Sab
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“Sab”. Novela escrita por Gertrudis Gómez de Avellaneda fue publicada en el año 1841 durante el Romanticismo con tendencias Realistas. La novela también está escrita durante el anti-esclavismo en Cuba. El título de “Sab” significa el nombre del esclavo en que la obra se enfoca. Sab no era el nombre legal, lo bautizaron con el nombre de Bernabé, pero su mamá nunca lo llamó así, ella siempre lo llamaba Sab. Se refiere a las luchas independistas contra la esclavitud. Durante la publicación de esta novela las mujeres escritoras todavía no podían publicar sus obras porque eran marginadas. Avellaneda puso el dinero ella misma para publicar sus obras.
Contexto histórico
En Cuba a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII fueron surgiendo lentamente las diferencias entre nativos o criollos y peninsulares. Cuando los corsarios y piratas atacaban las costas de la isla sembrando el terror entre sus pobladores, los criollos tuvieron la necesidad de unirse para hacerles frente. De igual modo, se vieron obligados a organizarse a fin de llevar a cabo el denominado comercio de rescate o de contrabando, único modo de poder obtener los productos que necesitaban y que les era imposible adquirir debido al monopolio comercial que España ejercía sobre Cuba a través de la Casa de Contratación de Sevilla.
A comienzos del siglo XVIII España estableció en la isla el estanco del tabaco, injusta medida que obligó a los vegueros a mostrar su unión y declararse en rebeldía. A fines de ese mismo siglo, cuando los ingleses atacaron y tomaron La Habana, los criollos encabezados por Pepe Antonio la defendieron valientemente. Todo esto fue creando y fortaleciendo cada día más las diferencias entre criollos y peninsulares hasta tal punto que ya al finalizar el siglo XVIII éstas eran bien definidas.
Es en este marco que desarrolla fundamentalmente su obra literaria. Como forma de expresión que refleja la problemática de la esclavitud en Cuba. Sab, permite profundizar en el conocimiento y comprensión de esta etapa en Cuba.
Sab y su narrativa
De todas las novelas de Gertrudis Gómez de Avellaneda, como una de las principales figuras de la Literatura cubana del siglo XIX, Sab es la primera en el tiempo y méritos. En ella la autora muestra excelentes dotes como narradora, pero además brinda una novela antiesclavista por su contenido. La novela es notable por la pintura del paisaje, y porque lleva implícita una denuncia a ese estigma de la sociedad colonial que fue la esclavitud del negro.
Sab fue escrita para el tiempo en que en España terminaba la primera guerra carlista (1834 - 1838). Durante esa época La Avellaneda dejaba La Coruña e iba a residir en Sevilla. Aquel mismo año Gran Bretaña declaró abolida la esclavitud en sus colonias y a través de su ministro de relaciones exteriores Lord Palmerston, presionaba a España para que pusiera término a la introducción de esclavos en Cuba, paso preparatorio para la deseada abolición total del régimen esclavista.
Sab no es una novela de ideas como las de George Eliot o las de George Sand, las dos escritoras con que ha sido comparada. En realidad ninguna de sus obras lo es. La Avellaneda no plantea los problemas trascendentales del hombre en el plano intelectual, sino en situaciones dramáticas o novelescas. Con mayor o menor fortuna hace actuar a sus personajes, tomar decisiones, expresar sentimientos. Cuando más cerca se halla de la intelectualización del asunto es cuando hace uso del privilegio épico del comentario, cuando se permite, según la moda de su época, algún juicio sobre los hechos que relata, pero ni siquiera en ellos las ideas que expone están dadas en conexión explícita con un sistema filosófico determinado.
Al crear en Sab un esclavo instruido, de espíritu refinado, de virtudes supuestamente blancas, asume de hecho la posición opuesta a la parte de la sociedad de su tiempo que considera como un objeto al esclavo. De ella podría decirse lo que se ha dicho de León Tolstoi: que fue traidor a su clase. Proviniendo de una familia esclavista, educada en un ambiente donde lo normal era ver al negro en servidumbre, la cubana pinta un esclavo con todas las cualidades de un hombre superior, en contraste con un blanco egoísta, calculador y ruin, aunque por diversas razones no llevara las ideas a sus conclusiones lógicas.
El postulado cristiano de que todos los hombres son hermanos, hijos de Dios, debió inspirarla, reforzado con el conocimiento de episodios de la vida de George Washington, de la revolución burguesa francesa y de las novelas románticas a que era tan aficionada. Las vivencias de sus años infantiles y de adolescencia, reavivadas y teñidas con los colores de la imaginación, y modificadas por las ideas adquiridas en sus lecturas le permitieron construir el mundo de Sab, aunque este distaba mucho de la realidad. Era simplemente un escenario ilusorio en una Cuba ilusoria, donde se abría paso una verdad cuya sola mención daba coherencia y realidad a la fantasía.
La Avellaneda logró reflejar en su obra de un modo más o menos consciente el momento histórico, propicio a las ideas de reivindicación de las razas oprimidas.
Sab fue la primera novela antiesclavista que se publicó en lengua española y cuyo texto llegó al público completo antes que cualquiera de las otras mencionadas. Se editó once años antes de que Harriet Beecher Stowe, en los Estados Unidos publicara La cabaña del tío Tom, y la supera, no sólo en la prioridad temporal, sino en condición estética.
