (negativamente, claro) y, con ella, la puesta en práctica de la misma.
¿Cómo ayudar a alguien con Alcohorexia?
Para saber cómo actuar si sospechamos que alguien de nuestro entorno puede padecer alcohorexia, se indica, brevemente, las pautas más aconsejables a seguir:
- Observar detenidamente: lo primero que hay que hacer en el caso de que se sospeche que alguien cercano, ya sea un familiar, una amiga u otro ser querido, está sufriendo algún trastorno de este tipo es observar detenidamente su comportamiento para confirmar las sospechas.
- Ayuda profesional: también es importante informarse sobre los distintos tipos de trastornos, y hablar con algún especialista para que aconseje sobre cómo afrontar el tema de cara a la persona afectada. No todos reaccionan igual. La negación, una actitud defensiva son algunas de las posibilidades. Por ello, se debe dirigir a los afectados, o que se cree que podrían estar afectados, de forma suave y sutil, para que no se sientan amenazados.
Tratamiento multidisciplinar e individual
Una vez, por decirlo de algún modo, diagnosticada la alcohorexia, habría que poner en marcha "un tratamiento multidisciplinar", dado que hay varios campos abiertos.
Por un lado, sería necesario un endocrino o un nutricionista, para tratar de regular la parte que afecta de forma directa a la alimentación. Ayudar al paciente a recuperarse de la desnutrición que sufre y enseñarle a comer sano para que tenga buenos hábitos en el futuro.
Por otro lado, en función del nivel de alcoholismo que haya, habrá que acudir también a un especialista para analizar los daños físicos que se puedan haber sufrido, así como tratar psicológicamente la adicción que se pueda haber desarrollado. Esta ayuda psicológica o psiquiátrica es muy importante para la total recuperación.
Pero, ante todo, "una de las claves en este tipo de enfermedades, como la alcohorexia o ebriorexia, es individualizar y tratar cada caso según sus características concretas y las de la persona afectada".
Fuentes
- La alcohorexia: anorexia y alcoholismo Disponible en “www.enfemenino.com” Consultado: 27 de noviembre de 2013
- Alcohorexia: peligrosa combinación de trastornos alimenticios y alcohol Disponible en “www.entremujeres.com” Consultado: 28 de noviembre de 2013