La idea de poner inyecciones de Humira puede ser angustiante, pero el proceso no es difícil. Puedes usar un autoinyector o una jeringa precargada para inyectar el medicamento. Antes de inyectarlo, respira profundamente para relajarte. El momento terminará antes de que te des cuenta.

Método 1
Método 1 de 3:

Usar el autoinyector

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    Lávate y sécate las manos. Coloca las manos bajo agua corriente fría para humedecerlas. Coloca una pequeña cantidad de jabón en la palma de la mano. Frota tus manos entre sí por 20 segundos hasta que se forme una espuma espesa. Colócalas bajo agua corriente para enjuagarlas hasta que haya desaparecido todo el jabón. Cierra el grifo y sécatelas con una toalla de papel limpia.[1]
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    Reúne los materiales. Extrae el autoinyector de Humira de la refrigeradora. Es una jeringa precargada con la aguja ya en su lugar. Coloca el autoinyector, una bola de algodón o gasa, y un bastoncillo de algodón con alcohol en una superficie plana, como una bandeja, un mostrador o una mesa. Toma también un contenedor de objetos punzantes. Revisa la fecha de expiración del medicamento. Si ha expirado, no lo uses y ponte en contacto con la farmacia.[2]
    • Si deseas que el medicamento esté a temperatura ambiente en el momento de la inyección, saca el autoinyector de la refrigeradora 30 minutos antes de que planees usarlo.
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    Siéntate en una posición cómoda. Un sofá o un sillón son adecuados. Sin embargo, asegúrate de que el área en donde te sientes esté bien iluminada. De esta manera, puedes revisar el medicamento y el sitio de la inyección cuidadosamente antes de inyectarlo.[3]
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    Asegúrate de que el medicamento esté cargado. El autoinyector contiene una pequeña ventana que te permite ver el medicamento. Sosteniendo el autoinyector con la tapa gris apuntando hacia abajo, fíjate que el líquido esté hasta la línea de llenado. Si no es así, no lo uses y llama a la farmacia.[4]
    • El autoinyector tiene 2 tapas, una de color gris y una de color ciruela. La tapa de color gris tiene un número 1 y la tapa de color ciruela tiene un número 2.
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    Inspecciona el medicamento para ver si presenta nubosidad, decoloración y partículas. Voltea el autoinyector de manera que la tapa de color gris apunte hacia arriba. Fíjate si el líquido está limpio. Si ves algunas burbujas, no hay problema. Sin embargo, si el líquido está descolorido, está turbio o contiene partículas u hojuelas, no lo uses. Llama a la farmacia, pues el medicamento puede estar contaminado.[5]
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    Escoge un sitio para la inyección. Puedes escoger la parte superior del muslo o la parte inferior del estómago. Si escoges el área inferior del estómago, asegúrate de que el sitio de la inyección esté a 5 centímetros (2 pulgadas) de cualquier lado del ombligo.[6]
    • Escoge un sitio en el que no haya hematomas, llagas, lesiones, cicatrices, parches escamosos o estrías.
    • Una inyección en la parte exterior del muslo o en la parte inferior del estómago causará el menor daño posible, debido a los músculos y a la grasa de esas áreas.
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    Limpia el sitio de la inyección con alcohol por 20 segundos. Frota el sitio de la inyección con el bastoncillo de algodón con alcohol por 20 segundos. Deja que el sitio se seque completamente antes de proceder, aproximadamente de 10 a 15 segundos.[7]
    • Si no tienes un bastoncillo de algodón con alcohol, usa una bola de algodón remojada en alcohol isopropílico al 70 o al 90 %.
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    Quita las tapas del autoinyector. Usa 1 mano para sostener el centro del autoinyector, entre las dos tapas, con la tapa gris apuntando hacia arriba. Usa la otra mano para jalar la tapa gris hacia afuera. El lado de color ciruela contiene el botón de la inyección. Coloca la tapa de color ciruela a un lado. Voltea el autoinyector de manera que la aguja apunte hacia abajo.[8]
    • No toques la aguja y evita colocar las tapas nuevamente al autoinyector.
    • Si un poco de líquido se sale de la aguja cuando quites la tapa gris, no hay problema.
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    Pellizca el sitio de la inyección con 1 mano. Usa un dedo y el pulgar para pellizcar o estirar suavemente el área de la piel, aproximadamente a 2,5 centímetros (1 pulgada) de longitud, en donde está el sitio de la inyección. La aguja es muy pequeña, así que no necesitas pellizcar muy fuerte.[9]
    • Si le pones la inyección a otra persona, pregúntale si pellizcas su piel demasiado fuerte. No debe sentir ningún dolor.
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    Coloca el extremo blanco del autoinyector directamente en el sitio de la inyección. Sostén el autoinyector de manera horizontal contra el sitio de la inyección. Asegúrate de sostenerlo en un ángulo de 90 grados en relación con tu piel.[10]
    • Si pones la inyección a otra persona, dile que respire profundamente para que se relaje. Hazle saber que contarás hasta 3 y ponle la inyección cuando llegues a 3.
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    Libera el medicamento. Usa el pulgar para presionar el botón de color ciruela. Una vez que el botón se active, escucharás un clic sonoro. Cuando escuches el clic, sigue presionando el botón por 10 segundos o hasta que veas detenerse el marcador amarillo en la ventana. Cuando inyectes todo el medicamento, jala el autoinyector hacia arriba y lejos de tu piel.[11]
    • Si le pones la inyección a otra persona, pregúntale si está lista. Cuando diga “Sí”, empieza a contar y pon la inyección al llegar a 3.
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Método 2
Método 2 de 3:

