Arístipo

Arístipo

Filósofo griego, discípulo de Sócrates, fundador de la denominada escuela cirenaica (hedonista) (Cirenaicos)
NombreArístipo
Nacimientoaño 435 a.n.e.[1]
Cirene
Fallecimiento355 a.n.e.[1]

Arístipo. Filósofo griego, discípulo de Sócrates, fundador de la denominada escuela cirenaica (hedonista) (Cirenaicos). Sus obras no se han conservado. Arístipo combinaba el sensualismo en teoría del conocimiento con el hedonismo en ética. Veía el fin supremo de la vida en el placer, mas el hombre, según Arístipo, no ha de convertirse en esclavo del goce, sino que ha de tender al placer prudente: en éste radica el bien supremo.[1]

Síntesis biográfica

Nació en Cirene en el año 435 a.C. y murió en el 350. Estudió las obras de los sofistas y luego se trasladó a Atenas. Luego de la muerte de Sócrates, fundó una escuela de Filosofía en su ciudad natal. A diferencia de su maestro, Aristipo cobraba sumas considerables por sus enseñanzas.

Al igual que Platón —pero con mejor suerte— visitó a Dionisio, tirano de Siracusa. Éste lo distinguió brindándole una vida lujosa e importantes retribuciones económicas. Sin embargo, Aristipo no pretendió intervenir allí en cuestiones de estado. Siempre mantuvo distancia de la actividad política, incluso en su ciudad natal. Decía que se consideraba un extranjero hasta en su propia tierra.

Pensamiento

De los sofistas heredó una gnoseología escéptica: «Sólo podemos estar seguros de las sensaciones.» Consideraba incognoscibles a las cosas tal como son en sí mismas. Por eso no podía sostener como ideal de vida la racionalidad y la Ciencia. Por el contrario, era partidario de basar la vida en las impresiones, único dato seguro. Si nos atenemos a lo que éstas nos dicen, encontraremos que el bien es el placer y que sólo él puede servir como medida para juzgar los demás valores. El placer es un "movimiento suave", a diferencia del dolor que es un "movimiento áspero". Para conseguir el placer hace falta sabiduría y prudencia. Ellas señalan al hombre lo que le conviene, enseñándole a evitar no sólo el dolor sino también aquellos placeres que son causa de dolor. No hay entonces peor mal que la ignorancia.

Sin embargo, si el placer es individual, ¿por qué los hombres se reúnen y viven en sociedad? A este fenómeno Aristipo lo explica por el placer que le genera al individuo el relacionarse con el prójimo.

Frases de Arístipo

Capacidade nativa sem educação é como uma árvore sem frutos
É preferível ser mendigo a ignorante, para um mendigo só interessa o dinheiro, mas uma pessoa ignorante quer a humanidade (Aprendizado)
A arte da vida consiste em tomar os prazeres que passam e, os mais agudos prazeres não são intelectuais, nem são sempre morais (Prazer)
O País de um homem sábio é o mundo (Sabedoria)
Somente o presente nos pertence, não o momento passado nem aquele que esperamos, porque um já se desfez e o outro não sabemos se virá (Tempo)
"No puedo querer a ninguna mujer porque al vino que bebo tampoco lo quiero y, en cambio, lo disfruto", decía Aristipo.

Referencias

  1. 1 2 3 Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 23.

Fuentes

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