Fuentes de La Habana

Fuentes de La Habana

Fuentes de La Habana. Las fuentes, generalmente ubicadas en parques y avenidas, han constituido un importante elemento decorativo en la fisonomía de la ciudad.

Función

A diferencia de otras urbes, donde la principal función de las fuentes es suministrar agua para las actividades de limpieza, aseo, consumo humano y animal, en La Habana, desde su fundación, las fuentes han tenido una misión eminentemente ornamental, embelleciendo parques y plazas con sus estatuas y surtidores.

Construcción

Las más sobresalientes fuentes de la ciudad se construyeron en los siglos XIX y XX, por la expansión de la ciudad hacia el Reparto Las Murallas y La Habana Nueva, su extensión hacia el oeste.

El agua que surtía las primitivas fuentes provenía de la Zanja Real, terminada por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli en el siglo XVI, que partía desde la represa del Husillo actualmente, en el Parque Metropolitano de La Habana, donde estaba la toma de agua que corría a través de los barrios de Puentes Grandes, Cerro, Príncipe, por las actuales calles Zanja y Dragones, para bifurcarse allí en dos ramales: uno que terminaba en el Callejón del Chorro, en las cercanías de la Plaza de la Catedral y otro en el muelle de Luz.

Otras fuentes

Las principales fuentes de La Habana son:

