Seña del humor
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La Seña del Humor, también conocida como La seña del humor de Matanzas es un conjunto cubano de humor escénico, de carácter marcadamente verbal; cuyos espectáculos estaban compuestos por piezas independientes, parte de las cuales empleaban la música en vivo como elemento destacado. La composición del conjunto varió con el tiempo, pero su trabajo y su imagen se consolidaron en el medio cultural con doce miembros, la mayoría universitarios, de diversos perfiles profesionales. Su trayectoria comenzó en la ciudad de Matanzas y abarcó 20 años de trabajo continuo, desde 1984 hasta 2004; se presentaron en los principales teatros de Cuba, así como en numerosas peñas universitarias, casas de cultura y otros espacios, además en radio y televisión.
Integrantes
Los integrantes del grupo desempeñaban una función actoral, aunque en muy diversa medida. Además de los músicos profesionales del grupo, casi todos sus miembros, según las necesidades de cada número, brindaban también apoyo vocal e instrumental a los números musicales.
La versión completa del grupo fue la siguiente:
Danny Aguiar, Rubén Aguiar, Pedro Alfonso, Pedrito, Yovani Bauta, José Braga, Antonio Carbonell,Tony, Leandro Gutiérrez, Pepe Pelayo, Aramís Quintero, Moisés Rodríguez, Enmanuel Sabater y Miguel Valdés.
En los últimos años, 1990, el grupo tuvo la composición siguiente:
Leandro Gutiérrez, Adrián Morales, Aramís Quintero y Moisés Rodríguez.
Historia
Antecedentes
En Cuba el humor ha tenido, tradicionalmente, una representación muy amplia y variada en los diversos medios: escénico, gráfico, radial y televisivo. El caso más conocido es el de La tremenda corte, de los años 1950, programa radial de gran difusión en varios países latinoamericanos. Pero entrados los años 1980 el humor cubano en teatros, radio y televisión se iba reduciendo sensiblemente. En este contexto, durante 1983, en la ciudad de Matanzas, el Semanario Yumurí, del diario provincial Girón, comienza a publicar una página de humor gráfico y literario llamada “Tubería de media”, de media pulgada, término usual entre plomeros. Era un humor de absurdo y juegos verbales que se apartaba del estilo costumbrista tradicional, y que aparecía enmarcado en una orla de cañerías con numerosos empalmes y salideros. Los autores de los textos eran Pepe Pelayo, ingeniero civil, Aramís Quintero, licenciado en Filología y Moisés Rodríguez, licenciado en pedagogía, mención literatura. Discrepancias con el diario motivaron que los autores de la página decidieran cerrarla a los pocos meses. Y para ello organizaron, ese mismo año, una exposición de humor gráfico, objetos humorísticos y humor literario, en la galería provincial de arte de Matanzas, así como un acto de clausura, de carácter humorístico, que tuvo lugar en la biblioteca provincial a inicios de enero de 1984. Ambos fueron un éxito de público, y la exposición giró después por varias ciudades y pueblos de la provincia.
Comienzos
Estas acciones fueron el punto de partida de lo que sería La seña del humor. Ya en el mismo mes y año, un amplio grupo compuesto por humoristas gráficos que participaron en la exposición, actores radiales de la emisora provincial, los escritores de “Tubería de media”, y algunos más, constituían una primera versión de La seña y comenzaban a presentarse, muy informalmente, en el pequeño escenario de la sala de conciertos de la ciudad, Sala White. El éxito inmediato de estas presentaciones los obligó a pasar a un escenario mayor, el del cine-teatro Atenas. Y de aquí, en el mismo año, al prestigioso teatro Sauto de Matanzas, una joya de la arquitectura colonial, que en adelante sería plaza habitual de los espectáculos de La seña del humor.
