Música de concierto en Cuba
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Música de concierto cubana. Huérfana de tradición artística aborigen, muy pobre en cuanto a plásticas populares, poco favorecida por los arquitectos de la colonia si se compara, en este terreno con otras naciones de América Latina
Historia
La isla de Cuba ha tenido el poder de crear, en cambio, una música con fisonomía propia que, desde muy temprano, conoció un extraordinario éxito de difusión. La popularidad lograda en el mundo entero, a partir de la primera mitad del siglo XX, por ciertas Danzas cubanas, no constituyó un hecho nuevo para la Isla.
Con anterioridad las Contradanzas cubanas habían sido objeto de una acogida semejante, por públicos de Europa y de América, al ser representadas bajo los nombres diversos de habaneras, danzas habaneras, tangos habaneras, etcétera, creando géneros que fueron muy cultivados en Francia, España, México y Venezuela.
No se pretende exagerar la importancia de la música cubana en cuanto al lugar que pueda asignársele en el panorama de la música universal]]. Pero el estudio de su desarrollo, plantea una serie de problemas interesantísimos. La música de concierto en Cuba, un estudio esquemático de esta música en la localidad. Se trata de situar siempre el hecho musical en su medio histórico.
Período colonial
A principios del siglo XVII la Isla contaba con unos veinte mil habitantes, entre blancos, negros, indios y mestizos. En estos comienzos la música se centraba en la liturgia catolicista, en un repertorio de cantos llanos y pequeños formatos instrumentales.
Por cuanto la enseñanza, práctica y cultivo de la música aventajaba a otras materias, Cuba tendría ya admirables compositores religiosos e intérpretes de partituras serias antes de que en la isla se hubiese escrito una sola novela o publicado un solo periódico.
El año 1761 dio un avance decisivo a la música seria en Cuba, con la aparición en escena de quien fue el punto de partida de un profundo arraigo cultural musical cubano, Esteban Salas, al que sucedieron importantes figuras como Manuel Saumel, Ignacio Cervante y Jose White.
Características
Los aportes afro-hispánicos, contribuyeron a fundar una rica y trascendente expresión musical cubana, de la belleza y autenticidad reconocida en todo el mundo.
Periodo neocolonial
Al instaurarse la república en 1902, se produjo en Cuba un fenómeno que ya había podido observarse en otros países del continente. La adquisición de la nacionalidad se acompañó de una momentánea subestimación de los valores nacionales. El país nuevo aspiraba a recibir las grandes corrientes de la cultura poniéndole al día. Por un lógico proceso evolutivo, toda independencia lograda viene unida al deseo de aplicar nuevos métodos, de estar up to date, de barrer con todo lo que pueda parecer un lastre de provincialismo o de coloniaje.
Principales figuras del periodo neocolonial
- Eduardo Sánchez de Fuente
- Alejandro García Caturla
- Ernesto Lecuona
- Gonzalo Roig.
Características del periodo neocolonial
Toda la posterior expresión nacional en este sentido tiene como fuente primigenia la obra admirable de estas figuras sobresalientes, que trazaron lo nuevo, imbricando el arte musical insular con las más avanzadas tendencias universales de su obra.
Este periodo se caracterizó por un proceso de civilización del lenguaje.
- Se expande el uso de las Habaneras por España y América Latina.
- Se crea la Sociedad Filarmónica.
- Numerosos aportes técnicos.
- Auge del Teatro Lírico Cubano y en especial la Zarzuela.
- Serio trabajo creador.
- Valiosos aportes a la pianísticos de Ernesto Lecuona.
- Incorporación de los elementos básicos del afro-hispano-cubano a la música sinfónica.
Fuente
- Alexni Cadet Girón. Investigador de cultura del municipio Banes.