Reino de Navarra
La dinastía Jimena
A principios del siglo Xse instaló en el trono una nueva dinastía, la Jimena, cuyos representantes fueron Sancho Garcés I (905-925), García II Sánchez I (925-970) —que incorporó para Navarra el condado de Aragón—, Sancho Garcés II (970-994), García III Sánchez II (994-1000) y Sancho III el Mayor (1000-1035). Con este último monarca, conocido también como Sancho Garcés III, el reino de Navarra logró su máximo esplendor, incorporándose Sobrarbe, Ribagorza, Álava, Vizcaya y el condado de Castilla.
Casa de Navarra
A la muerte de Sancho III heredó Navarra su hijo García IV Sánchez III el de Nájera (1035-1054), iniciándose así la Casa de Navarra. La muerte de su sucesor Sancho IV de Peñalén (1054-1076) puso en manos aragonesas el reino de Navarra, que permaneció unido a Aragón durante los reinados de Pedro I y Alfonso I. Al morir este último sin descendientes, los navarros se desvincularon de Aragón y proclamaron rey a García V Ramírez el Restaurador (1134-1150). Con sus sucesores Sancho VI (1150-1194) y Sancho VII (1194-1234), bajo cuyo reinado se perdieron Álava y Guipúzcoa, Navarra fue un reino residual constreñido entre sus dos poderosos vecinos, Castilla y Aragón.
Casa de Champaña
La desaparición de Sancho VII permitió la instauración en Navarra de la llamada Casa de Champaña, que inauguró su sobrino Teobaldo I , hijo del conde de Champaña (1234-1253). La dinastía continuó con Teobaldo II (1253-1270) y Enrique I el Gordo (1270-1274). Durante este periodo los monarcas reconocieron los derechos de los navarros contenidos en el Fuero General.
Casa de Francia
A la muerte de Enrique I heredó el trono su hija Juana I (1274-1305), la cual contrajo matrimonio en 1284 con el que desde el año siguiente sería soberano francés con el nombre de Felipe IV, uniéndose así Navarra a la Corona de Francia. Hasta 1328 Navarra se convirtió en una pieza de la monarquía francesa, en cuyas manos estuvo la administración del territorio. El dominio francés permaneció durante los reinados de Luis I, aunque no fue coronado como rey de Navarra hasta 1314, año en que, como Luis X pasó a ser también rey de Francia), Felipe el Largo (1316-1322) y Carlos el Hermoso (1322-1328).
Casa de Evreux
La muerte sin herederos de Carlos permitió a Navarra liberarse de Francia al aceptarse los derechos de una hija de Luis el Obstinado, Juana II (1328-1349), casada con el conde de Evreux, que pasaría a ser, así, rey navarro como Felipe III. La dinastía Evreux continuó con Carlos II el Malo (1349-1387) y Carlos III el Noble (1387-1425). La administración pasó de nuevo a manos navarras, pero fue también un periodo de crisis caracterizado por las pestes y las guerras.
Sucesor de Carlos III
A Carlos III le sucedió su hija Blanca I (1425-1441), casada con Juan II de Aragón, que se enfrentó a su hijo Carlos, príncipe de Viana, por regir los destinos de Navarra. Este enfrentamiento se convirtió en una lucha entre los principales linajes navarros: los agramonteses, que apoyaron a Juan II, y los beamonteses, que apoyaron a Carlos. Juan II fue el rey efectivo de Navarra hasta su muerte en 1479. Después le sucedieron sus bisnietos Francisco I Febo (1479-1483) y Catalina (1483-1512), casada con el francés Juan III de Albret. Catalina y Juan de Albret buscaron la alianza con Francia y el alejamiento de Castilla. Fernando el Católico lo impidió invadiendo Navarra en 1512 e incorporándola tres años después a la Corona de Castilla.