El grupo inicial, demasiado amplio y heterogéneo en cuanto a gustos y conceptos, sin una dirección artística funcional para todos, era incapaz de establecer una línea definida y coherente de trabajo. Muy pronto, varios de sus miembros se retiraron y algunos nuevos, como los excelentes músicos Danny Aguiar, Rubén Aguiar y Pedro Alfonso, y la actriz Leticia Martín, de notable vis cómica, se incorporaron a La Seña. Leticia, por motivos personales, después de 1987 tuvo que abandonar también el grupo. Este quedó compuesto, hasta 1991, por los doce integrantes ya señalados, y a finales de los años 80 se incorporó también, por un breve período, Pablo Garí ,Pible, humorista de gran ingenio verbal.
Éxito nacional y desarrollo
Pepe Pelayo y Aramís Quintero habían acumulado, durante años, una gran cantidad de ideas y esbozos susceptibles de ser llevados a la escena. Esto facilitó mucho material para los dos primeros años de trabajo. Cuando ambos quedaron a cargo de los guiones y la dirección artística de los espectáculos, La seña pudo realizar un trabajo de estilo nuevo y coherente, con un notable éxito del público y de la crítica, en el país, que la consideró como el punto de partida de una nueva manera de hacer humor.
Durante el verano de 1985 La seña se presentó, por primera vez, en un escenario de La Habana, el gigantesco teatro Karl Marx, con capacidad para 5000 personas, que estuvo lleno en casi todas las funciones. Este escenario sería una de las plazas más frecuentadas por La seña. Fue el estreno del espectáculo Jaguar you, Claudio, juego de palabras con los nombres de dos series televisivas muy populares, El jaguar y Yo, Claudio, con la dirección de Alejandro García, Virulo. Terminada la temporada en la capital, el espectáculo giró por todo el país. Con esto, y con las primeras apariciones del grupo en la televisión, la popularidad de La seña del humor quedó definitivamente reafirmada. A partir de entonces, los estrenos del grupo para el teatro fueron ganando complejidad artística en las ideas y las puestas escénicas. Con ello, y con innumerables presentaciones en diversos espacios y eventos, a lo largo del país, se fue creando un amplio público que incluía tanto universitarios como obreros, jóvenes como adultos mayores.
A Partir de los difíciles años 90
En 1991 Pepe Pelayo y Aramís Quintero viajaron a Chile, donde trabajaron como guionistas de una serie de programas de televisión para un conocido personaje humorístico e infantil, Pin Pon. En esta oportunidad Pelayo fijó su residencia en Chile, y Aramís, de vuelta a Cuba, quedó a cargo, a partir de 1992, de todo el trabajo de guion y dirección de La seña. Luego, por las crecientes dificultades económicas del país y la falta de apoyo institucional, otros miembros fueron emigrando y el grupo comenzó a desintegrarse lentamente. En esos años se incorporó a La seña el actor Adrián Morales, que había trabajado eventualmente con el grupo. A fines de la década solo quedaban en La seña Leandro Gutiérrez, Adrián Morales, Aramís Quintero y Moisés Rodríguez. No obstante, su línea y estilo de trabajo característico se mantuvieron inalterables. En 1999, luego del estreno de un último espectáculo teatral de La seña, Aramís Quintero se trasladó también a Chile. Los miembros restantes continuaron presentando algunos de los números del extenso repertorio de La seña, manteniendo su estilo y su nombre en diversos espacios y como parte de otros espectáculos. En enero del año 2002 Pepe Pelayo y Aramís Quintero viajaron a Cuba y, junto a los integrantes que aún quedaban de su grupo, se presentaron en el teatro Sauto, donde La seña fue homenajeada por diversas instituciones de la ciudad.
En enero de 2004 ambos fundadores repitieron el viaje y se presentaron por última vez en la capital teatro Mella y en Matanzas, teatro Sauto, en actos y funciones de un homenaje nacional organizado por el Centro Promotor del Humor, que agrupa a los humoristas cubanos, para celebrar los 20 años de trabajo de La seña. En estas ocasiones los humoristas del país reconocieron a La seña del Humor como el grupo de iniciadores y maestros del movimiento de renovación del humor en Cuba. Poco después el grupo se desintegró por completo.
