Punta del Guincho
Punta del Guincho![]() | |
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Península de Cuba | |
Entidad | Península |
• País | ![]() |
• Provincia | Camagüey |
• Municipio | Nuevitas |
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Punta del Guincho. En una península ubicada muy cerca de la bahía de Nuevitas en la costa norte camagüeyana, lugar donde inicialmente se fundó la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Ubicación geográfica
Se encuentra ubicada en los 21.53º de Latitud norte y los - 77.24 de longitud este, situación geográfica que la ubica a unos tres kilómetros de la bahía de Nuevitas.
El sitio original se encuentra al sur de la península de Pastelillo, en el perímetro septentrional de la bahía, a unos 3 kilómetros de la ciudad. Se yergue en un pequeño valle de unos 200 metros de ancho y 400 de fondo, abierto al mar por el sur entre las alturas del Vigía al oste y la del Fuerte El Soberano por el este, las que cierran el valle en dirección norte.
Historia
Según planos encontrados en el Archivo General de Indias, este lugar fue el asentamiento inicial de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, aunque aparece además los nombres de Pueblo Viejo y Valle del Chorrito de “Lázaro Pinto”, al este de la actual ciudad de Nuevitas, confirmado también en documentos del siglo XVIII.
También con las investigaciones arqueológicas realizada, ha quedado demostrado, que el Guincho se corresponde como el primer asentamiento de la villa, una de las primeras siete villas cubanas, fundadas en el proceso de conquista y colonización de la Isla a principios del siglo XVI.
Jorge Juárez Cano, en el libro Apuntes de Camagüey, asegura que ese día:
Según algunos autores, la zona estaba infectada de mosquitos y el agua no era abundante. Como consecuencia de estos inconvenientes geográficos, los habitantes se vieron obligados a buscar un lugar más adecuado y, en el propio 1516, la villa se establece en el cacicazgo de Caonao, a la orilla del río del mismo nombre.
Leyenda
Desde tiempos remotos para los nueviteros la pequeña península de Punta del Guincho y los alrededores ha constituido todo un enigma. Ello se debe, entre otras muchas razones, a que en el lugar existió presencia aborigen, de conquistadores españoles, además del asedio de corsarios y piratas que mantuvieron en jaque a los pocos vecinos del sitio.
Por oralidad, los lugareños dan por hecho de que en un valle contiguo a Punta del Guincho, conocido como “El Chorrito” debido a un ojo de agua existente en el lugar y del que se podía beber el fresco líquido, se fundó la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, entre 1514 y 1515, de ahí que no pocos se desempeñaron en desentrañar parte de los misterios que la sedimentada tierra guarda en las entrañas.
Algunos han encontrado restos de cerámica o conchas trabajadas, evidencia de la existencia allí de culturas prehispánicas, pero también han aparecido de la etapa correspondiente a la conquista y colonización, cuyas certezas mayores lo constituyen dos grandes cañones aparecidos en las primeras décadas del siglo XX cuando por el veril marino se realizaban movimientos de tierra para llevar la línea del ferrocarril hasta Pastelillo, lugar de atraque de buque con mieles y combustible.
Aquella presencia foránea siempre se vinculó a la opulencia de la potencia colonizadora y a algunas de las más arraigadas prácticas de las cuales se habló mucho en esta ciudad. Así en la primera mitad del siglo XX fueron cavadas por astutos las esquinas de los muros que aun existían del fuerte El Gobernador, contiguo al Chorrito en busca de supuestas monedas de oro que los españoles acostumbraban a depositar en las esquinas de los cimientos de las construcciones para que trajeran buen augurio.
Cuentan que a inicios de la década de 1950, un nativo que se dedicaba al arreglo de relojes, obtuvo un detector de metales, con el que se trasladó al Chorrito e inició la búsqueda para hacerse de los doblones supuestamente conservados bajo tierra desde épocas coloniales.
En el empeño se hizo acompañar de un corpulento amigo que le ayudara con el pico a cavar la tierra para alcanzar la presunta fortuna. Según cuentan, el hombre inició el movimiento pero cuando menos lo imaginó quedó totalmente inmóvil.
El hombre conminó al avisado relojero a abandonar el lugar y después de dejar atrás la Punta del Guincho, el relojero le preguntó al amigo qué había ocurrido que no siguió el empeño. El individuo le contestó asustado:
, provocándole tal pánico que desistió por siempre de tamaña idea.
La leyenda corrió como pólvora por Nuevitas y si cierto es que no se ha podido encontrar un fundamento lógico a lo narrado, al menos sirvió para que supersticiosos e inseguros, desistieran de saquear el importante sitio arqueológico para que sirva de importante fuente para estudios por varias generaciones de investigadores.
Fuente
- Ferrer Aluija, Ricardo. Leyenda de la caravela de Punta del Guincho Disponible en: "www.radionuevitas.icrt.cu". Consultado: 7 de septiembre de 2011.
- Artículo Nuevitas: ciudad de columnas predominantes y hermosos vitrales. Disponible en: "www.hicuba.com". Consultado: 7 de septiembre de 2011.