Movimiento Democracia Real Ya
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El Movimiento Democracia Real Ya, también conocido como 15-M o los Indignados fue un movimiento social que estalló en España el 15 de mayo de 2011[1], exigiéndole al gobierno y los partidos políticos tradicionales de ese país mejoras sociales y económicas para los ciudadanos comunes.
Objetivos
El objetivo de su lucha fue manifestado en sus propias palabras cuando en un comunicado a la población comentaban:
Mediante esta plataforma, queremos ayudar a coordinar acciones globales y comunes entre todas aquellas asociaciones, grupos y movimientos ciudadanos que, a través de distintas vías, están intentando contribuir a que la actual situación cambie.[2]
Manifiesto
Para darle carácter popular a su movimiento, los integrantes del mismo redactaron el Manifiesto Democracia Real Ya:
Lea manifiesto completo en: Manifiesto "Democracia Real Ya".
Historia
La manifestaciones pacificas que más tarde serían denominadas Movimiento Democracia Real Ya estallaron en España el 15 de mayo de 2011. Ese día unas 50 ciudades del país fueron objeto de marchas pacificas que pedían mejores condiciones de vida. Las consignas centrales de las marchas fueron No somos mercancías en manos de políticos y banqueros y Vuestra crisis no la pagaremos, en ese momento el desempleo en el país acerca a cinco millones de población activa. Muchos de los jóvenes que desfilaron enarbolando en sus camisetas el lema de Sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo.

Desde el inicio de la manifestación los jóvenes decidieron convertir la Puerta del Sol de Madrid en su campamento insigne, a pesar de la intentos de la policía de desalojar la plaza en algunas ocasiones[3], los jóvenes se mantuvieron firmes y mientras que miles de simpatizaron con las proclamas que enarbolaban le dieron su apoyo.
Para el 20 de mayo[4] el movimiento había obtenido reconocimiento internacional y en varias ciudades de Europa manifestantes salieron a las calles en muestra de apoyo, según periódicos de ese continente, en Londres, unas 300 personas se manifestaron al grito de También los exiliados estamos indignados. Mientras en Bruselas se manifestaron unas 600 personas, dos centenares en Lisboa y un centenar en Atenas y Milán. Asimismo, hubo protestas, aunque menos numerosas, en Budapest, Tánger, París, Berlín y Roma.
El domingo 22 de mayo se realizan elecciones municipales a las cuales el movimiento se opuso desde el inicio mismo de las propuestas, debido a esta crisis política la asistencia a los comicios electorales fue muy pobre[5] (de cada 100 ciudadanos 54 no votaron).
El 27 de mayo[6] se produjo el mayor desalojo policial contra los indignados, el hecho tuvo lugar en la céntrica Plaza de Cataluña (Barcelona) y dejó un saldo de 43 heridos. El rechazo internacional a la brutalidad policial no se hizo esperar y miles de personas se dieron cita en diversas ciudades de Europa para solidarizarse con los manifestantes de Bercelona.
El 9 de junio la policía nacional española reprimió una manifestación del Movimiento 15-M frente a la sede del Parlamento de la comunidad utónoma de Valencia, en una operación que causó alrededor de 18 heridos y cinco detenidos[7].
El 15 de junio[8] un grupo de más de tres mil indignados cercaron Parlamento catalán por más de 12 horas, en una de las jornadas más tensas desde que irrumpió en el país la revolución del movimiento del 15 de mayo (15-M), la represión popular dejo un saldo de 46 heridos y seis detenidos.
Criminalización
El nuevo gobierno de derecha del Partido Popular necesitado de realizar ajustes económicos y conocedor del descontento social que dichas medidas provocarían comenzó un proceso legal de criminalización de los Indignados[9]. Ante la escalada de la tensión socialel Partido Popular propuso reformar el Código Penal para endurecer las legislaciones que afectan al orden público.
La medida que se consideró más fuerte resultó el endurecimiento de las sanciones para la violencia callejera, equiparándolas con la legislación antiterrorista diseñada para tratar los casos de kale borroka en el País Vasco. Otras propuestas fueron incluir como delito de atentado a la autoridad la resistencia pasiva o activa. En clara referencia a las movilizaciones estudiantiles de Valencia y el Movimiento 15-M, con esta legislación podrían ser condenados por atentado todas las personas que acudan a las movilizaciones de los indignados, que suelen llevarse a cabo sin previa notificación a la Delegación de Gobierno.
La reforma propuesta prevé que sea considerado delito de integración en organización criminal difundir a través de Internet y las redes sociales las convocatorias “violentas” y que “alteren gravemente el orden público”, que podrían ser todas aquéllas que no hayan sido notificadas y que se nieguen a abandonar el lugar pese al aviso de la policía.
Se considerará como agravante cuando las conductas violentas se produzcan en manifestaciones o concentraciones y se incluirá como delito de desorden público los supuestos en los que se penetre en establecimientos públicos o se obstaculice el acceso a los mismos. En este sentido, se ampliará la cuantía de los daños no sólo a los que se produzcan en establecimientos, sino también a los que se deriven por la interrupción de cualquier servicio público.
Referencias
- ↑ Hartos del modelo, artículo publicado en Cubadebate el 16 de mayo de 2011.
- ↑ Información publicada en el Sitio Oficial del Movimiento
- ↑ Policía en Madrid homenajea el Día mundial de Internet
- ↑ El #15M en España arranca con miles de personas protestando en las calles
- ↑ En España, tras la jornada electoral todo continúa igual.
- ↑ Desalojo policial de los indignados de Barcelona deja saldo de 43 heridos.
- ↑ Liberados los detenidos de Valencia tras una marcha de 2.000 indignados
- ↑ 46 heridos y seis detenidos tras paliza frente al Parlamento de Barcelona. Artículo publicado el 16 de junio de 2011.
- ↑ Interior considerará la resistencia pasiva un atentado a la autoridad. Disponible el El Público. Consultado el 12 de abril de 2012