Pensamiento salvaje
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Pensamiento salvaje. Es una especie híbrida, variedad surgida de la violeta cornuta, es un reputado depurativo, muy utilizado en el tratamiento de fondo de diversas afecciones cutáneas: acné, eczemas, ictiosis, psoriasis, urticaria, herpes. Gripe, resfriados y bronquitis. Tiene una altura de 15-25 cm, presenta hojas simples con forma de corazón y margen dentado, además contiene flores con cinco pétalos aterciopelados. Empezó a ser usada en Europa en el siglo XVI.
Floración
Abarca los meses otoñales pero continúa hasta bien entrada la primavera.
Partes utilizadas
Las sumidades floridas.
Propiedades medicinales
Se utiliza la parte aérea, rica en taninos, mucílagos, flavonoides y vitamina E. Estos compuestos actúan sinérgicamente para tratar enfermedades de la piel tan diferentes como el acné, el eczema o la psoriasis.
Las propiedades astringentes de los taninos permiten frenar la secreción sebácea de la piel. La acción depurativa de esta planta, también útil en caso de colitis o tos crónica debidas a irritaciones por toxinas, se traduce en un aumento de la eliminación renal y hepática de toxinas y se ve potenciada por la actividad de los mucílagos de propiedades laxantes y suavizantes.
Por último, cabe destacar una acción directa de la planta sobre la piel, asociada a la presencia de ácidos grasos insaturados y vitaminas, especialmente la vitamina E que tiene propiedades antioxidantes. El pensamiento, asociado con la bardana, permite obtener excelentes resultados en el tratamiento de las afecciones cutáneas asociadas a una eliminación insuficiente.
Principios activos
Mucílagos, derivados del ácido salicílico, trazas de saponósidos, ácidos fenolcarboxílicos, pigmentos flavónicos (rutósido), carotenoides (violaxantina) y, en las variedades violáceas, antocianósidos (violanina).
Efectos
Los flavonoides producen un efecto diurético; los mucílagos, demulcente, y antinflamatorio. También es ligeramente laxante y antipruriginosa.
Indicaciones
Es un reputado "depurativo", muy utilizado en el tratamiento de fondo de diversas afecciones cutáneas: acné, eczemas, ictiosis, psoriasis, urticaria, herpes. Gripe, resfriados, bronquitis.
Estados en los que se requiera un aumento de la diuresis: afecciones genitourinarias (cistitis, ureteritis, uretritis, oliguria, urolitiasis), hiperazotemia, hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso acompañado de retención de líquidos.
En uso tópico: heridas y ulceraciones dérmicas, bucales o corneales, blefaritis, conjuntivitis, estomatitis, parodontopatías, faringitis, dermatitis, eritemas, prurito, vulvovaginitis.
Contraindicaciones
No prescribir formas de dosificación orales con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Precaución
Su uso como diurético en presencia de hipertensión, cardiopatías o insuficiencia renal moderada o grave, sólo debe hacerse por prescripción y bajo control médico, ante el peligro que puede suponer el aporte incontrolado de líquidos, la posibilidad de que se produzca una descompensación tensional o, si la eliminación de potasio es considerable, una potenciación del efecto de los cardiotónicos. Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido, de la tintura y del jarabe.
Uso terapéutico y dosis
Uso interno
- Infusión: una cucharada de postre por taza, infundir durante 10 minutos. Para niños pequeños: 1 a 3 g en medio litro de agua o leche. Tres tazas al día.
- Extracto fluido (1:1): 30-50 gotas, una a tres veces al día.
- Tintura (1:5): 50-100 gotas, una a tres veces al día.
- Jarabe (5% de extracto fluido): 2 a 6 cucharadas soperas al día.
- Extracto seco (5:1): 0,3 a 1 g/día.
Uso externo
- Infusión: 60 g/l, aplicar en forma de lavados, compresas, colutorios, baños oculares (isotonizar), gargarismos o irrigaciones.