Generalidades
El reino de Navarra surgió de un pequeño territorio que, tras un periodo de expansión, fue menguando paulatinamente en extensión y poder, socavado por las disputas entre las clases dirigentes y las conquistas realizadas por los reinos vecinos. El espacio navarro se estructuró de manera dual tras la invasión musulmana de la península en el siglo VIII. El norte permaneció poco tiempo bajo dominio musulmán y pronto se organizó en un núcleo cristiano de fugaz sometimiento al Imperio carolingio y con centro en la ciudad de Pamplona, población fundada en época romana como Pompaelo por Pompeyo sobre un asentamiento vascón preexistente denominado Iruña. Su primer monarca conocido fue Íñigo Íñiguez —o Iñigo Arista («Enneco Cognomento Aresta»)—, cabeza conocida de la primera dinastía navarra. En el sur, un noble hispano godo oriundo de la zona (Casius) pactó con los invasores musulmanes y se convirtió al Islam, consiguiendo así continuar señoreando esa zona del valle del Ebro y prolongando este poder entre los de su estirpe (los Banu Qasi), que durante generaciones afirmarán su poder en el sur del actual territorio navarro, aliándose con los Arista en diversas ocasiones en contra del poder central del emirato cordobés, o del afán expansionista del Imperio carolingio. Navarra fue uno de los núcleos montañeses de resistencia cristiana impulsados por los francos carolingios que se formaron en los Pirineos, frente a la dominación islámica de la península Ibérica, al igual que en Aragón y Cataluña. Inicialmente fue conocido por los cronistas francos como Reino de los Pamploneses o Reino de Pamplona y poco más tarde, como Reino de Pamplona-Nájera en referencia a la importancia en su organización de la ciudad riojana. En su etapa de mayor expansión territorial, durante la Edad Media, el reino abarcó territorios atlánticos y se expandió más allá del río Ebro, hacia territorios situados en las comunidades autónomas contemporáneas de Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, País Vasco y las regiones administrativas francesas de Aquitania y Mediodía-Pirineos, en las antiguas provincias de Gascuña y Occitania. Las capitales vascas de Vitoria y San Sebastián fueron fundadas por el rey navarro Sancho VI el Sabio.
Etapa final
En su etapa final, el reino resultó dividido en:
- La Navarra peninsular o Alta Navarra, que fue invadida en 1512 por Fernando el Católico con el apoyo de Luis Beaumont, hijo del líder Beaumontés exiliado tras perder la guerra civil de Navarra años antes, y fue anexionada a la Corona de Castilla, la cual evolucionaría conservando instituciones propias y la denominación de Reino hasta 1841, dentro del Reino de España.
- La Navarra continental o Baja Navarra, que se unió dinásticamente con Francia a finales del siglo XVI, y en 1620 se integró en la Monarquía francesa. Aunque los reyes conservaron la titulación reyes de France et de Navarre hasta la abolición de los privilegios de los territorios de la Monarquía en 1789, en época de la Revolución, no obstante los reyes Luis XVIII y Carlos X recuperaron el título de Reyes de Francia y de Navarra durante sus reinados, durante el primer tercio del siglo XIX.
El título del príncipe heredero es Príncipe de Viana, que hoy en día ostenta Felipe de Borbón, hijo y heredero del rey Juan Carlos I.
Curiosidades

Fuentes
- José María Lacarra (1975). «Navarra partida en dos», Caja de Ahorros de Navarra (ed.). Historia del Reino de Navarra en la Edad Media. ISBN 84-500-7465-7.
- Elaboración propia consultando:María Cruz Pérez Equiza (2006). «El final del Reino», Gobierno de Navarra (ed.). Atlas de Navarra Geografía e Historia. ISBN 84-934512-1-5.
- Tomás Urzainqui Mina, Navarra Estado europeo, p. 264. ISBN 84-7681-397-X
- Bixente Serrano Izko, Navarra. Las tramas de la historia, pág. 129. ISBN 84-932845-9-9
- J.A. García de Cortazar, tomo II de la Historia de España Alfaguara, La Época Medieval. Ed. Alfaguara, 1973. ISBN 84-206-2040-8
- Reino de Navarra. Wikipedia, la enciclopedia libre. Consultado el 22/11/2012. Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Reino_de_Navarra