Pólvora sin humo
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Historia
En 1884 el químico francés Paul Marie Eugéne Vieille inventó una nueva pólvora que, además de ser muchísimo más potente que la negra hasta entonces en uso en las armas de fuego, no producía humo ni residuos. Esta pólvora se componía de nitrocelulosa coloidal en granos, de tamaño y forma controlada.
Para la Guerra Hispanoamericana los Estados Unidos aún no estaban en posesión del secreto de la pólvora sin humo, por lo que adquirieron una gran cantidad de fusiles y carabinas Krag-Jorgensen dotados con cartuchos de pólvora sin humo para sus unidades regulares.
Sin embargo, las unidades de voluntarios seguían empleando el fusil Remington, con cartuchos de pólvora negra, al igual que su artillería, lo que los situaba en desventaja respecto a los españoles equipados con fusiles Mauser y cañones Krupp de pólvora sin humo.
Características
- La pólvora sin humo permite controlar el volumen de la presión en la recámara, modificando el tamaño y la forma de los granos de pólvora.
- Esto posibilitó obtener velocidades iniciales más elevadas, reducir el calibre de los proyectiles conservando su poder de impacto y penetración, al tiempo que disminuir el retroceso.
- Este nuevo explosivo propulsor barrió toda la variedad de armas en servicio, propició el nacimiento del "fusil de guerra" moderno y permitió reducir sus calibres desde 10-19 mm en los de pólvora negra, hasta 5-7,9 mm, con los que pronto se armaron todos los ejércitos del mundo.
La primera nación en adoptar este sistema fue Francia para su fusil Lebel de 8 mm, modelo de 1886.
Influencia de la pólvora sin humo en los calibres de la fusilería
Con Pólvora Negra
Con Pólvora sin humo
Véase también
Fuente
- Colectivo de autores. Enciclopedia de Historia Militar de Cuba (1510-1868). Centro de Información para la Defensa. MINFAR.