Federico Guillermo II de Prusia
Federico Guillermo II ![]() | |
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Reinado | (1786- 1797). |
Nacimiento | 25 de septiembre de 1744 Berlín, ![]() |
Fallecimiento | 16 de noviembre de 1797 Potsdam, ![]() |
Entierro | Catedral de Berlín |
Predecesor | Federico II |
Regente | no |
Sucesor | Federico Guillermo III |
Consorte | Isabel Cristina de Brunswick-Lüneburg Federica Luisa de Hesse-Darmstadt |
Descendencia | Federica Carlota Federico Guillermo III |
Dinastía | Hohenzollern |
Padre | Príncipe Augusto Guillermo |
Madre | Luisa Amalia de Brunswick-Lüneburg |
Síntesis biográfica
Nacimiento
Nació el 25 de septiembre de 1744 en Berlín. Nieto de Federico Guillermo I y sobrino de Federico II el Grande, sucedió a éste en el trono en 1786 cuando falleció.
Coronación
Su ascenso al trono ocurrió el 17 de agosto de 1786. Una serie de medidas tomadas a favor del pueblo lo que le dio al nuevo rey popularidad entre las masas, mientras que las clases educadas miraban complacidas la eliminación de las restricciones impuestas por Federico Guillermo sobre la lengua alemana, por la admisión de escritores alemanes a la Academia Prusiana.
Reinado
Durante su reinado intentó mantener una línea continuista. Obligó a Francia a dejar de prestar ayuda a los sublevados neerlandeses. Auspició una paz entre Austria y Rusia con Turquía (1790-1792).
Durante su reinado anexionó Danzig y Thorn en Polonia (1793) y después Varsovia (1795). En política interior, combatió el racionalismo y restringió la libertad de pensamiento mediante el Edicto de Religión (julio 1788) y la acentuación de la censura. Su reinado supuso para Prusia un momento de desconcierto, con un ejército poco potente y una economía extremadamente débil.
Influencia de Wollner
Las reformas estuvieron viciadas desde su fuente. En 1781, Federico Guillermo, entonces príncipe de Prusia, inclinado al misticismo, se había unido a los Rosacrucistas y había caído bajo el influjo de Johann Christoff Wollner (1732] – 1800), en adelante, la política real seguiría siendo inspirada por aquél. Johann Christoff Wollner, descrito por Federico el Grande como un "traicionero e intrigante sacerdote", había comenzado la vida como tutor de la familia del General von Itzenplitz, un noble de la Marca de Brandeburgo y, después de la muerte del general y para escándalo del Rey y la nobleza, se casó con la hija del general y, con el apoyo de su suegra, se instaló en una pequeña hacienda. También Bischoffswerder -hasta entonces un simple alcalde- fue llamado a los consejos reales y, para 1789, era ya un asistente general. Estos dos hombres fueron quienes envolvieron al rey en una red de misterio e intriga rosacrucistas, lo cual obstaculizó cualquier posible desarrollo saludable de su política y condujo finalmente al desastre.
La oposición a Wollner fue, al principio, lo suficientemente fuerte para impedir que se le confiara el departamento de religión; pero esto también fue superado con el tiempo y el 3 de julio de 1788 fue designado consejero privado de estado y de justicia y cabeza del departamento espiritual para los asuntos Luteranos y Católicos. El 9 de julio de 1788 fue expedido el famoso edicto religioso que prohibió a los ministros evangélicos enseñar cualquier cosa que no estuviera contenida en la letra de sus libros oficiales; proclamó la necesidad de proteger la religión cristiana contra los “ilustrados” (Aufklärer) y colocó los establecimientos educativos bajo la supervisión del clero ortodoxo. El 18 de diciembre de 1788 fue promulgada una nueva ley de censura, para asegurar la ortodoxia de todos los libros publicados y, finalmente, en 1791, fue creada, en Berlín, una especie de Inquisición Protestante (Immediat-Examinationscommission) para vigilar todos los cargos eclesiásticos y escolásticos. En su celo por la ortodoxia, Federico Guillermo sobrepasó a su ministro: reprochó la “ociosidad y vanidad” de Wollner por el inevitable fallo de intentar regular la opinión desde el poder y, en 1794, lo privó de uno de sus cargos seculares, a fin de que pudiera tener más tiempo “para dedicarse él mismo a las cosas de Dios”.
Últimos años de reinado
En los años sucesivos , el rey prosiguió, hasta el fin de su reinado, haciendo regulaciones “en orden a mantener en sus estados un verdadero y activo cristianismo, como camino para el genuino temor de Dios”.En efecto de esta política de ceguera y obscurantismo pesaron mucho más que lo bueno que pudiera resultar de los bien intencionados esfuerzos del rey, respecto de la reforma económica y financiera, la cual, además, fue espasmódica y parcial, y terminó despertando un mayor descontento.
Fallecimiento
Falleció el 16 de noviembre de 1797 en Potsdam dejando el Estado en bancarrota y confusión y la monarquía desacreditada. Fue sucedido por su hijo Federico Guillermo III.