Características y trascendencia
Los espectáculos de La seña del humor tenían carácter de revista, compuestos por diversos números o piezas de dramaturgia independiente, en parte de las cuales la música, ejecutada en vivo, desempeñaba un papel protagónico. En todo caso el resorte principal del humor era verbal, a base de equívocos, contrastes, absurdos y juegos de conceptos y de palabras. Solía crearle falsas expectativas al público para luego sorprenderlo mediante el texto o la situación. Sobre una base general de humor blanco y universal, a menudo con un tono infantil, se incluían referencias a circunstancias cotidianas y también a diferentes planos de la cultura, tanto de la llamada alta cultura como de la llamada popular. Y aunque este humor se percibía a menudo como inteligente, sobre todo por sus referencias culturales, lo cierto es que se las arreglaba para mantener la comunicación con el más amplio público posible, por lo que no resultó, de hecho, un humor de minorías, sino muy popular. A esta popularidad contribuyó desde luego la televisión, pero La seña fue muy parca al respecto: aparecía en televisión de manera muy eventual, con algún que otro número, pues su vocación era sin duda el teatro. Nunca se comprometió con un espacio fijo en televisión, para evitar el desgaste y la merma de calidad que eso implicaría.
La labor de La seña fue reconocida como el comienzo de lo que se llamó “nuevo humor cubano”, dado por dos razones: la primera, que este humor se apartaba de los tonos y formas tradicionales: comedias, sainetes, comedias de enredos o comedias de situación, temas costumbristas, dichos y situaciones “picantes”, énfasis en elementos escenográficos, de tramoya, utilería y vestuario, etc.. La segunda razón, que a partir de La seña, y claramente estimulados por ella, comenzaron a surgir en todo el país diversos grupos de humoristas escénicos que también se apartaban del modo tradicional de hacer humor. Estos, con características propias y distintos niveles de calidad, continuaron y diversificaron el camino abierto por La seña, en el medio teatral, sobre todo en la segunda mitad de los años 80 y parte de los 90.
Espectáculos teatrales de La seña del humor (Estrenos)
- Hazme una señal chiquita. Cine-teatro Atenas. Matanzas, 1984.
- La Seña enseña. Cine-teatro Atenas. Matanzas, 1984.
- Coge la seña. Teatro Sauto. Matanzas, 1984.
- Loquitas y ropones. Teatro Sauto. Matanzas, 1985.
- La contraseña uno. Teatro Sauto. Matanzas, 1985.
- El Sauto y seña. Teatro Sauto. Matanzas, 1985.
- Jaguar you Claudio. Dirección de Alejandro García (Virulo). Teatro Karl Marx. La Habana, 1985.
- Más vale seña que maña. Teatro Sala Universal de las FAR. La Habana, 1986.
- La Seña se ensaña. Dirección de Pedraza Ginoris. Teatro Karl Marx. La Habana, 1986.
- La Seña en concierto. Teatro Nacional. La Habana, 1987.
- Señales de humo…r. Teatro Karl Marx. La Habana, 1988.
- Lo oculto y lo popular. Teatro Acapulco. La Habana, 1990.
- Señeras y señeros, buenas noches. Teatro Karl Marx. La Habana, 1990.
- Cinemaseña. Teatro Acapulco. La Habana, 1991. (Realizado solo por Pepe Pelayo, Pible, Aramís Quintero y Moisés Rodríguez).
- Música, poesía y humor I. Teatro Sauto. Matanzas, 1992.
- Música, poesía y humor II. Teatro Sauto. Matanzas, 1993.
- ¡Hey, Roberto!. Teatro Sauto. Matanzas, 1993.
- Na’que ver. Sala Cámara Negra. Santiago de Chile, 1993. (Realizado solo por Pedro Alfonso y Pepe Pelayo).
