Emilia de Córdova

Emilia de Córdova

Dibujo alegórico a Emilia de Córdova, primera mecanógrafa cubana
Nacimiento1853
San Nicolás,Cuba
Fallecimiento13 de enero de 1920
La Habana,Cuba
Nacionalidadcubana
Ocupaciónmecanógrafa y combatiente del Ejército Libertador

Emilia de Córdova , primera mecanógrafa que ejerce como tal en Cuba. Combatiente del Ejército Libertador. Figura insigne del municipio San Nicolás, que integra durante la lucha por la independencia de Cuba, el grupo de féminas que abandonan comodidades, riquezas, hogar, todo, para ofrendarlo a la libertad de la Patria.

Datos biográficos

Nace en la finca San José, en el Termino Municipal de San Nicolás, provincia de La Habana en 1853. De familia revolucionaria , de ideas separatistas, Emilia de Córdova pasa su juventud iluminada por la idea de la libertad.

Vida y obra

Paralelos a sus sentimientos patrióticos crecen sus ideales caritativos, aumentando su piedad sin límites, las desgracias de los mambises que en la época de Valeriano Weyler eran conducidos al Foso de los Laureles, en la Habana. Sacerdotisa de la caridad pública, asiste casi diariamente a la capilla de los patriotas condenados a muerte y sus lágrimas riegan el sendero de los que por la fuerza de su ideal, marchan al lugar donde sus vidas útiles son inmoladas. Ayuda a los compatriotas enfermos y colecta fondos para la causa de la libertad.

En Matanzas, donde vive por algunos años después de casada, participa en la preparación del levantamiento de Ibarra en esta provincia, durante la guerra de 1895. Colabora con el generalísimo Máximo Gómez y su ejército en el Central Narcisa, quien expresa “…fortuna las Curtis y últimamente María Escobar, la estrella de Cubanacán y la Córdoba que desde La Habana han venido a traernos consuelo y mucho cariño. Ellas ¡ah! las mujeres siempre al lado de los hombres…” (Carta a Francisco Carrillo 1971, pág. 258). En esta etapa de su existencia cumple con valentía cuantas misiones se le encomiendan, hasta merecer frases de admiración y cariño del Generalísimo Máximo Gómez.

Pronto se hace sospechosa por su actuación, y las autoridades españolas radicadas en la Habana, ordenan que sea deportada de la isla. Logra, tras múltiples esfuerzos, instalarse en Cayo Hueso y allí establece una casa de huéspedes, para dar asilo a los cubanos. Auspicia los encuentros de béisbol entre los emigrados, para recaudar fondos y se vincula a la Junta Revolucionaria de New York a través de José Dolores Poyo, continuando la obra comenzada en Cuba, esperanzada en la conquista de sus ideales.

Tiempo después en compañía de Clara Barton vuelve a la Patria, enrolada en la Cruz Roja Americana, mereciendo una efusiva felicitación del Coronel Teodoro Roosevelt, por sus inmejorables servicios en la guerra Hispano-Cubano-Americana aquel celebre jefe de los famosos Rough Riders, sabe apreciar los valores de la heroica mambisa, que cuida con valor, enfermos y heridos, ya en los barcos de la flota de guerra, ya en los hospitales establecidos en la manigua cubana.

Terminada la contienda, restablecida la paz, Emilia aprende el oficio en una academia de mecanografía y taquigrafía que se funda anexa al Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde se gradúan los primeros titulados en esas especialidades. Ser mecanógrafa comienza a ser por esa época una de las aspiraciones de las cubanas con posibilidades para pagar estos estudios pues, aunque los salarios no eran muy elevados, constituía una forma de independizarse económicamente y ganarse el sustento. Lucha incansablemente para que se les reconocieran los mismos derechos que a los hombres en las actividades humanas de la isla. Logra del Gobernador Brooke, un empleo como oficinista pública. El progresista americano, rompe, durante el Gobierno de Ocupación, el precedente de que solo los hombres podían ocupar cargos públicos y desde entonces se desempeña en una plaza en la administración, donde se desenvuelve admirablemente, pasando a ser la primera cubana que ocupa una plaza de mecanógrafa.

Muerte

Emilia de Córdova muere en la Habana el 13 de enero de 1920.

Frase de Emilia de Córdova

“No estamos inactivas, nuestra labor es otra. A pesar de tantos esfuerzos extraordinarios, de tanto progreso (…) aún no hemos llegado a la meta; mucho nos dista, pero en esa senda estamos y no desmayaremos, aunque lenta y penosa sea la marcha (…)” Tomado de: “Cuba y América” , La Habana, 35, mayo de 1902, p. 23.

Monumento en su honor

Monumento a Emilia de Córdova en el Parque Córdova situado en el municipio Diez de Octubre, en la Habana

Tras su muerte, acaecida en la barriada de La Víbora, donde residían sus compañeros de lucha, los Veteranos de la Independencia, los Emigrados Revolucionarios Cubanos, el Club Femenino, el Partido Demócrata Sufragista y la Sociedad Cultural de la Mujer inician una suscripción pública para erigir un busto en el parque que se encuentra frente a la casa donde vivió Emilia, para perpetuar su memoria y la gratitud de los cubanos.

El 17 de marzo de 1920 el Ayuntamiento de La Habana hace firme el acuerdo de consagrar el parque de la barriada de la Víbora, en la manzana ubicada entre las calles San Miguel y Lagueruela a Emilia de Córdova en el lugar donde vivió y falleció en la ciudad de La Habana. y el 20 de mayo de 1928 se inaugura la primera estatua erigida a una mujer en Cuba, en el lugar que pasa a llamarse Parque Córdova y que es considerado hoy patrimonio local del Municipio Diez de Octubre

Fuentes

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