Perla negra
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Localización
Las perlas negras del Pacífico sur, es una de las joyas más raras y cotizadas del mundo que se encuentra en la Polinesia francesa, en el Pacífico sur, a medio camino entre Australia y Sudamérica.
Antecedentes
Ente las primeras joyas empleadas para el adorno del ser humano figuran las perlas, las cuales reciben elogios incluso en la literatura antigua. Eran especialmente apreciadas en el Medio Oriente y en Asia, al parecer por considerarlas símbolos de pureza y virtud. En la Roma antigua se le confería tal valía a las perlas que solo a las personas de cierto rango se les permitía usarlas. El filósofo y naturalista Plinio, del siglo primero las exaltó como el bien soberano del mundo entero. Las primeras noticias escritas sobre el valor de la perla las encontramos en el Shu King, un libro chino que data del siglo 23 a.C., en el que el escriba hizo notar con desprecio que un rey de menor rango había enviado como tributo “cadenas de perlas no muy redondas”.
Características
Valor
Tal como ocurre con los colores, las perlas adoptan diversas formas, siendo las más cotizadas la que es totalmente esférica. Con todas las formas de gotas o lágrimas, se convierten en preciosos colgantes o pendientes. También las hay anilladas, es decir, con ranuras circulares. Una pieza cuya superficie esté libre de impurezas e imperfecciones es muy rara y costosa, lo normal es que haya defectos tales como depresiones, abultamientos, arrugas, puntos o manchas y si no son muchos o si están concentrados en un solo sitio, será posible ocultarlos al angostar la joya.
Cuidado
Las perlas no son tan duras como los diamantes, los rubíes o las demás piedras preciosas por lo que pueden rayarse si entran en contacto con otras joyas o con objetos duros. El ácido puede estropearlas, lo mismo que los detergentes, perfumes y cosméticos en general. Para su lavado, un renombrado joyero sugirió preparar un recipiente con agua y algún líquido suave para lavar platos, agitar con un cepillo de dientes blando, enjuagar con agua limpia y secar con un paño suave.
Usos
Los chinos desde épocas remotas utilizaban las perlas con fines medicinales para curar los males que afectaban al ojo, los problemas de corazón, la indigestión, la fiebre y las hemorragias. El polvo de perla sigue siendo todavía popular en China como blanqueador de la piel y como cosmético. En la India, se creía que las perlas proporcionaban paz espiritual a la mente y fortalecían el cuerpo y el alma. Los europeos pensaban que al tragar una perla entera o en polvo se curaban los asuntos de la mente y del corazón, y se fortalecían los nervios.
Enlace externo
Fuente
- Revista Despertad. Edici’on de Abril de 2005