Batalla de Yorktown
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Preparativos
George Washington lideró la marcha rumbo a Yorktown, acompañado de Rochambeau, otro francés en sus líneas. Iniciado el 19 de agosto, iban casi 4 mil franceses y 3 mil americanos desde Newport en Rhode Island. Washington quiso generar este avance en el más absoluto secreto, y durante el camino se dedicó a enviar espías así como falsos mensajeros que demostrasen a los ingleses que el ataque verdadero se llevaría a cabo en Nueva York, como inicialmente se planeó. Hubo algunos inconvenientes en las filas cuando se negaron a continuar si no se les daba su paga, petición aprobada por el Congreso Continental. En el camino también hubo buenas noticias, pues se enteraron que Grasse había llegado con la flota y los soldados de éste fueron enviados a unirse a los de Lafayette. La llegada de la flota no fue desapercibida por los británicos quienes envían la Royal Navy a acabarla, pero no tuvieron muy buena información con respecto a la cantidad y la potencia de la flota y los británicos sufrieron una aplastante derrota en la denominada batalla de Chesapeake, obligándolos a regresar, con bajas claro está, hacia Nueva York, librando a las tropas en tierra de un peligroso bloqueo o martillero naval.
El 14 de septiembre, Washington llegaba a Williamsburg en Virginia. El 26 de aquel mes llegaba la artillería, soldados y suministros franceses, incrementando el poder del ejército rebelde. Aunque no se suele hacer mención de ello, es importante resaltar la importancia de la ayuda española para el triunfo final de los insurgentes continentales. Los fondos y avituallamientos aportados por Francisco de Saavedra resultaron vitales para permitir a la flota francesa del almirante de Grasse trasladarse desde el Caribe, y permitir el triunfo final sobres los Ingleses.
Ya para entonces su número ascendía a casi unos 19 mil soldados, una cantidad temeraria. Dos días más tarde Washington empezaba a rodear Yorktown, tomando los franceses el flanco izquierdo y los americanos el derecho. Las baterías se ajustaron desde posiciones clave, pues Washington creía que podría rendir a los británicos sólo con el bombardeo.
La batalla
Las tropas terrestres independentistas y sus aliadas francesas más la
El gobierno inglés aceptó los términos del Tratado de París, firmado el 3 de septiembre de 1783, que puso fin oficialmente a la guerra.
Véase también
Fuente
- Colectivo de autores. Historia Militar de Cuba (1510-1868). Centro de Información para la Defensa, MINFAR.