- A cuatro manos. Teatro Sauto. Matanzas, 1995.
- Cuando el río ríe. Teatro Mella. La Habana, 1995.
- Los señaterrestres. Teatro Mella. La Habana, 1997.
- Con todo mi humor. Teatro Sauto. Matanzas, 1999.
Otras actuaciones destacadas
La Seña formó parte también de otros espectáculos y eventos culturales, entre los cuales se destacan:
- Festival Internacional de la Canción. Varadero (Matanzas), 1984, 1986, 1987, 1988.
- En compañía de Les Luthiers. En la Sala Atril del Teatro Karl Marx. La Habana, 1984.
- IV, V, VI y VII Bienal Internacional del Humor. San Antonio de los Baños, La Habana, 1985-1991.
- Espectáculo En marcha hacia el 2000. Teatro Karl Marx. La Habana, 1986.
- Espectáculo Miramar 81, 32 y 132. Teatro Karl Marx. La Habana, 1987.
- I Encuentro Latinoamericano de Humor. Teatro Karl Marx. La Habana, 1988.
- II Encuentro Latinoamericano de Humor. Teatro Karl Marx. La Habana, 1990.
- En compañía de Luis María Pescetti. Teatro Sauto. Matanzas, 1990.
- Concurso Nacional de Humor Seña’90. Teatro Sauto. Matanzas, 1990.
- Concurso Nacional de Humor Seña’91. Teatro Sauto. Matanzas, 1991.
- Homenaje de Matanzas a La Seña del Humor. Teatro Sauto. Matanzas, 2002.
- Homenaje nacional a La Seña del Humor. Teatro Mella (La Habana) y teatro Sauto (Matanzas), 2004.
Televisión
Cortos Señavisión para la televisión cubana. 1987-1988.
La Seña del Humor se presentó en diversos programas televisivos, como 9550, Y algo más, A ritmo caliente, Breve encuentro con…, Cinco y media en el 6, Revista de la mañana, Listo estudio, Factor C, Especial NTV, Joven Joven, Musical abril, En marcha hacia el 2000, TRRP, De sábado para domingo, Contacto, Mañana es domingo, Televista, Panorama, En siete días, Ajiaco, Juntos a las 9, Sabadazo, etc.
Entre todo su trabajo televisivo destaca la serie de cortos Señavisión, concebida, escrita y actuada por La Seña. Estos cortos continuaron presentándose en la televisión cubana dentro del espacio Contra el olvido, concebido como archivo de clásicos del humor cubano.
Radio
Programa Teoréticas. Emisora C.O.C.O. La Habana, 1989-1990.
La Seña del Humor se presentó también en diversas emisoras radiales del país, como Radio Rebelde, Radio Progeso, C.O.C.O. y Radio 26. Entre todo su trabajo radial destaca el programa Teoréticas, concebido, escrito y actuado por La Seña.
Humor gráfico y literario
Revista Seña. No. 1. Matanzas, 1988.
En este número único escribieron: Rubén Aguiar, Pedro Alfonso, Yovani Bauta, Pepe Pelayo, Aramís Quintero y Moisés Rodríguez. El humor gráfico estuvo a cargo de Yovani Bauta, Tony Carbonell, Enmanuel Sabater y, como invitado, Manuel, humorista gráfico reconocido a nivel internacional.
Personajes emblemáticos
- Roberto Roberto Pepe Pelayo: La cultura es lo máximo (pero él es lo mínimo).
- Quirino el loco Moisés Rodríguez: Loco, sí, pero con toda su razón.
- El Presentador y Entrevistador Aramís Quintero: Si no es en serio, ¡entonces no!
- Yunisexis López, Tony Carbonell: Sí, soy de otra época, ¿y qué?
- Papito, Adrián Morales: ¡No!... ¿Eso es el público?
- Diosdado Yépez, Leandro Gutiérrez: Yo sí me entiendo, claro… ¿o no?