Theraphosidae

Theraphosidae
Clasificación Científica
Nombre científicoTheraphosidae
Reino:Animalia
Filo:Arthropoda
Clase:Arachnida
Orden:Araneae
Familia:Theraphosidae
Hábitat:Países tropicales

Theraphosidae. Son una familia de arañas migalomorfas propias de los países tropicales. Esta familia Theraphosidae presenta la mayor diversidad de tarántulas, con 112 géneros y 894 especies descritas en el mundo (Platnick, 2006). También conocidas por terafósidos.

Etimología

Los terafósidos (Theraphosidae, del griego thera ‘animal salvaje, bestia’ + phos ‘luz’) son una familia de arañas migalomorfas

Descripción

El tamaño de los terafósidos depende de la especie, su cuerpo varía de 1,5 a 10 cm. Contando el largo de las patas, de 3 a 30 cm. El terafósido más grande puede llegar a pesar unos 130 gr. (Theraphosa blondi). En general no existe dimorfismo sexual hasta la madurez donde los machos tienden a cambiar la coloración y forma con quelíceros más pequeños, prosoma más delgado y patas más largas, además de los propios órganos sexuales secundarios visibles en los pedipalpos y los ganchos tibiales situados en la tibia del primer par de patas y que contienen la mayoría de especies. Las hembras, por el contrario, mantienen su colorido y formas hasta el final de su vida.

La gran mayoría son pardas o negras; sin embargo, algunas especies tienen una coloración más extensa, como el azul cobalto (Haplopelma lividum y Poecilotheria metallica), negro con rayas blancas (Aphonopelma seemanni y Acanthoscurria geniculata) o un azul metálico con un naranja vibrante en el abdomen (Chromatopelma cyaneopubescens). Su hábitat natural incluye la sabana, el desierto, la montaña, la selva lluviosa y el bosque nublado. Han sido divididas en tipos terrestres (que frecuentemente hacen excavaciones) y tipos arbóreos.

Los machos tienen una esperanza de vida relativamente corta que varía de los 3 a los 8 años, y las hembras, de 5 a 25 años.

Pelos

A parte del pelo normal que cubre las tarántulas americanas, muchas de estas tienen una densa capa de pelo irritante (alrededor de 10 000 por mm²), llamado pelo urticante, en el opistosoma. Lo usan algunas veces como protección contra los depredadores. Estos finísimos pelos son barbados, diseñados para repeler y no contienen veneno. Algunas especies pueden lanzar estos pelos: los pelos son lanzados en el aire como proyectiles a un blanco. También son usados para marcar el territorio, o para acomodar la red o en la madriguera (esto desalienta a los predadores que quieran alimentarse de las crías de la tarántula, como las moscas). Para los depredadores y otros enemigos, los pelos pueden llegar a ser letales o ser un simple repelente. Los humanos pueden llegar a sentir los ojos, piel y nariz irritados. Peor aún, si son inhalados, pueden llegar a irritar los pulmones. Los síntomas varían entre las diferentes especies.

Comportamiento

La gran mayoría de los terafósidos son depredadores nocturnos y matan a su presa al inyectar veneno a través de sus colmillos. La hambrienta tarántula, espera parcialmente escondida en la entrada de su guarida para emboscar a la presa que pase por ahí. Tiene pelos sensibles para detectar y localizar una potencial víctima. Por las vibraciones que ésta última emite por el movimiento. Algunas especies usan su fibra de seda para detectar el movimiento (cuando alguna presa acciona una línea de seda). Como la mayoría de las arañas, no pueden ver más que luz, oscuridad o movimiento y perciben el mundo a través del sentido del tacto. Generalmente parecen elegir a su presa dependiendo de cuán peligrosa la perciben, el tamaño de la potencial presa, etc. Algunas de ellas logran atrapar presas como pequeños pájaros o ratones, pero su dieta consiste principalmente en insectos como saltamontes, grillos, entre otros.

Crecimiento y maduración

Como muchas arañas, los terafósidos tienen que desechar su exoesqueleto periódicamente para crecer, este es un proceso conocido como la muda. Las jóvenes hacen esto varias veces en el año, mientras que las adultas, hacen esto en promedio, una vez al año, para reemplazar patas perdidas o pelo urticante. Los machos adultos, sin embargo, no suelen volver a mudar y cuando lo hacen se considera algo inusual y se denomina muda supernumeraria.

Tienen una larga expectativa de vida. Muchas especies toman de 2 a 5 años para alcanzar la madurez, pero otras llegan hasta 10 años para avanzar a la etapa adulta. Cuando llegan a la edad adulta, los machos viven de 1 a 2 años y medio de vida y su única meta es buscar una hembra para procrear. También es conocido que las hembras que viven en cautiverio pueden llegar a los 15 o 25 años de vida, esto se debe a que en ese lugar no tienen depredadores.

Reproducción

Una vez que llegan a la madurez sexual, los machos tejerán una estera de seda. Luego, se pondrán boca arriba pasando por debajo de la estera y frotan su abdomen en la tela liberando una cantidad de semen que queda depositado posteriormente con sus pedipalpos (los apéndices que parecen pequeñas patas ubicadas entre las patas delanteras y queliceros) absorben el semen y lo mantienen en condición viable lo suficiente para que halle una hembra apropiada para aparearse. Cuando el macho detecta la presencia de una hembra, él debe primero intercambiar signo con ella para hacerle ver que es de la misma especie y para hacerla entrar en la etapa receptiva si no lo hace será devorado o ignorado. Luego se acerca a la hembra y con los ganchos de su primer par de patas inmoviliza los quelíceros de la hembra e inserta sus pedipalpos en el orificio reproductivo ubicado bajo su abdomen (epiginio). Después de que el semen ha sido transferido a la hembra, éste deberá abandonar la escena antes que la hembra recupere el apetito.

La hembra deposita entre 10 y 2000 huevos, dependiendo de la especie, en un saco hecho de seda que lo guarda de 10 a 12 semanas. Las pequeñas arañas permanecen en la madriguera por un tiempo después que de haber eclosionado los huevos.

Hábitat

Ocupan gran variedad de microhábitats. Muchas especies viven en huecos bajo las rocas o en cavidades en el suelo, cuyas paredes están forradas con hilos de seda que ellas mismas producen. Estas cuevas pueden variar en tamaño y la seda puede cubrir sólo la cámara en la que la araña habita, o la totalidad de las paredes de la madriguera (Dippenaar y Jocque, 1997). Otras especies se han adaptado a la vida arborícola y ocupan huecos en los troncos de los árboles. Son animales de amplia distribución, ya que se encuentran en casi todas las regiones del planeta, concentrando la mayor parte de su diversidad en la franja ecuatorial.

Tienen hábitos nocturnos y temidos por su aspecto y la acción de sus venenos. A pesar de las historias que alimentan el temor sobre la venenosa mordedura de las tarántulas, en realidad son muy pocas las especies que pueden presentar peligro]para los humanos, en términos generales el veneno de las tarántulas no es mortal y tiene relativamente baja toxicidad.

Distribución

La mayor parte de sus especies se encuentran en el continente americano, principalmente en zonas tropicales y subtropicales, y ocupan diversos hábitats, desde selvas lluviosas hasta sabanas semidesérticas (Coddington y Levi, 1991).

Fuente

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