Félix II
San Félix II ![]() | |
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Antipapa de la Iglesia católica | |
355 - 365 | |
![]() Félix II, considerado por la iglesia católica como antipapa | |
Información personal | |
Nombre religioso | Félix II |
Nacimiento | Roma, ![]() |
Fallecimiento | 22 de noviembre de 365 Porto, ![]() |
Santidad | |
Canonización | San Félix II |
Festividad | 20 de julio |
Síntesis biográfica
El ascenso de Félix II al pontificio fue durante mucho tiempo considerado legítimo. Dado que el entonces papa Liberio, se negaba a condenar a san Atanasio (obispo de Alejandría y el más decidido opositor a la doctrina arriana en aquel momento), Constancio II le desterró (primero a la ciudad tracia de Berea y más tarde a Sirmio) y eligió en su lugar a Félix, que por entonces era arcediano de la Iglesia en Roma. En 357, el desterrado Liberio condena las ideas de Atanasio en el denominado Formulario de Sirmio logrando con ello que el emperador Constancio II le permita regresar a Roma con la intención de que la Iglesia estuviese gobernada tanto por Liberio como por Félix. Pese a que la intención del Emperador era que Liberio I y Félix II compartieran la dignidad pontificia, el pueblo de Roma se mostró tan entusiasmado con el regreso del primero de los citados que Félix II tuvo que huir de la ciudad y refugiarse en Porto.
Trayectoria
La historia de este personaje es oscura, incierta y sorprendente. El año 355, el emperador Constancio llevó preso a Milán al Papa Liberio y después le desterró a Tracia por haber sostenido las definiciones del Concilio de Nicea y por haberse negado a condenar a San Atanasio. "¿Quién sois vos", dijo el emperador al Pontífice, "para defender a Atanasio contra el mundo entero?" Un diácono de Roma, llamado Félix, aprovechó la ocasión para hacerse consagrar Papa por tres obispos arrianos; pero sólo una parte del clero de la ciudad lo aceptó como Pontífice; en cuanto a los laicos, ninguno de los miembros de la nobleza le reconoció, fuera de los miembros de la corte imperial.
Los habitantes de Roma rogaron insistentemente a Constancio, cuando este visitó la ciudad, que restituyese al Papa Liberio. El año 357, el verdadero Papa volvió a Roma, donde fue recibido con gran entusiasmo por el pueblo. Felix huyó, tras de haber intentado en vano ofrecer resistencia. El senado le prohibió que volviese a Roma.
Es difícil comprender por qué se honra a Félix como Papa, santo y mártir. Sin embargo, así sucede en ciertos documentos espurios de principios del siglo VI, las "Gesta Felicis" y las "Gesta Liberii". El error se extiende hasta el mismo Martirologio Romano, en el que se lee el día de hoy:Fue trasladado a la iglesia de los Santos Cosme y Damián; ahí fue descubierto, bajo el altar de Gregorio XIII, junto con las reliquias de los santos mártires Marcos, Marceliano y Tranquilino. Las reliquias de los cuatro santos fueron de nuevo sepultadas ahí mismo el 31 de julio. Es evidente que se trata de una confusión con el Papa Liberio, a no ser que alguien haya intercambiado deliberadamente los papeles que ambos personajes desempeñaron en la historia.
El Líber Pontificalis refiere que el archidiácono Félix construyó una iglesia en la Vía Aurelia, donde se hallaba la tumba del mártir San Félix; seguramente que ese hecho constituyó una nueva fuente de errores.
A partir de 1947, el "Anuario Pontificio" incluyó a "Félix II" en la lista de los antipapas y así aparece en el Martirologio Romano en el 29 de julio.
Muerte
Muere en la ciudad italiana de Porto, el 22 de noviembre de 365. Aunque no consta que sufriera martirio alguno, el martirologio romano lo incluye como tal fijando su fiesta el 20 de julio.
Fuentes
- Enciclopedia Británica, Félix II, Antipapa. (en inglés). Consultado el 29 de diciembre de 2013.
- Kirsch, Johann Peter. "Felix II." The Catholic Encyclopedia. (en inglés) Vol. 6. 1909.