  • Fuente de Neptuno. Importada desde Génova (Italia), esta fuente fue erigida en La Habana a petición del Capitán General de la Isla, Miguel Tacón, para dedicarla al comercio. Su objetivo aparte del ornamental era fundamentalmente abastecer de agua potable a tres barcos al mismo tiempo. Su historia está llena de incidencias y traslados. En 1997 con la intención de preservarla, reapareció, gracias a la Oficina del Historiador, en la orilla del litoral, muy cerca de su ubicación original.
  • Fuente de la India o de la Noble Habana . Se inauguró el 15 de febrero de 1837. Su construcción y su ubicación, al final del paseo de Isabel II Prado, se debieron a la iniciativa del presidente de la Junta de Fomento Claudio Martínez de Pinillos, conde de Villanueva. El escultor italiano Giusseppe Gaggini, realizó el trabajo artístico, basado en el diseño que concibiera en La Habana el coronel Miguel Pastor, con modificaciones hechas por el arquitecto italiano Tagliafichi.
    La fuente consta de un gran vaso o pilar de forma elíptica, el bocal es liso en su parte interior y su base, tiene forma de cáliz.
    Por fuera del pilón y envolviendo las piletas se encuentra una banqueta de mármol de planta elíptica que enmarca el monumento. En el centro de la fuente se levanta un basamento de mármol de planta rectangular en la que se destaca la figura de una doncella india que sostiene en su mano derecha el escudo de armas de la ciudad y el la izquierda un Cuerno de la Abundancia. Está rodeada por delfines de mármol.
    De sus bocas salen surtidores que arrojan chorros de agua en el pilón.
    Para la pila, las piletas, la banqueta, el basamento y los pedestales, se empleó mármol blanco, conocido en Italia con el nombre de Rovaciones, extraído en las mejores canteras de Carrara, de tinte parejo y sin defectos.
    Según el poeta Ángel Augier, La India, representa a La Habana, la que durante 150 años ha sido inspiración de poetas como Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), quien vivió entre 1809 y 1894 y que le dedicó su poema "A la fuente de la India Habana". En 1860 José María Heredia y Girard 1842- 1905, primo de José María Heredia y Heredia, le dedicó "A la Fontaine de la India", poema original en francés y Emilio Ballagas 1908- 1954, escribió 90 años mas tarde el soneto "Fuente Colonial".
  • Fuente de los Leones. Debido a la iniciativa del conde de Villanueva se situó en la plaza de San Francisco en La Habana Vieja en 1836 y se encargó y diseñó a las mismas personas que la fuente de La India.
    Consta de cuatro pedestales de mármol de Carrara que sustentan igual número de leones echados con una altura de 2,5 metros. En el centro de la fuente se alza una columna de 1,5 metro de alto y 0,45 de diámetro coronada con una corola que vierte el agua contenida.
    En 1944 se trasladó al Parque de la Fraternidad y cuando se iniciaron las obras para la restauración del Centro Histórico de La Habana se volvió a instalar en su lugar de origen. En el paseo de Tacón o de Carlos III hoy avenida Salvador Allende, terminado en 1839, se destacaban cuatro fuentes, la Fuente de Ceres o de la Columna, la Fuente de los Aldeanos, la Fuente de los Sátiros y la Fuente de Esculapio. Debido a modificaciones de esta avenida, en la actualidad no queda ninguna.
  • Fuente de Las Américas.
    Fuente de Las Américas
    Erigida como homenaje al descubridor de estas tierras, se inauguró en 1924 como parte de los trabajos proyectados para el nuevo reparto Miramar, al oeste de la Ciudad de La Habana, al inicio de la Quinta Avenida. Fue obra del arquitecto norteamericano John Wilson y del escultor italiano Pietro Manfredi.
    Construida en mármol blanco consta de cuatro nereidas que, a manera de cariátides, sostienen sendas valvas de ostras gigantes de las cuales cae suavemente el agua, en sus extremos inferiores se hallan dos piezas talladas que muestran el escudo nacional.
  • Fuente Luminosa. A mediados del siglo XX, durante el gobierno del doctor Ramón Grau San Martín 1944- 1948 se construyó, en la intersección de la avenida 26, la avenida de Rancho Boyeros y la Vía Blanca, una rotonda en cuyo centro se ubicó esta obra.
    Su edificación se le atribuye al arquitecto e ingeniero José San Martín, primo del presidente, que ejerció de secretario de Obras Públicas durante su gobierno.
    La fuente la conforman tres vasos circulares, construidos en piedra de cantería. Del primero parte una columna que contiene los otros dos que van disminuyendo de tamaño. Los surtidores de agua que se elevan hasta el remate de la misma, le da prestancia a la obra. Estos chorros de agua rebotan en un tope cilíndrico para después depositarse en un estanque, también de forma circular, rematado por un pequeño murete que le sirve de contenedor. Completando la obra y para darle más realce contiene en cada nivel, de abajo hacia arriba juegos de luces, rojas, verdes, azules y amarillas, las que en la caída de la noche hasta el amanecer se mantienen encendidas. Los sistemas hidráulicos (dos bombas) y eléctrico, se manipulan manualmente desde una caseta soterrada situada en la zona de cimentación.
  • Fuentes del cabaret Tropicana.
    Fuentes del cabaret Tropicana
    En la entrada del mundialmente célebre centro nocturno, al oeste de La Habana, sobresalen dos: la Fuente de las Musas y la Fuente de La Ballerina. La primera, obra del italiano Aldo Gamba y terminada en 1920, se colocó originalmente en la entrada del desaparecido Casino Nacional. En 1952 se adquirió para el Cabaret Tropicana y se halla hoy día en la entrada de autos.
    Representa un círculo de musas danzantes en el borde de la poceta, el que está realizado en mármol. La segunda está ubicada en la senda de acceso para autos de los salones Bajo las Estrellas y Arcos de Cristal, sobresale junto a las palmeras y la marquesina del Car Lobby. La Fuente de La Ballerina es una obra en mármol de la escultora cubana Rita Longa, construida en 1950, que se ha convertido en el símbolo del internacionalmente conocido cabaret.
  • Fuente de la Juventud. En agosto de 1978, como parte de las actividades por el XI Festival de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en La Habana y por primera vez en América, en la capital cubana se inauguró la referida fuente, en el centro de la plaza homónima delimitada por las calles Paseo, Primera y Malecón en el barrio de El Vedado. El proyecto para su realización se llevó a concurso; el ganador se basó en la repetición de un módulo, abstracción del símbolo de la flor del Festival.
    Se realizó por un grupo de docentes del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (ISPJAE), formado por los arquitectos Jesús Sánchez, responsable del equipo, Miriam Abreu, José Buendía, Rómulo Fernández y el diseñador Antonio Pérez. Representa el contenido del evento, el carácter alegre y desenfadado de los jóvenes, la solidaridad, el entusiasmo, y el afán de paz y amistad.
  • Fuente de la Avenida 25. Construida en 1989, está situada en la arteria que le da nombre, en las proximidades del polo científico de la ciudad, su estructura abstracta es una referencia al desarrollo de la ciencia. Los proyectistas principales fueron los ingenieros José R. Lorenzo García y Efraín Gutiérrez Cepero. Esta obra recibió mención otorgada por la Sección Provincial de Ciudad de La Habana de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) en 1989.

Fuente

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