Los ajíes son conocidos por su sabor picante. La mayoría de ellos son picantes por naturaleza, pero pueden volverse mucho más picantes después del proceso de secado. Si bien esto requiere tiempo, secarlos es una manera sencilla de llevar tus platos picantes al siguiente nivel.

Método 1
Método 1 de 3:
Secarlos en el horno

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    Revísalos para determinar su calidad. Tendrás que hacerlo en cada método de secado, ya que esto ayudará a garantizar que no estén podridos o golpeados antes de secarlos. Dedica un momento a revisarlos para identificar los puntos blandos, las áreas con colores extraños o un olor apestoso. Enjuaga los demás para eliminar las manchas de tierra.[1]
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    Córtalos en mitades. Usa un cuchillo afilado para cortarlos a lo largo. Esto permitirá que cada mitad se caliente de manera uniforme.[2]
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    Colócalos en filas sobre una bandeja para galletas. Antes de colocarlos en el horno, sepáralos en la bandeja. Esto hará que cada pedazo se exponga a una cantidad de aire uniforme. [3]
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    Precalienta el horno a 57 °C (135 °F). Esta podría parecerte una temperatura baja, pero evitará que los ajíes se cocinen durante el proceso de secado. Cuando lo precalientes, abre una ventana para garantizar que haya un flujo de aire abundante en la cocina y las habitaciones cercanas.[4]
    • Según el horno, puedes configurar la temperatura de precalentamiento inicial a un valor más alto o más bajo que 57 °C (135 °F). El umbral recomendado es de 43 a 66 °C (de 110 a 150 °F).[5]
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    Mantén la puerta del horno abierta un par de centímetros o pulgadas. Esto permitirá que el aire entre en él y expulsará la humedad de los ajíes. Puedes ir a una habitación diferente durante la mayor parte del proceso de secado, ya que la puerta abierta del horno hará que la cocina y las habitaciones cercanas estén muy cálidas.[6]
    • Si tienes un horno de convección que permita el flujo de aire de manera automática, puedes omitir este paso.[7]
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    Gíralos cada hora para garantizar que todos los lados se sequen bien. Estarán secos una vez que luzcan delgados y correosos.[8] Colócalos en un recipiente de cierre hermético para guardarlos.[9]
    • Según el horno que tengas, este proceso puede tomar de unas horas a varios días. Solo usa este método si vas a estar en casa por un tiempo prolongado.[10]
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Método 2
Método 2 de 3:
Secarlos al aire en la cocina

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    Asegúrate de que estén frescos. Es muy importante que te asegures de que ninguno esté podrido antes de exponerlos al aire. Las áreas pastosas, decoloradas o con mal olor son signos de que debes desecharlos. Enjuaga los remanentes para eliminar la tierra.[11]
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    Coloca hilo en una aguja de coser y pásalo por el tallo de cada ají. Para mantener un flujo de aire uniforme, debes mantener una distancia mínima de 2,5 cm (1 pulgada) entre cada uno. Si no tienes una aguja de coser, puedes atar el hilo alrededor de cada tallo para colgarlos.[12]
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    Cuélgalos en la cocina. Mantenlos alejados de toda humedad, ya que esto obstaculizará el proceso de secado. Una vez que se sequen, guárdalos en un recipiente de cierre hermético.[13]
    • Por lo general, se requieren como mínimo 3 o 4 semanas para que se sequen al aire.[14]
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar un deshidratador

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    Desecha todos los ajíes podridos. Antes de deshidratarlos, debes revisarlos para detectar los puntos blandos, las manchas de colores extraños o el mal olor. Enjuaga los ajíes remanentes para eliminar el exceso de tierra. [15]
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    Córtalos en pedazos largos. Usa un cuchillo afilado de tu elección para hacer cortes verticales largos en cada ají. Esto ayudará a garantizar que cada uno reciba un flujo de aire uniforme en el deshidratador.[16]
    • Si tienen una longitud de menos de 2,5 cm (1 pulgada), quizás no tengas que cortarlos.[17]
    • Puedes retirar las semillas de los pedazos antes de colocarlos en el deshidratador, pero puedes usar las semillas que queden en el deshidratador para cocinar.[18]
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    Sepáralos en el deshidratador. Cuando coloques los pedazos en el deshidratador, deja un espacio entre cada uno. Esto también hará que cada pedazo reciba una cantidad de aire uniforme.[19]
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    Configúralo a 57 °C (135 °F). Una vez que coloques los ajíes en el deshidratador, puedes encenderlo para iniciar el proceso de secado.[20] Según la máquina que uses, puedes tardar hasta 24 horas para secarlos por completo. Puedes revisarlos en intervalos de unas horas para determinar cuán rápido se están secando.[21]
    • Según el deshidratador que tengas, podrías tener que configurarlo a una mayor o menor temperatura. Revisa su manual para conocer las instrucciones específicas. [22]
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    Guarda los ajíes secos en un recipiente de cierre hermético. Puedes usar un frasco o una bolsa con cierre, siempre y cuando sean herméticos. Si se guardan de forma apropiada, los ajíes secos pueden durar varios años.[23]
    • Estos también se pueden moler para preparar ají en polvo, el cual puede durar hasta un año.[24]
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Advertencias

  • Sostén los ajíes muy picantes con aguantes, ya que la mayoría de ellos contienen capsaicina, la cual irrita la piel.[25] La escala de Scoville es un recurso útil para revisar el nivel de sabor picante de diferentes ajíes. [26]
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Categorías: Frutas y verduras
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