Usar la jeringa

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    Lávate las manos. Abre el grifo y coloca las manos debajo del agua corriente fría. Coloca una pequeña cantidad de jabón en tu mano. Frota las manos entre sí hasta que se forma una espuma espesa, aproximadamente por 20 segundos. Enjuágatelas hasta que haya desaparecido todo el jabón. Cierra el grifo y sécate las manos con una toalla de papel limpia.
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    Coloca los materiales en una superficie plana. Extrae la jeringa de Humira de la refrigeradora. Coloca la jeringa, un bastoncillo de algodón con alcohol y una bola de algodón en una superficie plana, como una mesa o una bandeja. Revisa la fecha de expiración del medicamento para saber si ha expirado. También toma un contenedor de objetos punzantes.[12]
    • Si el medicamento ha expirado, no lo uses y ponte en contacto con la farmacia.
    • Si una enfermera va a ponerte la inyección, extrae la jeringa de la refrigeradora 30 minutos antes de la aplicación.
    • Si es necesario, puedes usar una jarra de leche de plástico como contenedor de objetos punzantes.
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    Siéntate en un área cómoda y bien iluminada de tu casa. Un sofá, una silla de mesa de cocina o un sillón son lugares adecuados para sentarse. Sin embargo, asegúrate de que el lugar en el que te siente esté bien iluminado. De esta manera puedes revisar la jeringa y el sitio de la inyección cuidadosamente antes de dispensar el medicamento.[13]
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    Fíjate si el medicamento está limpio. Agita la jeringa, luego sostenla con la aguja apuntando hacia abajo y revisa el líquido. Debe ser incoloro y transparente. Si el líquido está descolorido, turbio o contiene hojuelas o partículas, no lo uses. Escoge una jeringa distinta de la refrigeradora y llama a la farmacia para decirles que el medicamento puede estar contaminado.[14]
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    Escoge la parte superior del muslo o la parte inferior del estómago como el sitio de la inyección. Si escoges la parte inferior del estómago, asegúrate de que el sitio de la inyección esté a 5 centímetros (2 pulgadas) de distancia de cualquier lado del ombligo. Adicionalmente, no escojas un sitio que tenga llagas, lesiones, parches escamosos, hematomas, piel gruesa, cicatrices o estrías.[15]
    • Poner una inyección en la parte exterior y grasosa del muslo dolerá menos. Además, es fácil de acceder.
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    Limpia el sitio de la inyección. Frota el sitio de la inyección con un bastoncillo de algodón con alcohol por 20 segundos. Deja que el sitio de la inyección se seque completamente antes de inyectar el medicamento, aproximadamente por 10 o 15 segundos.[16]
    • Si pones a otra persona la inyección, siéntate en una silla enfrente de ella.
    • Usa una bola de algodón remojada en alcohol isopropílico al 70 o al 90 % si no tienes un bastoncillo de algodón con alcohol.
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    Comprueba que la dosis sea correcta. Sostén el cuerpo de la jeringa con un dedo y el pulgar, como si se tratara de un lápiz. La aguja debe apuntar hacia abajo y el émbolo hacia arriba. Fíjate que tan llena está la jeringa. La dosis de la jeringa debe coincidir con la dosis prescrita por el doctor.[17]
    • Si la dosis es incorrecta, no uses el medicamento y llama al farmacéutico.
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    Quita el aire de la jeringa presionando el émbolo. Quita la cobertura de la aguja y colócala a un lado. Voltea la jeringa de manera que la aguja apunte hacia arriba. Al hacerlo, debes ver una burbuja emerger a la parte superior. Usa la otra mano para presionar el émbolo. Presiona lentamente el émbolo hasta que veas 1 o 2 gotas de líquido salir de la aguja.
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    Sostén la jeringa en un ángulo de 45 grados. Busca el agujero de la aguja de la jeringa. Voltea la jeringa de manera que el agujero de la aguja apunte hacia abajo. Usa el pulgar y un dedo para sostener el cuerpo de la jeringa como un lápiz en un ángulo de 45 grados.[18]
    • Si pones la inyección a otra persona, dile que respire profundamente para que se relaje. Hazle saber que vas a contar hasta 3 y ponle la inyección cuando llegues a 3.
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    Inserta la aguja en la piel. Usa un dedo y el pulgar de la mano libre para pellizcar la piel, aproximadamente a 2,5 centímetros (1 pulgada) de longitud, alrededor del sitio de la inyección en un ángulo de 45 grados. Una vez que la aguja se inserte, suelta la piel. Luego jala suavemente el émbolo hacia atrás con la mano libre.[19]
    • Si le pones la inyección a otra persona, hazlo a la cuenta de 3.
    • No es poco usual ver sangre durante la inyección. Si ves sangre en el émbolo, esto significa que has penetrado un vaso sanguíneo. Deja de jalar el émbolo y quita lentamente la aguja en un ángulo de 45 grados. Colócala en el contenedor de objetos punzantes y usa una jeringa nueva.
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    Inyecta el medicamento. Presiona lentamente el émbolo hasta que inyectes todo el medicamento o hasta que la jeringa esté vacía. Saca la aguja de la piel en un ángulo de 45 grados una vez que inyectes todo el medicamento.[20]
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Método 3
Método 3 de 3:

