Babalawo
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Babalawo. Es el Sacerdote iniciado en los misterios de Orunmila, Deidad de la Adivinación, quien utiliza diferentes medios para realizar la adivinación.
Babalawo

Los mismos constituyen la mas alta jerarquía dentro de la Ocha y la Religión Yoruba - Lucumí, pues son los depositarios del conocimiento encerrado de las sagradas escrituras de Ifá, el más complejo oráculo de que se tenga conocimiento. El Babalawo, según la ortodoxia cultural, es el encargado de entregar los Orichas Guerreros, primer paso en la consagración dentro de la Santería.
Este sacerdocio impone determinada conducta social y personal, pero lo que mas lo distingue es el estudio constante de la naturaleza y el Universo, pero sobre todo de textos Sagrados o Tratados de Oddun, una extensa obra en la que predominan el simbolismo y un intrincado lenguaje Yoruba, lo que a menudo vuelve difícil e intrincada su interpretación. De ahí la obligación del Oluo (sabio, como también se le llama al Babalawo) de estudiar a Ifá. Al Awo acuden los creyentes para resolver todo tipo de problemas (personales, de salud, espirituales, económicos, matrimoniales) pues en Ifá están reflejadas todas las situaciones de la vida y su solución. Una teoría de los adeptos afirma:
Al sacerdocio de Ifá se puede llegar después de hacer Ocha o directamente, si asi lo dispone el oráculo, y la consagración dura siete días también, aunque con características bien diferentes en los rituales. Para poder ser admitidos a esa orden superior, el aspirante debe seguir un curso de adiestramiento. En el caso de un babalawo, este proceso es largo y costoso. No se ha conocido a ninguno que haya podido seguir un curso tan extenso y tedioso que le permita realizar la labor de recitar, de memoria, la 4,096 historias de Ifá.
Otros aspirantes o novicios pasan por un adiestramiento más corto en su duración. En el caso de aspirantes a sacerdotes de Aarón y Oshasin, esto se considera indispensable.
Al rango de Babalawo u Oluo solo pueden llegar hombres heterosexuales, Orunmila no acepta dentro de sus sacerdotes homosexuales, bisexuales o mujeres. A pesar de que lastimosamente se han escuchado casos donde la persona que tenga dinero paga su derecho y le consagran Ifá, sin importar su tendencia sexual.
Entre los Egun, en Badagry, vecindad cercana a los yorubas, el sacerdocio está bien organizado y el período de entrenamiento se hace algunos años, era de aproximadamente siete años. Los jóvenes toman un curso de paganismo, que en la actualidad se termina en un período de tres a cinco años. Este adiestramiento se realiza tan amplia y profundamente que más de un siglo de influencia cristiana y de infiltración mahometana ha sido casi imperceptible, mientras que los templos paganos superan en mucho los otros edificios de cualquier lugar o poblado, ejerciendo los sacerdotes su influencia sobre las otras religiones mediante propaganda en sus templos, hogares, lugares públicos y hasta en las mismas calles.
Las funciones de los Babalawos
- Los sacerdotes actúan como intermediarios entre los Orishas y los hombres, ofreciéndoles rezos y sacrificios.
- Actúan como adivinadores, perteneciendo esta labor, muy particularmente, a los sacerdotes de Ifá (Babalawos). Deben dominar los instrumentos de adivinación.
- Conducen y dirigen enjuiciamientos con el fin de crear un mayor sentido de moralidad; también preparan encantamientos, amuletos y otros artículos relacionados con el mundo espiritual que manejan.
Para poder ejercer estas ceremonias tan importantes como delicadas, en una forma satisfactoria, se considera a los sacerdotes como sacrosantos y sus personas son inviolables. Cualquier insulto o violación en su contra se castiga severamente. El oficio de sacerdote o sacerdotisa de Ifá es hereditario, y se considera como un honor en cualquier familia. En el caso particular de Orisha Oko, es enteramente obligatorio, y el palo o estaca de hierro, emblema simbólico del dios, debe permanecer siempre en la familia, sin que ésta pueda deshacerse de él.
No obstante lo anterior, la práctica del sacerdoticio en forma pública no interfiere para nada con la práctica familiar del mismo. Usualmente, en cada familia, siempre hay un miembro que debe hacerse cargo de esta labor, y casi siempre es elegido el de mayor edad.