Edward Munch

Edward Munch
NombreEdward Munch
Nacimiento12 de diciembre de 1863
Loeiten,  Noruega
Fallecimiento23 de enero de 1944
Ekely, Noruega
OcupaciónPintor expresionista


Edward Munch. Pintor y grabador noruego. Tuvo una infancia muy difícil, ya que su madre y su hermana murieron cuando él era muy joven.

Síntesis Biográfica

Nacido en Loeiten, Noruega, el 12 de diciembre de 1863, Munch comenzó a pintar a la edad de 17 Años.

Estudios

Una beca estatal, concedida en 1885, le permitió proseguir sus estudios en París durante un breve período. Veinte años después, en las ciudades de París y Berlín, Munch desarrolló la mayor parte de su producción artística.

Tras una influencia de la pintura impresionista y pos impresionista, fue capaz de desarrollar su propio estilo, en el que es frecuente observar imágenes relacionadas con la enfermedad y la muerte.

Trayectoria

En 1885 llevó a cabo el primero de sus numerosos viajes a París, donde conoció los movimientos pictóricos más avanzados y se sintió especialmente atraído por el arte de Gauguin. No tardó en crear un estilo sumamente personal, basado en acentuar la fuerza expresiva de la línea, reducir las formas a su expresión más esquemática y hacer un uso simbólico, no naturalista, del color, y de ahí su clasificación como pintor simbolista.

De 1892 a 1908 vivió en Alemania, sobre todo en Berlín, aunque hizo frecuentes viajes a Noruega y París. En Berlín presentó en 1892 una exposición que tuvo que ser retirada por el escándalo que suscitó y que dio pie a la creación de la Secesión Berlinesa. En 1908 volvió definitivamente a Noruega, donde recibió algunos encargos oficiales pinturas del paraninfo de la Universidad de Oslo y pasó sus últimos años en soledad.

Obras

Su obra más conocida es El Grito 1893, Museo Nacional de Oslo en la imagen y el angustioso Niño enfermo 1881- 1886 Museo Nacional de Oslo, reflejan el trauma sufrido por Munch en su niñez, al ver a su madre y hermana morir de tuberculosis.

Otros temas recurrentes en su pintura se pueden observar en el cuadro El Puente, con figuras pálidas, de rasgos y rostros indefinidos. Sus ansiedades sexuales también se representan a lo largo de la obra con sus retratos de mujeres, las que se muestran frágiles o como vampiresas devoradoras.

Dedicación a la pintura

Después de un año en la Escuela Técnica de Arquitectura, en 1880 decide dedicarse a la pintura, se inscribe en la Escuela de Dibujo de Cristiania y pasará algunos veranos pintando en la academia de pintura al aire libre del paisajista Frits Thaulow, asimilando un realismo de inspiración francesa.

En 1885 realiza un corto viaje a París y conoce de cerca algunas obras de los impresionistas Monet, Renoir, Degas, Pisarro y Seurat. Sus pinceladas serán cada vez más audaces, menos atadas a las convenciones del realismo. Lo más importante de este periodo es la obra La niña enferma, en la que evoca su experiencia personal con la muerte de su hermana y donde ya aparece la desolada visión de la existencia que caracteriza la mayor parte de su producción.

En 1889, Munch viaja a París de nuevo con una beca del gobierno noruego y durante un breve periodo de tiempo es alumno del pintor academicista León Bonat. Tras realizar obras de carácter impresionista recibe el influjo del post impresionismo, concretamente de la obra de Gaugain y Van Gogh, que lo llevan a dar un giro radical a su trabajo.

Poco después de su llegada a París recibe la noticia de la muerte de su padre. En Noche, de 1890, representa la soledad y la melancolía. El interior oscuro, con la figura solitaria junto a la ventana, queda dominado totalmente por los tonos azules.

Hasta 1908 vive la mayor parte del tiempo en Alemania, sobre todo en Berlín, aunque hace frecuentes viajes a Noruega y a París. Son años cruciales en su pintura, crea un estilo sumamente personal basado en acentuar la fuerza expresiva de la línea, reduciendo las formas a su expresión más esquemática y a hacer un uso simbólico, no naturalista del color.

Pinta El grito, Vampiro, La voz, la primera versión de Madonna, comienza un ciclo que el artista llamaría más tarde El Friso de la vida. Todas ellas expresan sus experiencias personales sobre el amor, la enfermedad, la muerte y la propia naturaleza. A Munch le interesa lo que se puede captar por el espíritu y no a través de la vista.

El grito refleja sus propios temores y tormentos. Su fuerza expresiva se debe en gran medida a las técnicas y efectos pictóricos empleados, la estridencia del colorido y la sinuosidad de las líneas.

Expresa la soledad del ser humano y su pesimismo frente las adversidades. El grito de terror trae consigo la tensión y el pánico interior que destruyen la anatomía. Los rasgos de rostro desaparecen bajo el gesto. No hay nada de realismo, se representa el interior y no el exterior. La figura del primer plano aprieta las manos contra la cara como signo de angustia y desesperación, mientras que en segundo plano aparecen otras personas frías y distantes como queriendo significar que el prójimo no nos ayuda en los momentos de desconsuelo.

El cielo encendido y los torbellinos parecen envolver amenazadoramente a la persona que grita. Las líneas curvadas y sinuosas enlazan con el Modernismo, tan de moda en la época. Los colores cálidos y fríos no están compensados, su efecto es agresivo, ofreciendo una imagen angustiada de la realidad y del mundo interior.

El reflejo de sus ansiedades sexuales puede verse en múltiples retratos de mujeres, representadas alternativamente, como frágiles e inocentes víctimas o como vampiresas devoradoras de la vida.

Fuentes

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