Finalizar la inyección

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    Tira el autoinyector o la jeringa en un contenedor de objetos punzantes. Hazlo inmediatamente después de sacar la aguja. Evita tirar la jeringa a la basura. Coloca el contenedor de objetos punzante en un lugar alto y lejos de los niños y de las mascotas.[21]
    • Si usas un contenedor de objetos punzantes hecho en casa, como una jarra de leche, pégalo con cinta adhesiva y ponlo directamente en la basura.
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    Sostén la bola de algodón contra el sitio de la inyección por 10 segundos. Es normal que haya una pequeña cantidad de sangre o de líquido aquí. Coloca la bola de algodón o la gasa contra el sitio de la inyección y sostenla ahí por 10 segundos.[22]
    • Ponte en contacto con el farmacéutico si experimentas sangrado excesivo o si el sangrado no se detiene después de sacar el autoinyector o la jeringa.
  3. 3
    Anota cuándo y dónde inyectaste el medicamento. En un cuaderno, escribe la fecha y la hora de la inyección. También escribe exactamente en dónde inyectaste el medicamento. Para la siguiente inyección, elige un sitio que esté al menos a 2,5 centímetros (1 pulgada) de distancia del último sitio que elegiste.[23]
    • Alterna entre el estomago y el muslo para buscar sitios de inyección.
    • Después de 2 semana, puedes volver a usar un sitio de inyección.
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Advertencias

  • No uses un medicamento que esté congelado. Si lo está, entonces usa un autoinyector o una jeringa distintos.
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Cosas que necesitarás

  • autoinyector o jeringa precargada de Humira
  • bola de algodón o gasa
  • bastoncillo de algodón con alcohol o alcohol isopropílico
  • contenedor de objetos punzantes

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 3175 veces.
Categorías: Salud
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