Río Mao
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Río Mao. Está situado al norte de la comarca del Bierzo, en la Provincia de León, comunidad aútonoma de Castilla y León (España).
Nacimiento
El río Mao es un río del noroeste de la península ibérica, afluente del Cabe y perteneciente, por tanto, a la cuenca hidrográfica del Miño. Su curso discurre por la provincia española de Lugo, en Galicia. Su localización, en el corazón de la Ribeira Sacra, al sur de la provincia de Lugo, es un enclave sensacional donde disfrutar de una escapada a un paraje natural repleto de escarpadas laderas.
La Ribeira Sacra
Es conocida especialmente por sus tesoros naturales, principal atracción turística que supone todo un reclamo de viajeros dispuestos a explorar esta zona en la que el río discurre encajonado a través de paisajes y montañas. También puedes aprovechar para visitar los espectaculares Cañones del Sil o transitar sus aguas en catamarán mientras descansas en tu casa rural en Parada de Sil.
Principales afluentes
Es alimentado por los ríos Cereixido, Carballedo y Noceda, y por otras corrientes menores como Toimil (Rego da Ide), Castro, Penalva, Riveira (Teilán), Boqueira, O Porto.
Desembocadura
Desemboca en el río Cabe en la parroquia de A Parte, municipio de Monforte de Lemos.
Flora
Se destacan los castaños, los rebles , los alcornoques, entre otros.
Fauna
La fauna de este río sufrió una grande alteración con la creación del embalse de Vilasouto, desapareciendo la trucha común, la anguila, la nutria y el cangrejo ibérico. Ha sido repoblado, con bastante éxito, con trucha "arco iris", aunque, aguas abajo de la presa, el caudal es muy irregular, aumentando en verano y siendo mínimo en invierno, lo que dificulta la estabilidad de la fauna.
Que visitar
Lo más espectacular de su trayectoria es en las inmediaciones con el río Sil, en Ribeira Sacra, es el tramo más importante que circula por la parte baja de los Cañones de este río, y la pasarela de madera que lo compone es de unos mil metros de longitud. Durante el camino se puede disfrutar de la vegetación autóctona de la zona, además el paseo está repleto de miradores con bancos, para admirar el paisaje y dejarse llevar por el encanto enxebre del lugar.

El estado de la ruta es muy bueno, las pasarelas se conservan muy bien y el paraje tiene acceso a vehículos (aunque no es excesivamente espacioso), es un lugar fantástico para transportarse a los bosques celtas, los conxuros y las historias clásicas de meigas de la zona, sobre todo si se hace la ruta al atardecer.