Domingo Nieto
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Domingo Nieto y Márquez nació en IIlo, el 5 de agosto de 1803, fue un militar y político peruano, Jefe de Estado provisorio del Perú durante 1843 y 1844 y recibió en vida el seudónimo de "El Quijote de la Ley", pues a través de su acción respaldó siempre a la autoridad legítima.
Síntesis biográfica
Hijo de Domingo Nieto Hurtado de Mendoza, tesorero perpetuo del tribunal de la Santa Cruzada de Arequipa, y de María del Carmen Márquez. Pertenecía a la ilustre familia de los condes de Alastaya. Nació en una hacienda cerca del puerto de Moquegua, aunque él mismo se consideraba moqueguano por razones de descendencia familiar. Estudió en Moquegua, probablemente en el colegio de los Betlemitas del hospital. Era todavía muy joven cuando se incorporó a la avanzada del Ejército Libertador que llegó a Moquegua bajo el mando del teniente coronel Guillermo Miller, en mayo de 1821. Poco después hizo su bautismo de fuego en el combate de Mirave, el 22 de mayo, debido a su destacada actuación, se le otorgó el grado de teniente de caballería. Durante la Primera Expedición a Intermedios, actuó en las batallas de Torata y Moquegua (enero de 1823). Ascendido a capitán, concurrió a la Segunda Campaña de Intermedios en las filas del Regimiento Lanceros de la Guardia, a fines de 1823. Luego, bajo el mando del general José de La Mar, participó en la campaña libertadora de Bolívar y estuvo presente en las dos grandes batallas finales de la independencia: Junín y Ayacucho (1824). Luego acompañó al mariscal Antonio José de Sucre en la campaña del Alto Perú, participando en la toma de Potosí (1825). Concurrió enseguida al segundo sitio del Callao, hasta su culminación con la capitulación de Rodil, el 23 de enero de 1826. Ascendido a teniente coronel, participó en la campaña contra los rebeldes iquichanos de Huanta que aún peleaban a favor del rey de España (1827). Luego, al frente del Primer Regimiento de Húsares de Junín, marchó al norte, tras el estallido de la guerra entre el Perú y la Gran Colombia (1828). Durante la batalla del Portete de Tarqui, librada el 27 de febrero de 1829, encabezó una carga de los húsares para contener el ataque del escuadrón Cedeño de la caballería gran colombiana, sosteniendo luego un combate singular con el comandante venezolano José María Camacaro, a quien atravesó con su lanza. Este episodio memorable le ganó fama de intrépido
Guerra contra la Gran Colombia
Promovido ya a teniente coronel (1826), efectuó la campaña contra los rebeldes iquichanos (1827) y, al frente del I Regimiento de Húsares de Junín, participó en la Guerra contra Colombia (1828-1829). Durante la Batalla del Portete de Tarqui el 27 de noviembre de 1829, encabezó una acometida de los húsares para contener el ataque de la caballería colombiana y ante ambas fuerzas, sostuvo un combate singular con el comandante Camacaro, a quien atravesó con su lanza. Promovido a la clase de Coronel el 24 de julio de 1829, tuvo a su cargo una brigada de caballería durante la campaña que el presidente Agustín Gamarra condujo hacia la frontera con Bolivia (1831). Conservaba su mando cuando fue ascendido a general de brigada el 6 de julio de 1833. Al conocerse en Arequipa el pronunciamiento del general Pedro Bermúdez, asumió la comandancia militar del departamento el 12 de enero de 1834 y organizó la defensa de la autoridad legal.
