El desfile del amor (libro)

El desfile del amor

Considerada por muchos como una novela grandiosa. No sólo es la mejor que Pitol ha escrito, sino una de las mejores novelas de la literatura mexicana.
Título originalEl desfile del amor
Autor(a)(es)(as)Sergio Pitol Demeneghi
Editorial:Editorial Arte y Literatura, 2014
Diseño de cubierta:Ariana Landaburo
ColecciónNarrativas hispánicas
GéneroNovela histórica
EdiciónCristhian Frías
Primera edición18 de abril de 2006
ISBN978-959-03-0713-3
País México
PremiosPremio Herralde de Novela 1984

El desfile del amor. Novela realizada por el escritor mexicano Sergio Pitol Demeneghi, en su primera edición en el 1984 y publicada en esta edición por la Editorial Arte y Literatura. Este libro es un fresco histórico, una trepidante investigación detectivesca, una divertidísima comedia de equívocos– confirma a Sergio Pitol como uno de los más notables y personales escritores latinoamericanos. El autor obtuvo el Premio Herralde de Novela 1984 por esta maravillosa novela.

Sinopsis

Narra sobre un historiador que emprende la tarea detectivesca de desentrañar el enigma de un asesinato cometido una noche de otoño de 1942, cuya reconstrucción parece revelar mucho no sólo sobre la propia infancia del investigador, sino también sobre un México al que llegaban refugiados de todas partes y todos los credos y era el México del avilacamachismo y de la Unidad Nacional.

Argumento

El desfile del amor confirma a Sergio Pitol Demeneghi como uno de los más notables y personales escritores latinoamericanos. Su evidencia está basada en el México, de 1942: país que acaba de declarar la guerra a Alemania, y su capital se ha visto invadida recientemente por la más insólita y colorida fauna: comunistas alemanes, republicanos españoles, Trotski y sus discípulos, Mimí sombrerera de señoras, reyes balcánicos, agentes de los más variados servicios secretos, opulentos financieros judíos.

Mucho tiempo después, tras el hallazgo casual de unos documentos, un historiador interesado en tan apasionante contexto intenta esclarecer un confuso asesinato perpetrado entonces, cuando él tenía diez años, y la narración –que atraviesa los polos excéntricos de la sociedad mexicana, los medios de la alta política, así como sus más extravagantes derivaciones– permite a Sergio Pitol Demeneghi no sólo pintar una rica y variada galería de personajes, sino también reflexionar sobre la imposibilidad de alcanzar la verdad. Como en una comedia de Tirso de Molina, nadie sabe a ciencia cierta quién es quién, las confusiones se suceden sin cesar y el resultado es este regocijante desfile, que por algo lleva el nombre de una de las más famosas comedias de Lubitsch.

Está directamente relacionada con otras dos novelas que hacen referencia a la década de los cuarentas, época que curiosamente no ha sido muy tratada por nuestra novelística. La obra de Pitol nos remite a La región más transparente, de Carlos Fuentes y Casi el Paraíso, de Luis Spota, conectadas no sólo en el tiempo sino también en el centro de sus narraciones: el México de los cuarentas, debatido, por una parte por la clase porfirista venida a menos y decadente y, del otro, por la nueva burguesía advenediza. Todos en medio de una sociedad cambiante que se moderniza, cosmopolitiza y se pone en el mapa del mundo; es el país que deja de ser rancho para convertirse en ciudad.

Personajes

Esta novela de orden político-policíaco tendrá su desenlace treinta años después ocurridos ciertos hechos, cuando Miguel del Solar, historiador mexicano recién desembarcado de Inglaterra con motivo de la edición de su libro 1914, se aboca a reconstruir la historia del país durante un año que lo considera decisivo: 1942.

La pesquisa parte de un hecho aparentemente desconectado de los fines científico históricos que persigue Del Solar, el asesinato de un joven austríaco de origen alemán, Erich María Pistauer, al salir del edificio Minerva de la colonia Roma, donde se daba una fiesta que reunía a personajes representantes de lo más granado de la cultura y la política de ese entonces. Miguel del Solar tratará de develar los móviles del asesinato de Pistauer y desentrañar los intereses que se daban entre las gentes reunidas esa noche de 1942 en el edificio Minerva. El resultado es un viaje aleccionador, magnífico a la vez de divertido que nos asoma por ambientes y personajes del México de los cuarentas.

