Jardín del Edén
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El Edén, también conocido como el Jardín del Edén ―en idioma hebreo עדן) [edén]― es, según el relato bíblico del Libro del Génesis, el lugar donde habría puesto el dios Iajvéj al hombre después de haberlo creado a partir del polvo del suelo.
Etimología
Esta palabra suele ser utilizada como sinónimo de Paraíso. Pero sin embargo, la palabra «Paraíso» originalmente se refiere a un bello jardín de largas proporciones, mientras que «edén», es una palabra de origen acadio (un pueblo de estirpe semita), cuyo significado se refiere a un lugar que es puro y natural. Así, Edén se refiere más bien a una región geográfica, mientras que el Paraíso se refiere a un lugar más específico (un huerto o jardín situado en la parte oriental de dicha región).
Otros nombres dados en la Biblia
- «Edén» Y plantó Jehová un jardín en Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado.
- «El jardín de Edén» Tomó, pues, Jehováh al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo guardase.Libro del Génesis 2:15
- «Edén, el jardín de Dios» Estabas en el Edén, el jardín de Dios.Libro de Ezequiel 28:13
Historia
Posible ubicación
Los anónimos escritores de la Biblia indicaron que el Edén era un huerto o jardín que habría existido al oriente, indicando su existencia en una región que se hallaría al este de Palestina. Algunos creen que el jardín estaba sobre una montaña, o tal vez era una salida de manantiales de agua fresca:
Los escritores bautizaron a estos cuatros brazos:
- río Pisón, que rodeaba toda la tierra de Havila;
- el río Gijón (posiblemente el río Nilo), que rodeaba toda la tierra de Cus (Etiopía);
- el río Jidekel (posiblemente el río Tigris); que corría al oriente de Asiria; y
- el río Éufrates.
Árboles especiales
En el jardín del Edén, el dios Yajvéj habría colocado dos árboles especiales, llamados el «árbol de la ciencia del bien y del mal» y el «árbol de la vida».
Y Jehováh mandó al hombre diciendo: «Puedes comer de todos los árboles del jardín,
pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás.
Habitantes
El Jardín del Edén es descrito en los capítulos 2 y 3 del Libro del Génesis. El dios Yahvéh creó el jardín específicamente para Adán, el primer ser humano, a quien Dios había formado.
Por esto, el Jardín del Edén era perfecto. Ofrecía belleza y sustento, ya que era hogar para todo tipo de árbol «delicioso a la vista, y bueno para comer», y una fuente de agua fresca del río para beber. Y en cuanto al hombre, Yahvéh «lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase». (Libro del Génesis 2:15).
Región en la que Jehová dispuso un jardín como hogar original para la primera pareja humana. En este huerto, Dios habría colocado a Adán y Eva para que vivieran. En este lugar, Dios le otorgaría al hombre todo aquello que necesitase para tener gozo, placer y armonía, de este modo no le faltaría nada.
Tarea del hombre
La asignación de trabajo del hombre era cultivar y cuidar del jardín. Entre los árboles y las plantas de Edén se hallaban todas aquellas especies que embellecían el paisaje, así como las que proveían alimento en amplia variedad. (Libro del Génesis 2:9, 15.).
Este hecho por sí solo indica que el jardín debió tener una extensión considerable. Existía una gran variedad de vida animal en el jardín. Dios puso ante Adán «todos los animales domésticos y [...] las criaturas voladoras de los cielos y [...] toda bestia salvaje del campo», y una de las primeras tareas de Adán consistió en poner nombre a todos ellos. (Libro del Génesis 2:19, 20.) Las aguas del río «que procedía de Edén» regaban el suelo de Edén. (Libro del Génesis 2:10.) El hecho de que el hombre estaba desnudo permite suponer que el clima era templado y agradable. (Libro del Génesis 2:25.).
Fuentes
- «El jardín del Edén», artículo en español publicado en el sitio web All About God (‘todo acerca de Dios’).
- Adán y Eva, artículo publicado en este sitio web, EcuRed.