Serafín J. García
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Serafín J. García. Considerado como uno de los más destacados exponentes de la literatura gauchesca.
Síntesis bibliográfica
Siendo sus padres Serafín García Minuano y doña Sofía Correa, fue bautizado con el nombre de Serafín José García. Su familia se trasladó a Vergara, un pequeño pueblo del mismo departamento, cuando apenas tenía cinco años de edad. Allí realizó sus estudios escolares, únicas experiencias de educación formal, ya que posteriormente tuvo una formación completamente autodidacta.
Procedía de una familia profundamente nacionalista, todos sus bisabuelos había participado en las luchas por la independencia del país y sus padres también eran fieles devotos de la tierra.
Un hecho marcó profundamente la vida del escritor: en el año 1919, cuando contaba con catorce años de edad, quedó huérfano de padre. Debido a esta circunstancia comenzó a reflexionar acerca del hombre y su destino, impregnando su posterior producción literaria con dichas reflexiones.
De origen humilde, a lo largo de su vida se desempeñó en diversos trabajos: empleado de farmacia, aprendiz de tipógrafo, ayudante de rematador público, periodista, telefonista, encargado del Archivo de la Jefatura olimareña, y Subcomisario en la Octava Sección (Santa Clara de Olimar).
Juventud
Cuando tenía 20 años ingresó en la Policía de su pueblo natal y, mientras velaba por la seguridad de sus conciudadanos escribía poemas y textos, aunque era absolutamente desconocida esta faceta. A partir de 1935 se entregó completamente a las letras, cultivando la literatura gauchesca con esmero.
Primeros pasos en la literatura
Sus primeros pasos en la literatura se dan a conocer en el año 1929, ante la publicación de su cuento Santos en la revista El Suplemento, de Buenos Aires. Pero es a partir de su obra Tacuruses, publicada en 1936, que Serafín J. García se consolida como uno de los máximos representantes de la literatura gauchesca, y como uno de los autores más leídos.
Luego de la aparición de Tacuruses, obra fundamental en la literatura latinoamericana, Serafín J. García se dedicó por entero a su vocación literaria. Integran el acervo bibliográfico de este escritor poemas, romances, cuentos, fábulas, estampas, ensayos y crónicas.
Obras destacadas
- En carne viva (1937)
- Tierra Amarga (1938)
- Burbujas (1940)
- Barro y Sol (1941)
- Asfalto (1944)
- Raíz y Ala (1949)
- Romance de Dionisio Díaz (1949)
- Las Aventuras de Juan el Zorro (1950)
- Agua Mansa (1952)
- Flechillas (1957)
- El totoral (1966)
- Piquín y Chispita (1968, galardón en el concurso de Literatura Infantil Universal “Christian Andersen” bienio 1967 - 1968)
- Leyendas y supersticiones (1968), Blanquita (1969)
- Cuentos y crónicas (1970)
- La vuelta al camino ( 1970)
- Estampas uruguayas (1971).
- Un hecho interesante es que durante los años 1957 y 1967 escribe páginas humorísticas con el seudónimo de “Simplicio Bobadilla”.
Reconocimientos
A lo largo de su vida Serafín J. García recibe importantes reconocimientos, entre los que se destacan el nombramiento que recibió en el año 1974 cuando fue designado Miembro de la Academia Nacional de Letras del Uruguay. Sin embargo, renunció a dicho cargo por motivos personales, y lo aceptará recién en el año 1983. Como recuerda César di Candia: “Don Serafín nunca había sido amigo de cenáculos literarios ni de esas peñas de halagos mutuos en las que se cuece la vanidad de algunos escritores compatriotas”
Dictó más de cien conferencias en su país, así como en Argentina, Brasil y Paraguay. Colaboró, además, con la prensa rioplatense e intervino en los cursos de verano que organizó el Instituto de Estudios Superiores.
La obra literaria de Serafín J. García ha trascendido sin dudas las fronteras de su país. Muchos de sus poemas y cuentos se encuentran incluidos en antologías nacionales y extranjeras, y varias de sus obrasse han traducido al portugués, inglés, francés, e italiano.
Fuente
- Uruguay Educa (Consultado el 24 de abril de 2018)
- Poemas del Alma (Consultado el 24 de abril de 2018)