Recurso literario
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Recurso literario. Lenguaje especial empleados por los escritores literarios en sus obras, al escribir, se sirven de los llamados recursos literarios o estilísticos: metáfora, personificación, hipérbaton.
Características
Los autores literarios utilizan el lenguaje de una manera especial, tanto en verso como en prosa, porque la literatura es una forma de expresión artística, y los escritores se valen de la palabra para crear belleza, de igual modo que, por ejemplo, un pintor utiliza el color y la imagen. Al crear una obra, el autor intenta transmitir un mensaje determinado; pero, sobre todo, cuida muy especialmente la forma en que lo hace, procurando que su lenguaje sea expresivo, sugerente, emotivo, para ello, emplea una serie de recursos, como repetir palabras o sonidos, eliminar otros, jugar con los significados, modificándolos, exagerándolos, etc., que consiguen diferenciar claramente el lenguaje literario del que usamos normalmente. Estos métodos son los que conocemos como recursos literarios o estilísticos, o también, como figuras retóricas.
Tipos
Existen tres tipos principales de recursos literarios: los semánticos, los sonoros y los gramaticales.
Recursos semánticos
Los recursos semánticos son los que afectan al significado que las palabras adquieren en el texto. Los más habituales son los siguientes: Comparación o símil: establece una relación de semejanza, es decir, una comparación, entre dos palabras o ideas, utilizando distintos elementos comparativos: como, tal, igual que, parece, etc. Ejemplo El dormir es como un puente que va del hoy al mañana. Por debajo, como un sueño, pasa el agua. (Juan R. Jiménez)
Metáfora
Tiene mayor valor artístico y de mayor fuerza expresiva. Consiste en trasladar el nombre de un elemento a otro con el que tiene una relación de analogía; es decir, en identificar a una persona, animal o cosa con otro ser porque tienen algo en común.
Metonimia
Como la metáfora, consiste en nombrar una realidad con el nombre de otra; pero, en este caso, la relación que se establece entre ambas puede ser muy variada: entra la causa y el efecto (la “dolorosa”, por la cuenta que hay que pagar), entre el instrumento y el que lo maneja (“una de las mejores plumas del país” por un escritor determinado), entre el lugar y el producto que de él procede (“bebían en fino bohemia”, por copas de cristal de Bohemia), entre el autor y su obra ('Se ha subastado un Picasso”, por un cuadro de Picasso), entre el continente y el contenido (“se ha tomado dos vasos”), etc.
Personificación
Consiste en atribuir cualidades o acciones humanas a seres que no lo son, como los animales, las plantas o los objetos.
Hipérbole
Consiste en exagerar los rasgos de una persona o cosa, ya por exceso (“veloz como el rayo”), o por defecto (“más lento que una tortuga”).
Antítesis
Contraposición de dos palabras o frases de significado opuesto, con el fin de enfatizar el contraste de ideas o sensaciones.
Expresión de lo contrario de lo que realmente se quiere decir o se siente. En el lenguaje coloquial se utiliza constantemente; por ejemplo, cuando decimos: ¡qué bonito!, para enfatizar una mala acción o un error.
Recursos fónicos o sonoros
Los recursos fónicos se valen de los sonidos de las palabras para producir determinados efectos o sensaciones: ritmo, sosiego, ruidos concretos, etc. Los más utilizados suelen ser la aliteración y la onomatopeya. Aliteración: repetición de uno o varios fonemas con intención expresiva, para reforzar ciertas emociones y sensaciones. Por ejemplo, la repetición de la r suele dar sensación de movimiento; el de la u, de oscuridad o angustia. ¿Qué te transmite a ti la aliteración de la l en los siguientes ejemplos?
A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero... (Miguel Hernández) Con el ala aleve del leve abanico. (Rubén Darío) Onomatopeya: palabra o frase cuyos sonidos sugieren el de la realidad a la que se refieren: tictac, tintineo, guirigay, murmullo, traqueteo, zumbido, zigzag, gorgoteo, cuco, croar...
Un no sé qué que quedan balbuciendo. (San Juan de la Cruz)
Recursos gramaticales
Los recursos gramaticales juegan con las palabras: añadiendo o suprimiendo algunas, repitiéndolas, cambiando su orden natural, etc. También afectan a ciertas estructuras. Los recursos gramaticales más conocidos son estos: Epíteto: adjetivo calificativo que insiste sobre una cualidad ya conocida e intrínseca al significado del sustantivo, por lo que no añade ninguna información (“Dejó su huella en la blanca nieve”). Suele aparecer antepuesto al sustantivo, y su principal valor es transmitir la realidad desde el punto de vista personal del autor.
El río va corriendo, entre sombrías huertas y grises olivarles por los alegres campos de Baeza. (Antonio Machado) Asíndeton: consiste en la supresión intencionada de nexos, sobre todo, de la conjunción y:
Un no rompido sueño, un día puro, alegre, libre quiero... (Fray Luis de León) Polisíndeton: es el recurso contrario al asíndeton, pues se basa en la multiplicación de nexos innecesarios, siendo lo más habitual la repetición de la conjunción y:
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... (Rubén Darío) Anáfora: repetición de una o varias palabras al comienzo de las frases o versos, para conseguir efectos sonoros o para remarcar una idea:
Menos tu vientre todo es confuso. Menos tu vientre todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio. (Miguel Hernández) Hipérbaton: alteración del orden normal de las palabras de una frase:
Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa. (Gustavo A. Bécquer) Paralelismo: consiste en repetir estructuras similares:
Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar. (Gustavo A. Bécquer)
Otros recursos
Existen otras formas de plasmar o manejar el lenguaje literario que no se incluyen en ninguno de los grupos anteriores, pero que merece la pena que conozcas porque aportan originalidad y diversidad a la literatura, y a ti seguro que te resultan muy divertidas. Entre ellas, destacan las greguerías, los caligramas y los acrósticos. Greguerías: afirmaciones ingeniosas y divertidas, escritas en prosa, que se basan en la trasgresión de la lógica establecida. Su creador y principal representante fue el escritor español Ramón Gómez de la Serna, autor de los siguientes ejemplos de greguerías:
El péndulo del reloj acuna las horas. El león tiene en la punta de la cola la brocha de afeitar. Aparecen días tan húmedos que hasta los tenedores sienten reuma. Las románticas se tocaban un bucle como si hablasen por teléfono con ellas mismas.
Caligrama
Poema cuyas palabras se colocan formando un dibujo que explica el contenido que se transmite en la poesía. Uno de los ejemplos más famosos es el poema titulado “La paloma apuñalada y el surtidor”, del poeta francés Apollinaire. Acróstico: grupo de frases, palabras o versos, cuyas letras iniciales o finales, leídas verticalmente, forman una palabra, un nombre o una frase.
Leer es... soñar, recitar, actuar, buscar y encontrar; Imaginar lugares lejanos y hasta allí viajar. Borramos malos recuerdos cuando leemos; Recordamos lo maravilloso, y soñamos con lo que vendrá. Otros, los que no leen, se pierden todo lo que nosotros vemos.