Así Del Solar hablará con los testigos de la época empezando por su propia tía, doña Eduviges Briones de Díaz Zavala, con quien siendo niño vivía en el Minerva al momento del asesinato. La tía Eduviges proviene de una clase social arcaica, desplazada por el nuevo México que ha dado cabida a lo que ellos consideran gente sin clase, meros arribistas; simboliza a los profesantes de la queja constante, inadaptados a muerte, nostálgicos del viejo orden, cancerberos de los buenos modales; es el segmento de la sociedad que se niega a ser marginada por un país que ha cambiado inevitablemente.

Del otro lado, Del Solar enfrentará a Delfina Uribe, hija de un prominente revolucionario venido a más, de esos a los que la Revolución "les hizo justicia". Delfina Uribe se convierte con el tiempo en piedra nodal de la cultura pictórica del país a través de su galería y sus relaciones con la vanguardia intelectual de la época; ambiciosa y forjadora de un personaje en torno a sí misma, esta self-made woman representa lo contario de Eduviges Briones. Delfina Uribe es un México abierto a ideas renovadoras, a personajes internacionales y a una nueva cosmovisión que ya ha tocado a México. Es la anfitriona perfecta para recibir al nuevo país, urbanizado, aculturado y moderno.

Uno de los personajes internacionales es Ida Werfel, alemana, exiliada y hacendada desde entonces en México, seguidora de ideas renovadoras, vanguardista y verdadera promotora de la cultura. Esta extranjera dará idea de los exiliados de un mundo convulso, sacudido por la guerra, que encuentran en nuestro país a la vez de paz, tierra fértil para desarrollar sus ideas y sus vidas. Ida Werfel encarna a estas figuras cosmopolitas que vienen a sazonar la vida social y cultural del país: desde Trotsky y seguidores hasta la devaluada nobleza europea, con todo y séquito, pasando por espías nazis e intelectuales de todas las latitudes.

Otro personaje central es Pedro Balmorán, "el mismo que canta y baila", un escritor verdaderamente desquiciado, poseedor de una historia alucinante a la que ha dado vuelta por más de tres décadas. Tratase ésta de la de un hermafrodita o quizá una doncella indígena, en tiempos de la invasión francesa, quien posee una voz celestial y que al ser descubierta es llevada al mismísimo Vaticano para cantar ante su Santidad --con desenlace lamentable. Miguel Del Solar descubre muchas cosas pero entiende muy poco, lo que habrá de reconocer al final: "Como saber he sabido muchas cosas, pero el significado se me escapa." El historiador se enfrenta a una suerte semejante a la de Rashomón, donde cada personaje ha visto y sentido una historia distinta; no hay objetividad que valga.

Del Solar aborda psicologías, transcurre por los mundos internos de quienes fueron testigos presenciales del asesinato de Erich María Pistauer y protagonistas de la época, analizando muy bien las personalidades de sus interlocutados. Pero de ahí no trasciende, no logra develar los hilos del crimen. Pero con el abordaje de estas interioridades se manifiestan los distintos ánimos, cosmovisiones y comportamientos predominantes en ese momento.

Índice

  • Minerva
  • La parte derrotada
  • Anfitriona perfecta
  • Corredores y sorpresas
  • Ida Werfel habla con su hija
  • El mismo que canta y baila
  • En el huerto de Juan Fernández
  • El retrato de una diva
  • El desfile del amor
  • El aborrecible castrado mexicano
  • ¡Cangrejos al compás!
  • Final

Datos del autor

Sergio Pitol Demeneghi (México, 1933). Nacido en la ciudad de Puebla en 1933. Es uno de los más importantes escritores latinoamericanos contemporáneos y también un excelente traductor de Witold Gombrowicz, Joseph Conrad, Henry James, entre otros autores. Cursó sus estudios de Derecho y Filosofía en la Ciudad de México. Es reconocido por su trayectoria intelectual, tanto en el campo de la creación literaria como en el de la difusión de la cultura, especialmente en la preservación y promoción del patrimonio artístico e histórico mexicano en el exterior. Ha vivido perpetuamente en fuga, fue estudiante en Roma, traductor en Pekín y en Barcelona, profesor universitario en Xalapa y en Bristol, y diplomático en Varsovia, Budapest, París, Moscú y Praga. Galardonado con el Premio Juan Rulfo en 1999 y el Premio Cervantes en 2005, por el conjunto de su obra.

Fuentes

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