Jaime González Grocier
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Síntesis biográfica
Nació en Cuba el 13 de febrero de 1892. Desde adolescente construía "intentos" de aeroplanos, porque además era un excelente mecánico.
Jaime González, junto a Domingo Rosillo y Agustín Parlá, integra la tropología de los primeros de las aviación en Cuba, Parlá nacido en Cayo Hueso en 1887, realizó el vuelo desde Mariel hasta La Habana primero entre dos provincias y distancia record para entonces el 20 de julio de 1913. Rocillo nació en Orán, Argelia en 1878 y fue quien primero voló desde Pinar del Río hasta La Habana, el 25 de febrero de 1914, en recorrido continuo de 200 km.
La visita a Cienfuegos, en febrero de 1911, del aviador norteamericano Charles Walsh, a quien acompaño en algunos vuelos, dio a Jaime el impulso decisivo para emprender un viaje a Francia e ingresar en la Escuela de aviación de Chateaufort. Fue allí de los primeros y de los pocos en realizar el vuelo invertido, de manera que la Federación Internacional de Aeronáutica le expidió licencia de piloto en 1913.
De vuelta a Cuba se hallaba en febrero del año entrante y de inmediato se puso a su disposición un monoplano tipo Morare de 100 hp. El 20 de mayo de 1914 despegó a las 5.50 de la mañana de Cienfuegos para aterrizar dos horas después, a las 7.50, en el aeródometro de Columbia, en recorrido de 285 km, uno de los más extensos de aquellos años.
En mayo del siguiente año efectuó un primer vuelo Santiago de Cuba - La Habana en siete horas, con varias escalas, y aunque intento extender el trayecto hasta San Francisco de California, no lo consiguió por motivos técnicos.
Ingreso en el ejército durante los años en que en Europa se libraban las batallas de la Primera Guerra Mundial y desde el aire participo en las campañas de propaganda que en favor de los aliados se realizaban en Cuba.
Aportes a la Comunicación
Concluido el conflicto volvió a la vida civil y, por su cuenta emprendió numerosos vuelos por las provincias observando el estado calamitoso de las comunicaciones.
Fue a partir de aquella experiencia que propuso al director general de correos, coronel Charles Hernández, un programa para el establecimiento de líneas aéreas con fines postales. En la organización del servicio de correspondencia aérea estaba inmerso al sufrir el fatal accidente. En tiempos que no existía el radio (y mucho menos la televisión), cuando los medios de comunicación eran relativamente lentos y la técnica irrumpía con vigor para acelerar el desarrollo en los diversos ordenes de la vida, los pilotos devenían héroes (ases del aire) de gran popularidad, de quienes en cualquier parte se comentaba la mas reciente hazaña.
Se insertó en ese contexto que hoy nos parece lejano, aunque en verdad no lo sea tanto, pues el primer aeroplano no voló apenas hasta 1903, y el primero lo hizo en Cuba en la tarde del sábado 7 de mayo de 1910, un Voisin de 60 hp piloteado por el francés André Bellot. Así es que no lo olvidemos, Jaime González fue uno de los héroes de la incipiente aviación cubana y un precursor de los progresos técnicos que ahora exhiben las comunicaciones.
Muerte
El 4 de julio de 1920 se elevó Jaime González Grocier por ultima vez en un aeroplano. A las 6.30 de la mañana despegó con destino a Jagüey Grande, donde se proyectaba la construcción de una pista de aterrizaje, cuando el avión perdió altura y cayó en el barrio habanero de Luyanó, en accidente que ocasionó la muerte instantánea del piloto.
La noticia contornó al país, la aviación era asunto novedoso y lleno de aventura, su práctica se consideraba oficio de audaces, los pilotos disfrutaban de celebridad y admiración, pero en especial a la población de Cienfuegos, ciudad natal de Jaime, donde se le tenía por hijo predilecto.
Fuentes
- Depestre Catony, Leonardo; Luis Ubeda Garrido (2002). Personalidades Cubanas Siglo XX Editorial de ciencias sociales. pág 158.