Machetes en la localidad de Troya
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Machetes en la localidad de Troya. Se encuentran expuestos en el museo de la localidad de Troya ubicada en el municipio Manzanillo de la provincia Granma.
Comienzos
Los primero machetes llegaron a Cuba con los españoles ya desde el siglo XVI, se alude a estos con el nombre de machetes y de calabozos.
De España provinieron los primero machetes, pero también nació el modelo cubano, forjado en las fraguas de cueva, en Guanabacoa, conocido por “Guanabacoa”.
En Cuba no existió un machete de forma única, los había de forma de diferentes tipos y marcas y en dependencia también del uso que se le iba a dar.
Etapa Colonial
Durante la etapa colonial, además de utilizarse como implemento campesino o como herramienta de trabajo diario de los esclavos, fue tomado por el ejército español y se convirtió en parte del equipo militar, auxiliar de las compañías de artillería.
En 1872, el machete quedó implantado como arma de guerra de las tropas españolas, sustituyendo a la bayoneta parcial.
Guerra de independencia
Al comenzar la guerra de independencia, la incipiente tropa cubana tenían muchos hombres pero carecían de armas, en más de una ocasión los mambises se enfrentaron a las tropas españolas con pocas escopetas y sin operar municiones, muchos mambises portaban sus instrumentos de trabajo como el machete ordinario de corte y chapeo, sin duda podemos decir, que el machete fue el arma que descolló dentro del armamento mambí.
Actualidad
El museo de la localidad de Troya “La Demajagua” conserva y expone machetes utilizados por veteranos de la localidad en la guerra de independencia.
Entre los que se conservan se encuentra:
- Machete Guanabacoa: Se le denomina además como machete de concha o cinta. En su hoja aparecen grabados símbolos distintivos o marcas de fábrica, así como el nombre del artesano portador, Tiene en el cabo cuatro bocados en que ajustan los dedos, hoja recta, de un filo que termina en punta por su corte diagonal.Machetes.jpg
- Machete cabeza de Águila: Por las características del cabo o mango también le denominaban los machetes, según el mayor o menor lujo. Algunos ostentaban adornos figurativos, casi esveltóricos, figuras humanas, cabeza de águila, de leones.
La decoración del machete dependía en cierta medida del gusto de su propietario.
Fuentes
- Archivo del museo de Troya