Abeja carniola
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Origen
El nombre de Carniola proviene de ser originaria de los Alpes Cárnicos, que están situados donde convergen las fronteras de Austria, Italia y Eslovenia. Esta región se caracteriza por inviernos prolongados y muy fríos, y primavera y verano de corta duración.
La Abeja Carniola debe su nombre a una región de la parte occidental de Eslovenia. Tiempo atrás este insecto solo se hallaba en la Península Balcánica e incluso más al norte, en los Cárpatos.
Características

Las Abejas Carniolas son grandes y largas. El cuerpo velludo tiene anillos grisáceos. La quitina es más obscura, pero no es raro de encontrar, en la parte abdominal de la abeja, los anillos más claros, de coloración marrón, o puntos más claros en el abdómen. Su glosa o lengua es muy larga de 6.5 a 6.7 milímetros lo que le permite alcanzar néctar de flores que otras abejas no pueden libar. Presenta muy buena producción de miel en primavera y verano, presentan un pelaje muy corto. Es de color castaño-grisáceo generalmente oscuro, con rayas de un color castaño más ligero.
Comportamiento
- Se adapta excelentemente a todos los relieves geográficos y condiciones climáticas.
- No es agresiva, lo que es muy importante para su agregación en grandes aglomeraciones e inclusive en ciudades.
- Tiene un excelente instinto de orientación.
- Cubre excelentemente los panales de miel, porque tiene sentido de limpieza (excelente abeja para fabricar la miel en los panales) y no propoliza.
- Tiene un carácter especial y necesita constantemente aumentar o disminuir el hábitat.
Se extiende la fama

Con el paso del tiempo Carniola ha aportado numerosas e importantes contribuciones al arte y la ciencia de la apicultura de Viena. A fines del Siglo XIX, los especialistas se dieron cuenta de que la resistente Abeja Carniola satisfacía las necesidades de los apicultores de muchos otros lugares. Fue entonces en aquella época cuando se le puso el nombre de Abeja Carniola y comenzaron a llevarla a todas partes del mundo.
Símbolo popular
Desde hace mucho tiempo los eslovenos ven la abeja como un símbolo de laboriosidad y sabiduría. La primera sociedad científica de la actual Eslovenia, la Sociedad de los Industriosos llevaba una en su emblema. También la consideran símbolo de economía y su figura que ha penetrado en el mundo de las finanzas, puede observarse en la portada de algunas libretas de ahorro y en el reverso de ciertas monedas nacionales. Los eslovenos, conocidos como un pueblo trabajador, se identifican con este insecto, de hecho tienen un refrán que dice: Observa las abejas e imítalas.