Francisco de Paula Santander
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Combatió en diversas campañas hasta que Bolívar le ascendió a general y jefe del Estado Mayor de su ejército (1817) y siguió colaborando con él hasta la independencia de la Gran Colombia (actuales Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador) en 1819.
Fue nombrado vicepresidente del país por el departamento de Cundinamarca (nombre que tomó Nueva Granada, actual Colombia), y se encargó del gobierno mientras Bolívar estaba ausente luchando contra los españoles. Su poder fue confirmado al establecerse un régimen político unitario en 1821, pasando Santander a ejercer la vicepresidencia de la Gran Colombia.
Desde entonces entró en conflicto con José Antonio Páez, portavoz de las aspiraciones independentistas de Venezuela, que consiguió restablecer un sistema federal y apartar a Santander de la vicepresidencia en 1828. También se enfrentó a Simón Bolívar, organizando una conspiración fracasada contra sus inclinaciones autoritarias (1828), tras lo cual fue juzgado y desterrado.
Síntesis biográfica
Nació el 2 de abril de 1792 en Nuestra Señora del Rosario de Cúcuta (Colombia). Hijo de Juan Agustín Santander y Colmenares, gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y cultivador de cacao y de Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez. Cursó sus estudios en Bogotá y en 1810 se alistó al Ejército libertador. Realizó un Doctorado en Derecho a los 17 años, tras lo cual se unió de inmediato al movimiento revolucionario contra la dominación colonial española (1810).
Trayectoria política y militar
Su infancia transcurrió en la comodidad de las haciendas de café, caña de azúcar y cacao que poseía su padre, quien fue gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y descendía de una antigua familia de militares y funcionarios.
En 1805 viaja a Bogotá a estudiar en el Colegio Mayor de San Bartolomé. Obtiene la Beca Bartolina en 1805 y el grado de Bachiller en Filosofía en 1808, casi culminando sus estudios de Derecho en la Universidad Santo Tomás, en el año 1810, cuando en las calles lo sorprende la Guerra de Independencia.
Ingresó como recluta voluntario en las filas patrióticas y recibió el rango de subteniente-abanderado del batallón de guardias nacionales. Fue parte de la Inspección Militar, de la comisión de Guerra en la Junta Suprema y colaborando con Antonio Baraya en la campaña del Norte y en la guerra de la federación contra las fuerzas centralistas de Cundinamarca, después de haber anexado Mariquita en sus filas, siendo ascendido sucesivamente a teniente y capitán, en menos de un mes (1812) fue herido y hecho prisionero durante el asedio a Bogotá por las fuerzas centralistas al mando de Antonio Nariño, quien lo libera para enviarlo a servir en la campaña del general Bolívar en el norte.
En 1813, ya ascendido a sargento mayor, Bolívar le encomendó la defensa de los valles de Cúcuta, donde fue vencido por los realistas aunque les provocó un verdadero dolor de cabeza y tuvo victorias a pesar de la inferioridad cuantitativa o cualitativa, defendiendo o recapturando los valles de Cúcuta y parte de Venezuela, hasta la batalla de Cachirí donde mandó la vanguardia y la descubierta y donde el general Custodio García Rovira gritó "Firmes, carajo".
Posterior a ello, se vincula a la guerra en Venezuela haciendo y acompañando a Bolívar en la campaña de los Llanos de Caracas, además de hacer la de Barinas, la de Guayana o Apure y contiendas como Fuerte Brión, hato del Yagual, Achaguas, Bancolargo, Guayabal, Calabozo, El Sombrero, La Puerta, Barbacoas, Acurén, Ortiz, el Rincón de los Toros y otras.
