Ya sea que te vayas de campamento, desees disfrutar de tu plato frío favorito fuera de casa o te quedes temporalmente sin servicio eléctrico, todos necesitan mantener su comida fresca en algún punto. Existen diferentes opciones para este fin, incluyendo la clásica hielera, que es todo un ícono de los campamentos, junto con otras alternativas más creativas para los momentos en los que requieres enfriar tu comida y no cuentas con un refrigerador.

Método 1
Método 1 de 2:

Almacenar los alimentos en una hielera

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    Elige una hielera hecha de material aislante que se adapte a tus necesidades. Las hechas de espuma de poliestireno son las más baratas y ligeras; pero también son menos efectivos que los otros. Los de plástico y metal cumplen mejor su función; el primero es fantástico para campamentos y el segundo es lo bastante resistente como para cazadores y pescadores. Por último, las hieleras eléctricas son las más caras, pero te evitan la necesidad de hielo.[1]
    • Compra una hielera que funcione con hielo seco para mayor flexibilidad.
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    Compra hielo seco para las carnes que requieran estar congeladas. El hielo seco está compuesto por dióxido de carbono y es más frío que el hielo normal (en promedio 109.3 °F (42.9 °C). Además no se hace líquido al calentarse, lo que ayuda a mantener la hielera limpia. Aísla tu hielo seco con cartón o periódico antes de agregarlo en capas a tu hielera y siempre coloca algo de hielo seco encima para maximizar el enfriado.
    • El hielo seco solo debe ser usado en hieleras que especifiquen ser aptas.
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    Evita usar las bolsas de hielo para fiesta que venden en los supermercados. Si bien son baratas y fáciles de conseguir, se derriten más rápido al estar compuestas por trozos muy pequeños de hielo.[2]
    • Reserva las bolsas de hielo de supermercado para rellenar la hielera al último minuto o para conservar tu comida fresca por 1 o 2 días como máximo.
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    Congela agua en contenedores de 2 litros (2000 ml) una semana antes de tu viaje. Mantén los contenedores en tu congelador hasta que salgas. Justo antes de salir, introdúcelos en tus hieleras para mantenerlos fríos.[3]
    • También puedes descongelar estos contenedores en el transcurso de 1 a 2 días para obtener agua potable helada.
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    Coloca bolsas térmicas en la hielera una noche antes del viaje. Hacer esto te asegurará que cuando empaques tu comida en la mañana, entre directamente en un entorno frío.[4]
    • El enfriado previo permite que tu comida permanezca fría por más tiempo.
    • Siempre usa bolsas térmicas antes que hielo embolsado. Vienen en muchos tamaños, formas y rangos de precio, y son reusables.
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    Lleva 2 hieleras y designa uno para alimentos y otro para bebidas. Abrir la hielera frecuentemente para sacar bebidas afectará a la calidad de la comida almacenada en esa hielera. Con una hielera designada para comida, puedes minimizar la cantidad de aire frío que escapa.[5]
    • Algunas marcas de hieleras los diseñan específicamente para comida.
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    Organiza la hielera en capas y mantén los alimentos congelados al fondo. Empieza colocando tu hielo al fondo de la hielera, seguido por los alimentos congelados y las carnes crudas. Continúa alternando entre capas de comida y de hielo, hasta llegar a los alimentos que requieren mínima refrigeración, como fruta fresca y vegetales. Asegúrate de que la última capa sea de hielo.[6]
    • Los alimentos que se encuentren más cerca a la tapa quedarán expuestos al aire más frecuentemente y sufrirán el mayor aumento de temperatura cuando levantes la tapa.
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    Conserva la hielera en la sombra. Siempre evita que la hielera quede expuesta a altas temperaturas. Durante el verano, cuando el clima es cálido, cúbrela con una manta o lona.
    • Mueve la hielera durante el día para asegurarte de que siempre esté en la sombra.
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    Monitorea la temperatura de la hielera con un termómetro digital. Los termómetros digitales (esos que puedes comprar para tu refrigeradora y congelador) pueden usarse para monitorear la temperatura de la hielera. La carne debe mantenerse en una hielera a una temperatura de 0 °F (−18 °C) o inferior, mientras que cualquier otra cosa que guardarías en tu refrigeradora debe estar en un entorno a 40 °F (4 °C)o menos.[7]
    • Desecha la comida perecible (carne, huevos, sobras) que esté almacenada a más de 40 °F (4 °C) por más de 2 horas.
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Método 2
Método 2 de 2:

Enfriando sin una refrigeradora

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    Crea una colección de bolsas térmicas y hielo en tu congelador. Siempre conserva espacio para cubos de hielo y bolsas térmicas para situaciones como apagones que puedan poner tu comida en riesgo.
    • Los bloques de hielo y el hielo seco son ideales para mantener tu congelador frío por largos periodos. Aproximadamente 50 pounds (23 kg) de hielo seco pueden mantener un congelador lleno de contenido de 18 pies cúbicos (0,509703 metros cúbicos) de tamaño por 2 días a una temperatura segura.
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    Congela 2 litros (2000 ml) de contenedores de jugo llenos de agua para emergencias. Cuando haya un apagón, puedes usarlos para mantener tu comida a una temperatura apropiada en tu refrigeradora, congelador y hieleras. También puedes descongelarlos para obtener agua potable helada.[8]
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    Monitorea la temperatura de tu congelador y refrigeradora. Con regularidad revisa sus temperaturas con termómetros digitales para asegurarte de que tu congelador esté como máximo a 0 °F (−18 °C), y tu refrigeradora a 40 °F (4 °C) o menos.[9]
    • Los termómetros digitales te permitirán determinar los alimentos que aún se pueden consumir con seguridad.
    • Desecha todos los alimentos perecibles (carne, huevos, sobras) que estén almacenados por encima de los 40 °F (4 °C) por 2 horas o más.
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    Almacena los alimentos que no necesitas inmediatamente en el congelador. Alimentos como la leche, carne fresca y sobras corren el mayor riesgo de echarse a perder en el refrigerador. Siempre asegúrate de almacenarlos en el congelador lo antes posible después del inicio del apagón para mantenerlos a una temperatura segura el mayor tiempo posible.[10]
    • Agrupa estos elementos juntos para conservar la baja temperatura por el contacto.
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    Llena el compartimento para verduras con arena para conservar los vegetales que son raíces frescos. Compra arena de tu ferretería más cercana y llena el compartimento para verduras. Este es un gran método para conservar raíces y frutas frescas al minimizar la humedad que normalmente hace que se pudran.[11]
    • Las verduras raíces y frutas incluyen zanahoria, manzanas, peras y remolachas.
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    Elabora un refrigerador de macetas para contar con una forma barata de enfriar. Estos económicos refrigeradores de macetas son muy fáciles de hacer; requieren unas pocas macetas, arena y agua. Colocando la arena entre las macetas y manteniéndola húmeda con el agua, la evaporación enfriará los vegetales y bebidas.
    • Usa agua del hielo derretido o de los contenedores de jugo para mantener la arena húmeda.
    • Los refrigeradores de macetas no funcionan en lugares con mucha humedad porque la evaporación se hace mínima en estos entornos.
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Advertencias

  • Las bacterias que se trasmiten por los alimentos crecen en el rango de temperatura de 41 a 140 °F (5 a 60 °C), que es conocida como la zona de riesgo.
  • Tu refrigerador debe estar a 41 °F (5 °C) o menos, y tu congelador como máximo a 0 °F (−18 °C).[12]
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Cosas que necesitarás

Almacenar comida en una hielera

  • contenedores de jugo de 2 litros (2000 ml)
  • 2 hieleras
  • bolsas térmicas
  • hielo
  • hielo seco
  • manta o lona
  • termómetro digital

Conservar la comida fresca durante un apagón

  • 2 termómetros digitales
  • contenedores de jugo de 2 litros (2000 ml)
  • arena
  • bolsas térmicas
  • cubos de hielo
  • un bloque de hielo o hielo seco
  • dos maceteros de arcilla sin esmaltar, uno más grande que el otro
  • termómetro digital
  • arena
  • agua
  • tela para cubrir las macetas
  • arcilla, corcho u otro material para tapar los agujeros de las macetas (si los tienen)

Acerca de este wikiHow

Aaron Beth
Coescrito por:
Técnico de electrodomésticos
Este artículo fue coescrito por Aaron Beth. Aaron Beth es el fundador de Aaron’s Refrigeration Company en la ciudad de Nueva York y es instalador certificado en fábrica (FCI, por sus siglas en inglés) para productos Sub-Zero. Se especializa en el servicio y mantenimiento de refrigeradores integrados, enfriadores de vino y máquinas de hielo. Con más de 54 años de experiencia, Aaron ha recibido numerosos premios de súper servicio de Angie’s Lists 2019 Best-of-the City (Mejor de la Ciudad de 2019). Este artículo ha sido visto 6323 veces.
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