Acueducto Fernando VII
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Acueducto de Fernando VII . Se comienza a construir el 18 de junio de 1831 en sustitución de la Zanja Real, debido a la mala calidad de sus aguas. La Metrópoli decide construir un nuevo Acueducto para La Habana, pues la ciudad contaba ya con más de 100 mil habitantes en 1831. Las obras se extendieron hasta 1835, fecha de su inauguración. Se llamó Fernando VII en honor del Monarca español de ese entonces.
Historia
La toma se hizo del río Almendares, cerca de la presa del Husillo, aprovechando la altura del agua represada. Por una canal descubierta pasaba el agua a la casa de filtros; de allí partía una tubería de hierro fundido de 7.5 km de longitud, dividida en dos tramos: el primero iba hasta la esquina de Tejas, con tubos de 18 pulgadas de diámetro, ocupando una faja de terreno a campo traviesa que se llamaba zona de resguardo del acueducto, mientras el segundo tramo de 14 pulgadas de diámetro comenzaba en la esquina de Tejas y corría a lo largo de la Calzada del Monte para entrar en la ciudad amurallada por la llamada Puerta de Tierra.
El Acueducto tuvo varios errores de diseño. El primero fue que habiéndose calculado para traer 40 mil m³ de agua al día, solo suministraba 5300 m³, y el segundo fue en la casa de filtros, que tenía un pequeño estanque de sedimentación y dos de recepción, haciendo pasar el agua por una serie de almenas y bastidores de tela metálica, colocando en su intermedio capas de grava y arena. No obstante, estos filtros resultaron un fracaso, ya que en la época de lluvias llegaba el agua a la ciudad turbia y malsana, aunque mejores que las de la Zanja, debido a que las aguas del Husillo estaban menos contaminadas que las de la Zanja.
Abel Fernández Simón describe uno de los ramales:
- de la plazuela de San Nicolás
- de la plazuela de Lanceros [Dragones]
- de la plazuela de la nueva ermita de Monserrate
- de la plazuela de la Calzada de San Lázaro
- en el atrio de la Casa de Beneficencia.Abel Fernández Simón

Existe en dicho expediente un recibo manuscrito firmado por el Sr. Luis Gasparini, de julio 26 de 1841, que dice así: Recibí del Sr. Marqués de las Delicias la cantidad de $374.00, valor de un tronco de una pila de mármol con su estatua para colocarse en la plaza de Lanceros”. El costo total de la obra fue de 808,724 pesos y 4 reales.
En la Revista de la Sociedad Cubana de Ingenieros se escribió en 1913 que las tuberías extraídas en la calle de Oficios, con motivo de las obras del alcantarillado en aquel lugar, se encontraban en excelentes condiciones pese a su proximidad al mar, poco drenaje de la zona y llevar más de 50 años de uso.
Primer Acueducto Municipal de La Habana
En 1873 se puso en servicio este acueducto auxiliar, proyectado y costeado por el municipio de La Habana, por gestiones de Don Joaquín de Zulueta y proyectado por el arquitecto municipal Don Pedro Tomé; tenía por objeto abastecer de agua la zona de extramuros, el Arsenal, la fábrica de gas de alumbrado y las fuentes del Campo Marte y del Parque Central.
Las aguas las tomaban de la Zanja Real al pasar por la calle Carlos III, donde después se construyó la Escuela de Odontología. En ese lugar se construyó un edificio de madera dura, en cuyo sótano se instaló una planta de filtros suministrada por la casa Fortín Hnos. y Cía., de París, con capacidad para filtrar 11,840 m³ diarios. El material filtrante era una especie de felpa que fácilmente se obstruía, por lo que resultaron peor que nulos.
La única utilidad de esta obra fue la tubería maestra de 24, 22 y 18 pulgadas que desde los filtros por Carlos III sigue por Reina hasta el Campo de Marte, la que se incorporó con posterioridad al Acueducto de Albear.
Fuente
- De las Cuevas Toraya, J. 500 años de construcciones en Cuba. Edit. D.V. Chavín, Servicios Gráficos y Editoriales, S. L. Madrid. 2001