Otras acciones
En 1813 Santander no participó en la Campaña Admirable, permaneciendo en la población de La Grita, que había capturado por asalto, en apoyo al coronel Manuel del Castillo el cual se declaró en rebeldía en una campaña que desafió cualquier cálculo racional, pero se apartó, quedó sorprendido por el genio de Bolívar y cubrió tenazmente la retaguardia, como debía hacerlo en caso de derrota, cuando la campaña terminó en estrepitoso fracaso por factores como la logística, la contraofensiva de los batallones españoles o la falta de entusiasmo de la juventud comparada con la neogranadina.
En 1814 se convierte en coronel y desde 1816 participa en el repliegue del ejército libertador en los llanos, si bien dura poco en la comandancia de este ejército debido a la resistencia de los soldados llaneros a ser dirigidos por un militar ajeno a la región y que previamente había rechazado por considerarse incompetente para dirigir a los llaneros rebeldes a la disciplina militar.
Pero entonces de acuerdo con el nombramiento de Páez enterró su espada en el suelo, declaró que prefería morir con ella enterrada antes que consentir que el nombramiento no fuera hecho adecuadamente y se ganó cierto respeto que también ganaría luchando al lado de Páez.
Fue comandante de la segunda brigada de caballería, venciendo en El Yagual donde fue crucial, cargó violentamente y también lucharía lanza en mano en la campaña de los Llanos.
En 1818 es ascendido a general de brigada, y con experiencia como oficial de Estado Mayor y comandante, mandando entre otros los batallones "Piar", "Apure" y "Bajo Caroní", la 2a brigada de caballería o la 1a división de línea del Bajo Caroní, se le encomienda reorganizar las fuerzas en Casanare para la ofensiva final.
Después de acciones como Termópilas de Paya, Pantano de Vargas o Gámeza, donde fue herido al frente de las tropas, y el cruce de Pisba. Con su ejército fue la pieza definitiva en el triunfo de Bolívar en la Batalla de Boyacá en 1819, donde rodeó al enemigo, lo persiguió y lo aplastó evitando que pudiera reorganizarse. Se le premió con el rango de general de división y es desde ese momento en que recibe el título de "Organizador de la Victoria" por la forma cómo logró estructurar y disciplinar las filas que tres años atrás le habían dado la espalda, y las había convertido en el ejército más efectivo de los que participaban en las batallas de la independencia.
Además de comandante de compañía, de batallón, de brigada y de división, antes de ser relevado del mando para asumir la Vicepresidencia y el Poder Ejecutivo en ausencia del Libertador, era comandante del cuerpo de ejército de vanguardia, con la artillería y los batallones “Cazadores” y “1° de Línea”, los ingenieros, la compañía de carabineros, el escuadrón “Dragones”, los Guías del General, los regimientos “Lanceros Nº 1” y “Lanceros Nº 2”, el escuadrón “Invictos de Arauca”, el escuadrón “1° del Meta” hasta incluir la división de vanguardia y la división de retaguardia y, posiblemente habría podido ser jefe de Estado Mayor del Ejército Libertador en el Perú cuando "Electo Vicepresidente de Colombia, a la sazón de hallarme en Bogotá a más de 100 leguas de Cúcuta, formé la resolución de renunciar el destino y acompañar al general Bolívar en calidad de Jefe de Estado Mayor General del Ejército Libertador en Quito, como me lo había ofrecido.
Muerte
Cuando murió Bolívar y se rompió la Gran Colombia (1830), Santander regresó del exilio y participó en la revolución que dio origen a la República de Colombia separada de Venezuela y Ecuador.
Fue elegido primer presidente constitucional de Colombia (1832-37) e inició una sangrienta persecución de los bolivarianos y otros disidentes.
No obstante, siguió una línea política progresista, con especial atención al desarrollo de la educación. Perdidas las elecciones de 1837, abandonó el poder y siguió ejerciendo como diputado de la oposición hasta su muerte, ocurrida el 6 de mayo de 1840, en Bogotá, Colombia.
Fuentes
- Francisco de Paula Santander (Disponible en: biografiasyvidas.com)
- Francisco de Paula Santander (Disponible en: buscabiografias.com)