Ron Mueck

Ron Mueck
NombreRon Mueck
Nacimiento1958
Australia, Melbourne Australia
OcupaciónEscultor hiperrealista

Ron Mueck. Escultor hiperrealista, famoso por las espectaculares figuras humanas que construye con materiales sintéticos y pelo natural. Mueck se ha hecho un lugar entre los artistas más cotizados del siglo XXI con sus figuras solitarias que retratan con agudeza la psicología de los seres humanos.

Síntesis biográfica

Residente en Londres desde los años 90, Ron Mueck nació en el seno de una familia de jugueteros de Melbourne, donde creció entre muñecos de guiñol y disfraces. Sin ninguna clase de formación artística reglada, comenzó su carrera elaborando máscaras y decorados para el cine y la televisión, lo que terminó por catapultarlo a Los Ángeles y posteriormente a Londres.

Fue en la capital británica donde Mueck realizó sus primeras esculturas artísticas, animado por su suegra, la pintora portuguesa Paula Rego. Aquellos primeros trabajos de 1996 no pasaron desapercibidos para Charles Saatchi, el gurú que aupó a la fama a creadores como Damien Hirst y Tracey Emin. Saatchi comenzó a coleccionar obras de Mueck y eso lo consagró como un valor en alza. Cinco años después, el artista australiano representaba a su país en la Bienal de Venecia de 2001, donde logró notable éxito con una gigantesca figura de casi 5 metros de altura que representaba a un adolescente en cuclillas.

Escencia de su Trabajo

Mueck, que tuvo su origen profesional en el mundo de los efectos especiales para el cine. No es un escultor cualquiera, ya que sus “obras de arte” son hiper-realistas, reproducen fielmente cada detalle del cuerpo humano, llega a tal extremo de poner en sus figuras poros, lunares, puntitos negros, vellos en los brazos y piernas, cabello y todo lo que el cuerpo pueda tener. Los detalles son tan reales, que si las esculturas tuvieran la estatura de una persona normalmente son más grandes o más pequeños), cualquiera podría equivocarse. Se interesa por la representación de la vida humana desde los primeros estadías hasta el final. Su gran habilidad para transmitir sentimientos como la soledad, la vulnerabilidad o la alienación da a sus esculturas una cercanía que conmueve al observador, siempre inquieto por la sensación de estar invadiendo la intimidad de unos personajes con los que, paradójicamente, se siente identificado.

Las esculturas de Ron Mueck oscilan entre el Realismo y la Abstracción, la intimidad y la monumentalidad, la vida y la muerte. Su autor utiliza materiales como fibra de vidrio, silicona y pinturas acrílicas para reproducir fielmente los detalles del cuerpo humano, pero amplía o reduce extraordinariamente su tamaño para crear imágenes que sacudan al espectador. Es el caso del retrato de su padre muerto, que provocó una enorme polémica en su día, y que representa el cadáver de su progenitor completamente desnudo y a sólo un tercio de su tamaño real. Comenzó su trabajo en el campo de los efectos especiales, pero fue en las artes plásticas que logró llamar la atención de todo el mundo. Sus esculturas logran un hiperrealismo escalofriante. Según el propio autor, no trabaja con modelos vivos, sino que recurre a fotografías o referencias bibliográficas. Ha exhibido su obra en las galerías más prestigiosas del mundo.

Expociones

Ha expuesto su obra con éxito en países como Japón, Australia y Nueva Zelanda, pero no es frecuente poder ver sus obras en Europa. La Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo, que ya exhibió la obra del autor en 2005, repara la falta con Ron Mueck, una exposición que hasta el 29 de septiembre reúne en París una selección de trabajos representativos del autor entre los que hay seis muy recientes y tres creados especialmente para la muestra.

Cada pelo por separado

Nunca hace sus piezas a tamaño natural porque evita el retrato y no quiere limitarse a la reproducción fiel de la anatomía. Esculpe en arcilla hasta que la obra contiene todos los detalles que exhibirá cuando esté terminada. La figura sirve como molde para la resina, sobre la que inserta el pelo y los ojos y crea posibles manchas y lunares en la piel. El autor esculpe en arcilla y usa la figura como molde para la resinaCada elemento es una obra de arte en sí mismo: el autor pinta a mano el iris de cada ojo; corta, pinta y coloca cada pelo por separado; si el personaje lleva zapatos, los esculpe con la textura exacta del calzado gastado, si va vestido, Mueck supervisa el tipo de prenda y de tela que llevará para controlar a la perfección que la caída de la ropa sea natural.

Fuente

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