Batalla de San Jacinto (Texas, 1836)
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Antecedentes
La batalla de San Jacinto tuvo lugar cuando las tropas comandadas por el presidente y general Antonio López de Santa Ana, acampadas cerca de la boca del río San Jacinto seguidas de cerca por la milicia tejana, se reponían descuidadamente de su victoria del Fuerte El Álamo el 6 de marzo de 1836.
La batalla
En esas circunstancias, el 21 de abril de 1836 fueron atacadas sorpresivamente, al grito de ¡Recordad el Álamo!, por unos 800 aventureros yanquis bajo el mando del general Sam Houston.
Los mexicanos fueron tomados por sorpresa, y a pesar de reagruparse en pocos minutos, se retiraron en desorden.
El combate duró menos de media hora y culminó con la derrota total de los mexicanos, la mayor parte de los cuales fueron asesinados o hechos prisioneros.
Detención de Antonio López Santa Anna
Santa Anna tuvo que escapar disfrazado, pero al ser reconocido y capturado, fue llevado a un campo en el que los soldados mexicanos se sorprendieron al reconocer a su comandante preso, actitud que comprobó el mismo Houston.
Consecuencias
Durante el tiempo que duró la batalla, 630 mexicanos fueron asesinados, 208 heridos y 713 capturados mientras que sólo hubo 9 bajas del ejército texano.
Frente a las amenazas de fusilamiento, Santa Anna aceptó firmar los Tratados de Velasco, que establecían el reconocimiento del gobierno mexicano sobre la separación de Texas, que nueve años después se sumaría a los Estados Unidos.
Además, fue trasladado a Washington, en donde garantizó al presidente Andrew Jackson que no intentaría recuperar Texas.
Véase también
Fuente
- Colectivo de autores. Historia Militar de Cuba (1510-1868). Centro de Información para la Defensa, MINFAR.