Jutía andaraz
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Descripción
El pelaje es color Caoba o Nogal y se oscurece hacia la cola que puede llegar a ser casi negra. Es tupido y largo.
La cabeza es casi puntiaguda con orejas y ojos de pequeños a medianos. En el hocico posee cerdas táctiles en forma de bigotes.
Las patas terminan en fuertes garras que le sirven para trepar a los árboles y agarrarse de sus ramas. Existen criterios sobre si la cola es prensil o no, pero se puede confirmar que es algo aplanada en su base: esto se nota al tacto.
Se afirma que la Jutía andaraz no debe agarrarse por la cola porque basta un tirón, no tan fuerte, para que se desprenda este apéndice del animal.
A pesar de ser arisca y desconfiada, se ha logrado la reproducción en cautiverio.
Hábitat
Existe en algunas de las regiones de las provincias más orientales. Vive en los montes de la Sierra Maestra, donde las poblaciones son de mayor número. Permanece en los árboles durante la noche.
Reproducción
Esta especie no es muy prolífera, pero es buena madre y defiende a las crías con valentía, las cuales nacen muy indefensas.
Alimentación
Se nutre de sustancias vegetales como hojas tiernas, retoños, raíces nuevas, vegetales en general y frutas.
Curiosidad
Adopta una forma muy peculiar en el momento de defenderse o alimentarse. Se sienta sobre sus extremidades posteriores , con la cola que le sirve de soporte. Esto le permite usar libremente las manos para agarrar los alimentos o para lanzar zarpazos a los enemigos.
Véase además
Fuentes
- Fernández Ricardo, Luis H, “Maravillas de la Zoología, Mamíferos 2", La Habana, Editorial Academia. 2006