Estructura y trama de la obra
En esta novela se encuentran descripciones, enumeraciones, diálogos, forma epistolar, y monólogos dramáticos. Está narrada en tercera persona y el ritmo es variado. El tiempo es más lento, o rápido, aunque sin grandes fluctuaciones, para avenirse a los episodios relatados. Está organizada en 17 fragmentos narrativos que son los capítulos: 11 en la primera parte y 6 en la segunda, contando la conclusión y el epílogo. Cada capítulo lleva al inicio un lema que dispone el ánimo del lector para el tono del episodio. Los personajes están tratados de acuerdo a la visión romántica de la época. El encadenamiento de todos los hechos que forman el argumento da el significado final a la obra, su mensaje o ideología, que es la repulsa al régimen esclavista, aunque esto no haya sido el propósito de la autora. El ambiente donde se desarrolla la trama tiene lugar en la antigua jurisdicción de Puerto Príncipe, a fines de la segunda década del siglo XIX. Los escenarios, inspirados sin duda en el mundo que conoció la autora en su infancia y adolescencia, surgen embellecidos por su imaginación y por la distancia y el tiempo que la separaban de él en el momento de la creación literaria.
El tema central de la misma es el amor. El mulato Sab es esclavo de la familia Bellavista. Compañero de juegos en la niñez de la bella Carlota de quien se enamora más tarde. Carlota está enamorada de Enrique Otway, interesado y codicioso de su fortuna. La familia sufre una quiebra económica y Sab entrega todo el dinero que ha obtenido en un premio de la lotería para que el matrimonio entre Carlota y Enrique se efectúe. Para entregar ese dinero ha tenido que cabalgar a gran velocidad, como resultado Sab, muere, dejando una carta a Carlota donde le cuenta su amor.
También se desarrollan varios subtemas paulatinamente, entre los que se destacan: la esclavitud, la raza, lo indígena, lo legendario, las costumbres y la naturaleza, que vienen a constituir en sí mismos aspectos favoritos de la novela romántica en general. La autora usa vocablos, formas sintácticas y figuras propias del romanticismo, y el vocabulario en general está invadido de americanismos y cubanismos.
Valoración de la novela
En las narraciones y descripciones empleadas por La Avellaneda se utiliza la expresión sensorial. Los objetos del mundo novelístico nos llegan por su apariencia, por sus cualidades físicas. Como parte de su estilo la autora relaciona oraciones para desarrollar el pensamiento, para describir, comparar, reiterar, argumentar y ejemplificar, tanto en lo propiamente narrativo como cuando hace hablar a sus personajes.
En los días de la aparición de la novela la crítica fue benévola con respecto a ella, no siendo así en épocas posteriores. Llegó a ser dura y hostil, aunque hoy se advierte un cambio favorable de opinión, debido a los estudios más objetivos y menos apasionados a que ha sido sometida la obra. Es cierto que el fin propuesto por la autora era puramente artístico. No tenía otra finalidad que no fuese la de entretener sus propios ratos de ocio y el de sus lectores, sin embargo, esta novela posee una enorme carga de denuncia social, y en última instancia política.
Sus valores ideológicos son evidentes y sorprende para su momento de creación y publicación como una novela que resulta una encendida denuncia contra la esclavitud. Sab, mulato y esclavo, es por la educación y los sentimientos un ser superior a su antagonista Otway, blanco, rico y culto, pero limitado en sus capacidades, egoísta y reaccionario. Teresa es por su parte una de las figuras femeninas mejor trazadas de la literatura cubana del siglo XIX, y tal vez la más revolucionaria.
Sab es sin lugar a dudas una de las obras más importantes de la Literatura cubana.
A continuación algunos de los planteamientos que se han hecho respecto a la misma por prestigiosos intelectuales.
En el prólogo de la edición de 1920 a cargo de Hugo D. Barbagelata éste plantea:
Posteriormente, en 1945 Juan Remos y Rubio en su libro Historia de la literatura cubana, tomo II, afirma:
Por su parte Salvador Bueno en su libro Historia de la literatura cubana, edición de 1963 ofrece la siguiente valoración de la obra:
En el prólogo de la novela publicada en 1963 a cargo de Mary Cruz aparece el siguiente comentario:
En 1978 en su libro Panorama histórico de la literatura cubana Max Henríquez Ureña planteaba:
Es la primera novela que se inspira en la esclavitud y en la condena y en la repudia. Sab, se adelantó en diez años a otra novela que alcanzó gran resonancia y tiene por asunto la esclavitud: La cabaña del tío Tom, publicada en 1851- 1852, por la escritora estadounidense Harriet Beecher Stowe, sin embargo, Sab no es una obra de tesis ni de propaganda. La autora pinta las realidades que conoce, y son los hechos mismos los que hablan y provocan en el lector las reacciones consiguientes. La Cabaña del Tío Tom, es en cambio una obra polémica y de propaganda abolicionista, el propósito que inspiró a su autora es más humanitario que artístico.
La novela de La Avellaneda es, por su contenido, antiesclavista, aunque el propósito que la animó a escribirla no fuera el de librar una campaña abolicionista, sino el de dar vida, en una narración sentimental, a cuadros y escenas basados en los recuerdos de su Camagüey natal. Al hacerlo describe con pinceladas precisas y enérgicas la vida del esclavo."El libro Perfil histórico de las letras cubanas desde sus orígenes hasta 1898, editado en 1983, refiriéndose a la novela explica:
Véase también
- Sab Novela original (en PDF)