El presidio político en Cuba
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El presidio político en Cuba. Folleto escrito por José Martí de unas cincuenta páginas donde relata de una forma magistral la amarga experiencia vivida en las canteras de San Lázaro durante el periodo en que él estuvo preso, obligado a trabajar en condiciones infrahumanas.
Antecedentes
En octubre de 1869 un grupo de “voluntarios” españoles registró la vivienda del amigo de Martí, Fermín Valdés Domínguez, y encontró una carta dirigida a un amigo, a quienes acusaban de apóstata, por haber ingresado en las filas del ejército español. Ambos son encarcelados y aseguraban ser los autores de la carta.

Martí es condenado a seis años de privación de libertad y el 4 de abril de 1870 ingresa en la cárcel de La Habana con el número 113, donde trabajaría hasta doce horas diarias en condiciones infrahumanas.
Esta condena más tarde fue commutada al destierro hacia Isla de Pinos lugar al que llega el 13 de octubre de ese mismo año. Posteriormente el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres Leonor y Mariano, logró ser deportado a España. Es allá donde escribe su primer ensayo donde relata sus vivencias en la cantera de San Lázaro.
Lo que se relata en él
En el ensayo se presentan desgarradores retratos realistas y poéticos, expresados de forma sobrecogedora. No hay nada imaginado, todo es real: ancianos como Nicolás del Castillo, brigadier mambí, y el negro Juan de Dios; niños como Lino Figueredo , Tomás y Ramón Rodríguez, de doce, once y catorce años, respectivamente; pero también están él, su padre, su madre. Algunos dicen que el alegato martiano es un extenso poema de dolor. A través de todo el folleto se observa un sentimiento de inmensa compasión; él dice varias veces:
Características
Se ha dicho que esta obra es una pieza única en la prosa martiana, porque a diferencia de sus otros escritos, aquí no se ve el período lleno de abundantes descripciones y de imágenes de mucha novedad; sin embargo, sus condiciones de prosista excepcional y novedoso ya pueden distinguirse en sus páginas. Aquí emplea Martí párrafos en los que se repiten frases y palabras como imitando el castigo infernal de las canteras, en un ciclo interminable. Las visiones parecen fantasmales.
Causas por que lo escribió
Está dirigido a los españoles, como si les estuviera hablando, como si les presentara este horrible espectáculo por escenas; continuamente los invoca a ver y condenar: Mirad! Canten, lean, aplaudan. No buscaba Martí novedad literaria; lo concibió como un documento de indignada acusación, no sólo por el maltrato físico, sino por el maltrato a la moral y a la condición humana; pero no por ello deja de ser una pieza artística.
Frente al terrible dolor del presidio, Martí opuso un singular optimismo, que lo ayudó a luchar con el convencimiento de la victoria final; por eso escribió en este trabajo: