Enrique Noda González

Enrique Noda González

Combatiente revolucionario cubano
Nacimiento9 de septiembre de 1927
Colón, Matanzas,  Cuba
Fallecimiento16 de febrero de 1958
Pino del Agua,  Cuba
Causa de la muerteMuere en el combate al grito de !Viva Cuba Libre¡
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
PadresPedro Noda Amador y Juana González Cabrera

Enrique Noda Gonzáles. Combatiente revolucionario cubano, declarado patriota insigne del municipio  Calimete por la labor que desarrolló  como seguidor de los ideales patrióticos de la Revolución Cubana.

Nacimiento

Enrique Noda González nació en el poblado de Palmilla del municipio  Colón, Matanzas, el día 9 de septiembre de 1927, siendo sus padres Pedro Noda Amador y Juana González Cabrera.

Estudios

En el año 1932 la familia se traslada para el poblado de Céspedes del entonces municipio Manguito, donde inicia Enrique sus estudios primarios. Años más tarde la familia pasa a residir en la Finca Santa Eufemia y en la escuela pública del lugar termina su sexto grado.

Trayectoria laboral

Desde los quince años trabaja con su padre en labores del campo en el después pasa a emplearse como dependiente en diversos comercios en Calimete.
En el año 1945 reside por algún tiempo en La Habana, regresando a Calimete más tarde para emplearse en el Central Por Fuerza (hoy Jesús Rabí).

Nuevamente en La Habana, labora como dependiente en comercios de víveres y de ropas, al tiempo que realiza estudios nocturnos que le permiten ingresar en la Escuela de Comercio de La Habana, hasta graduarse de Contador.
Por esa época entra como empleado en la droguería Taquechel, llegando a ocupar el cargo de secretario general del sindicato de trabajadores de ese centro. En 1952 matriculó en la Facultad de Ciencias Comerciales de la Universidad de la Habana, y pronto sus compañeros lo escogieron como delegado de su curso ante la FEU.

Trayectoria revolucionaria

Es en ese ámbito donde comienzan sus tareas conspirativas. Ante el cuartelazo del 10 de marzo, fue uno de los jóvenes que esperaron inúltimente en la colina universitaria, las prometidas armas para combatir a Batista. A partir de ese momento se le vió siempre en las primeras filas de las manifestaciones de protesta contra la tiranía. Si bien no participó en el asalto al Moncada, estuvo relacionado con esos planes, ya que para ese entonces se había puesto en contacto con Fidel y con los elementos más revolucionarios del estudiantado.

Después que Batista se vió obligado, por la presión popular, a amnistiar a los sobrevivientes de aquella acción heróica, Enrique fue uno de los primeros en sumarse a las filas del recién creado Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Inmediatamente le dieron la tarea de organizar células y realizar múltiples labores conspirativas, que le costaron prisión y torturas en varias ocasiones. Una de las veces en que fue encarcelado en el SIM, sufrió tales tormentos que no pudo recuperarse en largo tiempo.

El 1 de mayo de 1957 logró incorporarse a la guerrilla de la Sierra Maestra y muy pronto su valor y capacidad combativa fueron reconocidos con el ascenso a primer teniente, cuando formaba parte de la tropa de Camilo. En esa campaña de la Sierra, las fuerzas de la dictadura establecieron una posición fortificada en el cerro de Pino del Agua, lugar estratégico que dominaba una extensa zona de lomas. El alto mando rebelde consideró necesario tomar esa posición que ya antes había sido atacada. En la madrugada del 16 de febrero de 1958, la columna que integraba Enrique Noda atacó el puesto fortificado de la tiranta en Pino del Agua. Como parte de un pelotón de 10 combatientes, le correspondió lanzarse al ataque por la retaguardia el punto del cerro de Pino del Agua más escarpado y difícil de escalar Simultáneamente, el resto de la columna rebelde atacaba frontalmente el reducto batistiano.

Muerte

En medio de la acción, Noda y dos compañeros se adelantaron con una ametralladora calibre 30 y granadas de mano, tomaron por asalto una trinchera enemiga y comenzaron a disparar. Al caer los acompañantes de Noda, este se batió a tiros con los casquitos y los hizo retroceder. Al creer que los había derrotado, se Irguió dando gritos de ¡Viva Cuba libre! En ese momento dos balazos mortales hicieron impacto en su cuerpo.

El cadáver del Teniente Noda queda así en manos de los soldados enemigos, que lo entierran en un lugar cercano. Horas más tarde, al repetirse el ataque por las fuerzas rebeldes toman la posición de Pino del Agua y es reconocido y marcado el lugar de su sepultura, para que puedan ser recuperados después sus restos.
Al terminarse la lucha armada con el triunfo de la Revolución son exhumados por familiares y compañeros los restos mortales de Enrique Noda González y depositados en el cementerio de Calimete donde reciben el tributo de recordación y gratitud de sus hermanos de la Patria liberada.

Fuentes

This article is issued from Ecured. The text is licensed under Creative Commons - Attribution - Sharealike. Additional terms may apply for the media files.