Masacre del Perejil
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La Masacre del Perejil fue una matanza ocurrida entre el 28 de septiembre y el 8 de octubre de 1937 en República Dominicana, cuando el dictador Rafael Leónidas Trujillo (45) ordenó a sus tropas el asesinato masivo de la población de origen haitiano que residía en territorio dominicano, particularmente en las fincas agrícolas situadas a lo largo de la frontera dominicana con Haití.
Hechos
Los ataques de soldados y policías dominicanos contra los civiles de origen haitiano, mayormente peones agrícolas, causaron entre 12 000 y 35 000 muertes.[1]
«El ataque vino como una sorpresa completa para estos haitianos ―cuenta Simone Rodríguez, de la Universidad Federal de Brasilia―, así como para muchos dominicanos, y golpeó a mujeres, hombres y niños indiscriminadamente. Trujillo ordenó a sus soldados usar machetes en vez de armas [de fuego], una brutalidad expresada por el nombre que se dio [a la masacre] en español, «El Corte». Aquellos que sobrevivieron vivieron con lesiones permanentes, cicatrices y deficiencias, así como el trauma psicológico de haber sobrevivido a un genocidio».
El nombre se atribuye a que, para identificar a los civiles haitianos entre la población dominicana negra y mulata de la zona, la policía de Trujillo exigía a sus potenciales víctimas pronunciar en español el nombre de la planta del perejil. En tanto la lengua créole hablada por los haitianos no consideraba la pronunciación suave de la letra «R» (en créole la palabra perejil se traduce como pési y en francés como persil), la policía dominicana tenía un método aparentemente fácil para discriminar a sus víctimas y seleccionar a los haitianos. Sin embargo, involuntariamente incluyeron a personas de nacionalidad dominicana pero criados por padres haitianos.
El grupo de intelectuales que trabajaron al servicio de la dictadura negrofóbica y anti-haitianista de Trujillo reunió a muchos respetados escritores y académicos como
Max Henríquez Ureña, Tomás Hernández Franco, Ramón Marrero Aristy, Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, Virgilio Díaz Ordoñez, Ramón Emilio Jiménez, Arturo Logroño, Jacinto Peynado y Emilio Rodríguez Demorizi.
Ninguno de ellos puede ser considerado tan importante para la consolidación de la ideología racista de Trujillo como Peña Batlle y Joaquín Balaguer. A partir de sus esfuerzos, la cuestión racial y el discurso nacionalista anti-haitiano pasa a manifestarse en diversos planos, como en las políticas gubernamentales, en la diplomacia y, principalmente, en el intensivo esfuerzo de varios intelectuales para reforzar y fundamentar una revisión de la historia y de la memoria del país sobre la base de interpretaciones racistas y xenófobas.El hecho es considerado como parte de la «limpieza étnica» de Trujillo y contó con la complicidad silente del Gobierno haitiano, que posteriormente aceptó una irrisoria cifra como indemnización, y no la hizo llegar a las familias afectadas.
Fuentes
- 1 2 «Memoria, historia y presente a 80 años de la matanza del perejil», artículo publicado el 22 de mayo del 2017 en el sitio web La Ventana, de la Casa de las Américas (La Habana). Consultado el 26 de abril de 2018. En la conferencia mencionada en el artículo se afirmó que hubo entre 12 000 y 15 000 hombres, mujeres y niños muertos.
- 1 2 Sánchez, Lorena (2017): «La masacre del Perejil: 80 años después», artículo publicado el 22 de mayo de 2017 en el sitio web La Ventana, de la Casa de las Américas (La Habana). Consultado el 26 de abril de 2018.
- «Masacre del Perejil», artículo publicado en el sitio web América Nuestra (La Habana). Consultado el 22 de junio de 2015.
- «"Cosecha de huesos": para no olvidar la masacre del Perejil», artículo publicado el 22 de mayo del 2017 en el sitio web La Ventana, de la Casa de las Américas (La Habana). Consultado el 26 de abril de 2018. Trata acerca de la novela Cosecha de huesos, escrita en inglés por la escritora haitiana Edwidge Danticat, que trata acerca de esta masacre.