Las rosas derivadas Drift® (rosas híbridas) son rosas en miniatura, que tienen una buena resistencia a las enfermedades y que florecen sin parar de primavera a otoño, descansando de forma ocasional para establecer nuevos botones florales.[1] En áreas donde se presenta un invierno templado, es posible que florezcan durante todo el año, con flores albaricoque, coral y amarillo claro que cambien a blanco, melocotón, rosado o rojo. Crecen adecuadamente en zonas de rusticidad 4 a 10 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés)[2] y pueden sobrevivir en invierno a una temperatura baja de −34 °C (−30 °F).[3] Si bien son plantas de bajo mantenimiento, deberás podarlas después de haberse establecido o aproximadamente dos años después de plantarlas. Si las podas correctamente, volverán a crecer con rapidez hasta madurar y volverán a florecer efn abundancia durante toda la estación.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Realizar una poda anual

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    Poda las rosas derivadas a finales de invierno o principios de primavera, justo antes de que empiecen a crecer de nuevo. Si podas en este momento, que es cuando las plantas se encuentran en un periodo de dormancia, será menos estresante para ellas.[4]
    • Si vives en los Estados Unidos y en zonas de 9 a 10, donde las rosas se mantienen siempre verdes, debes podar en enero.[5]
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    Usa un par de guantes adecuados para jardinería con un reforzamiento en las palmas y una prenda superior con mangas largas. Esto evitará que las espinas de las rosas te lastimen.
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    Usa un par de tijeras de jardinería de mano y de acción cortante. Las tijeras desafiladas y las tijeras de yunque aplastarán los tallos de las rosas.
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    Desinfecta las tijeras antes de usarlas. Hazlo al remojarlas en un desinfectante para uso doméstico como lysol.
    • Asegúrate de enjuagarlas con agua y secarlas con una toalla limpia antes de usarlas.
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    Poda las rosas hasta que midan 15 cm (6 pulgadas) de alto. Corta 0,5 cm (1/4 de pulgada) por encima de un brote que esté orientado hacia el exterior, el cual podría encontrarse en el lugar donde una hoja con cinco folíolos esté creciendo.
    • Las yemas de crecimiento parecen unas pequeñas manchas ligeramente elevadas y de forma triangular en los tallos. Los nuevos tallos se desarrollan a partir de estas yemas de crecimiento.
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    Realiza el corte a un ángulo de 45 grados. Si cortas a un menor ángulo, las yemas de crecimiento se dañarán.
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    Poda los tallos muertos y frágiles por completo. Hazlo al cortar desde la base del tallo muerto.
    • Si vas a cultivar en una zona de rusticidad 9 a 10, poda las hojas.[6] Esto permitirá que las plantas se mantengan frescas y desarrollen un nuevo follaje para el siguiente año y que se minimice la posibilidad de que alguna enfermedad sobreviva al invierno en las hojas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Realizar una poda de primavera a otoño

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    Poda las ramas muertas o enfermas tan pronto como las notes. Hazlo durante la temporada de crecimiento.
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    Poda los tallos con cancros o manchas de tejido pequeñas de color marrón oscuro. Esto evitará que se desarrollen enfermedades como manchas negras o mildiú, las cuales son raras en este tipo de rosas.
    • Realiza el corte en una parte saludable del tallo, a aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) del área enferma.[7]
    • El mesocarpio o centro del tallo debe ser de color blanco y lucir pleno, no marrón ni tostado.
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    Desinfecta siempre las tijeras cuando vayas a podar una rosa con cualquier tipo de enfermedad. Esto disminuirá el riesgo de que se propague hacia los tallos saludables.
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    Poda las flores marchitas para fomentar el crecimiento de nuevas flores con mayor rapidez. No obstante, no es necesario podar las flores marchitas de estas rosas para que crezcan adecuadamente.
    • Cuando lo hagas, asegúrate de cortar a un ángulo de 45 grados, a 0,5 cm (1/4 de pulgada) por encima de la primera hoja con cinco folíolos.[8] Las primeras hojas que se encuentren por debajo de la flor solo tendrán uno o dos folíolos. La hoja con cinco de estos tendrá una yema de crecimiento más productiva.
    • Las yemas de crecimiento donde las hojas crecen con solo uno o tres folíolos producirán tallos más débiles que tal vez no desarrollen botones florales.
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    No te preocupes si notas chupones en el rizoma, por debajo del injerto. Estas rosas se desarrollan a partir de sus propias raíces,[9] en lugar de ser injertadas en rizomas como muchas rosas híbridas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Limpiar después de podar

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    Asegúrate de limpiar las flores, hojas y tallos después de podar, y deshazte de los desechos. Si dejas los esquejes en el suelo y alrededor de las rosas derivadas, podrían albergar insectos como hongos y bacterias que tal vez afecten a las plantas.[10]
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    No añadas ningún esqueje a la pila de abono. Si lo haces, podría conllevar a que se desarrollen enfermedades e infestaciones de insectos.
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    Refresca el mantillo después de limpiar los recortes del proceso de poda. Sin embargo, evita acumular el mantillo con demasiada profundidad.
    • Usa una pala simple o una pala de dientes para aflojar y voltear el mantillo viejo.[11] Esto evitará que se compacte, lo cual restringiría el flujo del aire y la penetración de la humedad.
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    Rastrilla el mantillo viejo hasta alisar la superficie con un rastrillo de jardinería. Añade suficiente mantillo nuevo sobre la superficie hasta que mida 5 o 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) de profundidad.
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Categorías: Cultivo de flores
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