Gia Marie Carangi
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Gia Marie Carangi una mujer increíblemente bella. Nació el 29 de enero de 1960 en la ciudad de Philadelphia, Pennsylvania. A los 18 años se trasladó a vivir a Nueva York, y rápidamente se convirtió en una de las modelos más cotizadas del mundo.
Biográfica
Infancia
Gia Marie fué la menor de los hijos de Joe Carangi (un pequeño empresario) y Kathleen Carangi (una modelo de catálogos y posteriormente ama de casa) pareja que para aquel entonces vivía en un suburbio de Filadelfia. El ambiente familiar fue complicado, los padres reñían constantemente, por lo que deciden divorciarse y Gia queda en custodia del padre. El ambiente familiar en la casa de los Carangi era liberal y sin mucha vigilancia del padre, lo que hace que Gia comience a realizar sus primeras experiencias con la marihuana en la secundaria. La madre, quien trataba de estar en contacto con su hija, es quien a la edad de 16 años, la incentiva para que hiciera una carrera en el mundo del modelaje. Gia quien no tenía mucha idea de lo que quería hacer en la vida, accedió y un fotógrafo conocido por la madre, es quien le toma las primeras fotografías, sin imaginar que serían piezas claves en la carrera de Gia.
Comienzos
A los 17 años se hizo conocida en el mundo del modelaje, gracias a las fotografías que le fueron enviadas a Wilhelmina Cooper, quien estaba a la cabeza de su agencia de Modelaje Wilhemina Models y quien quedó impresionada por la belleza y carisma de la chica. Inmediantamente la contrata, importándole poco si la modelo apenas cumplía con la estura mínima para modelo de pasarela. Se trasladó a Nueva York y comienzan las audiciones, en donde Gia al igual que otras miles de modelos, realizaban casting para distintos clientes; al principio por el prototipo estandarizado de la chica rubia, de ojos claros y piel de porcelana; no aceptaban con facilidad a Gia, quien sin duda, rompía el esquema. Whilemina logra que la industria se enamore de la chica rebelde de Filadelfia.
Logros como Modelo
Su primer gran reportaje fue el publicado en Vogue, en el número de Octubre de 1978, con el reputado fotógrafo Chris von Wangenheim. Precisamente ahí conoció a la que sería el gran amor de su vida, Sandy Linter, que trabajaba de maquilladora con Wangenheim. El amor entre Sandy y Gia fue inmediato y pasional, publicitario y real, romántico y fugaz. Fue su gran amor, su chica del alma, a la que buscó y fascino con su salvaje inocencia. Probablemente pasó con ella sus momentos más felices, e incluso abandonó temporalmente la droga