Nefertem
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Nefertem. Dios egipcio cuyo nombre significa "Atum el bello" o mejor "Perfección absoluta"; representa al loto, ya que estaba asociado originariamente a Atum niño.
Iconografía
Dios con apariencia humana, que porta sobre la cabeza una flor de loto azul en ocasiones acompañada de dos plumas. Puede llevar dos collares menat, que ahuyentaba los espíritus malignos, además de ser un símbolo de sanación, rejuvenecimiento y renovación. También se le representa como un hombre con cabeza de león. Subrayando su aspecto de niño está sentado sobre la flor de loto abierta, identificándose con el mismo Sol en su infancia. Bajo manifestación animal lo encontramos como un león. A veces lleva un sable curvo, como guardián de las fronteras orientales de Egipto.
Mitología
Según mitos heracleopolitanos y hermopolitanos, este niño que salió emergió del loto emergido de las aguas del Nun, simbolizando el nacimiento del Sol; fue llamado a menudo "el joven Atum". También era considerado "Señor de los Perfumes" y como tal aparece en los Textos de las Pirámides (sec. 266) y en el Libro de los Muertos como "la flor de loto que está en la nariz de Ra". En Menfis era, a partir del Imperio Nuevo, hijo de Ptah y Sejmet, con quienes formaba tríada, aunque con frecuencia su lugar era ocupado por Imhotep. En Buto es hijo de Uadyet y Ra.
Pese a ser un dios primordial no puede ser considerado demiurgo, excepto cuando, en la teología hermopolitana se relaciona con Atum o Ra el Joven, en ambos casos asociados al nuevo Sol que nace del interior del loto, emergiendo del Mar de los cuchillos, es decir, del mar primigenio. Relacionado con el aroma de la flor de la que es portador, se le asoció a los ungüentos sagrados y a los perfumes, según se desprende de los Textos de las Pirámides donde se menciona que es la flor de loto perfumada en las narices de Ra. Fue el responsable de vigilar y guardar las fronteras del Este y protector de la segunda hora del día.
Culto
A pesar de que se le asocia generalmente a la teología de Menfis también recibió culto en Hermópolis Magna, en donde una versión de su cosmogonía, el sol nacía de un loto y representa la energía que da vida a todo lo que crece y se desarrolla, pero es el fuego que destruye. Los griegos le dieron el nombre de Ipthimis y lo identificaron con Prometeo.
Fuentes
- Castel, Elisa. Gran Diccionario de Mitología Egipcia. Madrid. Editorial Aldebarán, 2001.
- Pirenne, Jacques. Historia del Antiguo Egipto. Editorial Océano, Barcelona, 2002.
- Thode, Rosa. El Panteón: Nefertum. La Tierra de los Faraones [En línea] [Citado el: 24 de Junio de 2011.] http://www.egiptologia.org/mitologia/panteon/nefertum.htm