Flexibilidad muscular
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Surgimiento de la movilidad
El aparato motor del cuerpo humano consta del esqueleto, los ligamentos, tendón y los músculos. Estas partes puedes reconocerlas al tacto en tu propio cuerpo. Las articulaciones mediante las cuales se unen los huesos unos a otros, posibilitan los movimientos.
El movimiento surge de la contracción de los músculos. Dos músculos actúan siempre recíprocamente como antagónicos uno con respecto al otro. Observa esto en la flexión y extensión de tu brazo. A consecuencia de ello al contraerse el flexor se extiende el contrario (extensor) o viceversa. Por tanto, la amplitud del movimiento depende por un lado de la fuerza de contracción de un músculo y por otro de la capacidad de extensión del otro músculo.
Además de la capacidad de extensión de la musculatura es determinante esta misma capacidad en tendones y ligamentos.
Amplitud de movimiento
La amplitud del movimiento que logra un atleta por su propio esfuerzo, puede ser aumentada con la ayuda de un compañero. La forma de articulación limita no obstante las posibilidades de movimiento. Mediante la realización consecuente de determinados ejercicios de extensión y fortalecimiento durante el entrenamiento deportivo se mejora tanto la flexibilidad, que progresivamente se alcanza la amplitud de movimiento, que al inicio sólo se lograba con ayuda de un compañero.
Desarrollo de la correcta flexibilidad
Cada disciplina deportiva para el buen curso del movimiento exige del atleta una buena flexibilidad. Un desarrollo multilateral implica el desarrollo de la flexibilidad de todas las articulaciones en todas las direcciones. Naturalmente el entrenamiento de la flexibilidad ha de ser aún más profundo (amplio) en aquellas disciplinas deportivas, para las cuales la misma tenga una mayor significación.
Es importante saber la significación que tiene la flexibilidad para el aumento del rendimiento en tu disciplina deportiva, además de conocer como transcurren los movimientos y en que parte del movimiento es especialmente importante la flexibilidad. De gran significación es saber en qué articulación y en qué dirección se debe mejorar la amplitud del movimiento.
Entrenamiento correcto
En los ejercicios se debe prestar atención a lo que se conoce sobre el entrenamiento de la fuerza. Se debes repetir varias veces los ejercicios de flexibilidad. Un ejercicio realizado por una sola vez no ayuda. ¡Por lo tanto, se entrena en series!
Reglas del entrenamiento en la ejercitación de la flexibilidad:
1. Entrenar lo más a menudo posible. La flexibilidad desaparece cuando se entrena con mucha irregularidad (con mucha diferencia de tiempo).
2. Realizar los ejercicios de flexibilidad de forma tal que mediante repetidas oscilaciones se logre progresivamente la amplitud máxima del movimiento. No obstante puede entrenarse también de manera que, por ejemplo, durante la flexión del tronco se permanezca en la posición de flexión hasta contar hasta tres. Solo entonces se retorna a la posición inicial.
3. No coger solamente aquellos ejercicios que mejoran con la influencia del peso corporal (ejemplo en esparranca) o con la ayuda del compañero. Buscar ante todo para el entrenamiento aquellos ejercicios que fortalecen los músculos que intervienen en la realización del movimiento.
Ejercicios de flexibilidad con "muelles"
Para evitar lesiones
Durante el entrenamiento de la flexibilidad hay que tener cuidado, no es necesario interrumpir el entrenamiento cuando durante la flexión del tronco al frente se sienta tirones en las piernas. Este entrenamiento también exige esfuerzos de voluntad y esos dolores mínimos tienen que tolerarse.
El peligro radica en que se entrene sin calentamiento. Entonces los músculos, ligamentos y tendones no están aún preparados y relajados. El entrenamiento de la flexibilidad debe ser realizado tras el calentamiento, pero no, por ejemplo, tras el exigente entrenamiento de la resistencia.
Relajar siempre los músculos en las pausas de las series. No se debe comenzar de un tirón ni repentinamente si no se ejercita sobre todo progresivamente calentando adecuadamente los músculos.
En los ejercicios con compañero la fuerza solo puede ser ejercida sobre el otro muy cuidadosamente, de manera que los músculos, ligamentos, tendones y articulaciones no resulten sobrecargados para evitar lesiones.
Autocontrol
Para controlar la flexibilidad hay que realizar, igualmente pruebas periódicas. Los ejercicios de control adecuados para el entrenamiento pueden encontrarse según se plantea en el siguiente ejemplo:
- Analizar, como deben medirse los resultados.
- Realizar con regularidad la prueba de flexibilidad "flexión del tronco al frente".
- Usar para ello un banco de pie o construir un cajón de madera. Colocarse con chinches una tabla a escala (en cm), de manera que se pueda leer a cuántos centímetros más abajo de la superficie donde la persona se sitúa de pie para ver donde se es capaz de tocar con la punta de los dedos.
- Anotar los resultados en una tabla.
Véase también
Fuentes
- Teoría Elemental del Entrenamiento pág. 93.