El combate con Camacaro
El episodio del combate singular de Nieto con el lancero gran colombiano Camacaro es fidedignamente histórico aunque parezca ya legendario: Camacaro, lancero de Colombia, jefe de un regimiento, reta a Nieto, jefe de un regimiento peruano, a combate singular, como en los torneos medievales, a fin de ahorrar la sangre del resto de la oficialidad y de la tropa. Camacaro es hercúleo y de enorme talle, a punto tal que lo llaman “el gigante”; Nieto, antes bien, es de corta estatura. No obstante la aparente desventaja física, Nieto acepte la proposición. Parten los caballos al galope; se cruzan las lanzas; el gigante Camacaro es atravesado y muerto: Nieto ha obtenido la victoria. Entonces, a despecho de lo estipulado, los colombianos enfurecidos atacan súbitamente, según parece, a los peruanos. Nieto tiene que ordenar la retirada. Más tarde, al atravesar un desfiladero, los peruanos divisan las tropas de Sucre, que, desde la altura, dominan completamente la situación. Nieto se prepara para lo peor. El vencedor de Ayacucho ha tenido ya noticia del épico lance, e hidalgamente, en vez de ordenar el ataque, que pudiera ser a mansalva, dadas las circunstancias, se descubre y saluda al héroe peruano y ordena se le rindan honores militares. Nobleza obliga. Nieto responde al saludo del adversario. El parte de la batalla del Portete de Tarqui da cuenta, con el acostumbrado laconismo castrense, de la bravura de Nieto; pero el caballeresco episodio fue narrado, con algún detalle, por el Deán Valdivia en sus Memorias, y está certificado por la autoridad de Jorge Basadre en la última edición de su monumental Historia de la República.
Su lucha por la legalidad
Sostuvo adversas acciones armadas en Miraflores el 2 de abril y Cangallo el 5 de abril, contra las fuerzas sediciosas, y después del abrazo de Maquinguayo el 24 de abril de 1834, ejerció la jefatura política y militar de los departamentos del sur. Promovido entonces a General de División en julio de 1834, pasó a Lima, donde asumió la Inspección General del Ejército, y en tal virtud dirigió las operaciones contra un motín efectuado en las fortalezas del Callao el 1 de enero de 1835. Pero allí se inició luego el pronunciamiento del general Felipe Santiago Salaverry un 22 de noviembre de 1835, quien dispuso la prisión de Nieto. Desterrado por su orden a California, logró desembarcar en Huanchaco y organizar la defensa de la autoridad legal.
Presidente Provisorio
Formó, en Tacna, una junta de gobierno el 9 de junio. Triunfó sobre las fuerzas directoriales en Pachía el 29 de agosto y, convertida aquélla en Suprema Junta de Gobierno Provisorio, tocole a Domingo Nieto la presidencia. La ejercía, en Cusco, cuando murió el 27 de febrero de 1844.
Homenajes en el Perú
En [1936]], al crearse por la Ley N° 8230 el departamento de Moquegua, se dispuso que una de las dos provincias de ese departamento lleve su nombre. El Congreso, por Resolución Legislativa Nº 12177 del 24 de diciembre de 1954 lo declaró PRÓCER y ordenó que sus restos, que hasta entonces reposaban en Moquegua, fueran depositados en el Panteón de los Próceres, lo que se puso cumplimiento el 2 de abril de 1963. Por Resolución Suprema N° 31 IGE/IM del 19 de septiembre de 1949 el Regimiento de Caballería Escolta del Presidente pasó a llamarse "Regimiento de Caballería "Mariscal Domingo Nieto" Escolta del Presidente de la República". Dicho Regimiento fue desactivado el 5 de marzo de 1987 por orden del presidente Alan García Pérez y fue transformado, años después, en una unidad moto-mecanizada llevando como nombre: Regimiento de Caballería Blindada “Mariscal Domingo Nieto” Nº 17, unidad acantonada en el Cuartel “Teniente EP Miguel Cortés”, de la Guarnición de Sullana, e integrante de la 1ª Brigada de Caballería del Ejército del Perú. Sin embargo mediante la Resolución Ministerial No 139-2012/DE/EP del 2 de febrero de 2012, firmada por el gobierno de Ollanta Humala Tasso, se aprueba y se autoriza la reactivación del "Regimiento de Caballería "Mariscal Domingo Nieto" Escolta del Presidente de la República" como Escolta oficial del Presidente de la República del Perú, dándole como misión principal la de garantizar la seguridad del mandatario y del Palacio de Gobierno.Un Colegio Militar del Ejército del Perú, con sede en la Provincia de Ilo - Departamento de Moquegua, ostenta su nombre.