Oración

Oración
Concepto:Unidad fundamental de comunicación del lenguaje humano; es la unidad máxima de descripción de la lengua.

Oración. La oración es una unidad del sistema de la lengua que se realiza en el habla como un enunciado específico. Se delimita y define en función de factores que la condicionan tales como modalidad, entonación, núcleo del enunciado y estructura.

Consideraciones generales

En los estudios gramaticales a lo largo de la historia, la oración ha sido definida atendiendo a criterios diversos.

  • Lógico: Se considera que la oración es la expresión verbal de un juicio, el resultado de un razonamiento en el que se predica algo acerca de un sujeto. Así dice Rafael Seco: “La oración es la expresión de un juicio. Juicio es la operación mental por la cual afirmamos una cosa de otra, relacionamos un concepto con otro concepto.” (Seco, 1962:5)
  • Psicológico: Pone de relieve cómo se forma una oración, lo que puede verse en la definición de Paul, citada por Roca Pons. “La oración gramatical simboliza el hecho de que varias representaciones se han unido y conjugado en la conciencia del que habla y constituye el instrumento para que este proceso se realice en la conciencia del que escucha. “ (Roca Pons, 1968: 124)
  • Lingüístico: Se tiene en cuenta el sentido completo (Alonso y Henríquez Ureña, 1968:124), la relación de predicación o la presencia de un verbo en forma personal, como señalan Porro y otros: “Todos los elementos que entran en relación de forma mediata o inmediata con un verbo en forma personal, constituyen con él una oración gramatical.” (Porro, 1978:14)

Asimismo, se han utilizado diferentes términos, cuya significación no es idéntica en los autores que los utilizan: proposición es denominación reservada por algunos para las oraciones subordinadas; cláusula o período aluden a una serie de oraciones relacionadas con un pensamiento fundamental; nexus se refiere a la unión de un sintagma nominal con un sintagma verbal. Finalmente, ha cobrado importancia el uso del término enunciado, que será tratado posteriormente.

En muchas de las definiciones de oración aparecen rasgos comunes para caracterizarla. Ellos son: el sentido completo, la función predicativa y la independencia sintáctica, aunque no todos se cumplen en las diversas estructuras (muchos autores consideran que las subordinadas, dado que constituyen elementos de una oración regente, no son verdaderas oraciones; o que las formas no personales del verbo, por no presentar un sujeto gramatical, tampoco lo son.) Teniendo en cuenta la diversidad de criterios, conviene precisar las características de esta unidad de comunicación, para establecer su delimitación.

La oración y el enunciado

El término oración debe tomarse en dos sentidos:

  • Como unidad gramatical: es una entidad abstracta en virtud de la cual el lingüista formula las relaciones distribucionales que se mantienen dentro de las expresiones.
  • Como expresiones formadas por segmentos de habla que pueden ponerse en correspondencia con las oraciones generadas por la gramática. Estos segmentos equivaldrían a oraciones. A partir de este criterio es posible establecer la distinción entre oración (unidad de la lengua) y enunciado (unidad del discurso).

La oración es la unidad fundamental de comunicación del lenguaje humano; es la unidad máxima de descripción de la lengua; el enunciado es la realización de la oración en el habla. En cada enunciado se concreta un modelo, y a cada modelo de oración pueden corresponder infinitos enunciados: al esquema sujeto +verbo transitivo +complemento directo, responden enunciados como: Pablo vio una película; Pablo vio volar las palomas; Pablo vio que los niños jugaban en el parque; La gallina come maíz; El cambio climático perjudica a la humanidad; etc.

El enunciado es una unidad de comunicación que no tiene una estructura constante ni una función referencial uniforme, teniendo en cuenta que toda expresión aparece en una determinada situación espacio-temporal que incluye al hablante y al oyente, las acciones que ellos realizan en el tiempo y diversos objetos y acontecimientos externos. Al respecto se plantea en la Nueva Gramática de la Lengua Española: “Existe cierto acuerdo en que las palabras, los grupos de palabras y las oraciones pueden constituir enunciados por sí solos, si se dan las condiciones formales, contextuales y discursivas apropiadas. Los enunciados no son, por tanto, necesariamente oracionales”. (RAE, 2009: 73)

La oración es una unidad del sistema que se realiza en el habla como un enunciado específico. Se delimita y define en función de factores que la condicionan: · Modalidad

· Entonación

· Núcleo del enunciado

· Estructura

A tenor de lo hasta aquí expuesto, cabe considerar la correspondencia del enunciado con el término oración psicológica, acuñado por Gili y Gaya (Gili y Gaya, 1974) y emplear la denominación oración gramatical para designar la estructura sintáctica en que se produce la relación entre el sujeto y el predicado.

Caracterización semántica, sintáctica y pragmática de la oración psicológica

  • Caracterización semántica: constituye una unidad de atención y de intención por parte del hablante. Es la menor unidad del habla con sentido completo en sí misma, en la que se aprecia, además, unidad de intención expresiva; tiene su expresión fónica en la inflexión descendente de la curva de entonación.

Según Alarcos, la secuencia de signos emitidos por el hablante, y que ha de captar el receptor, consiste en un mensaje con sentido completo y concreto dentro de la situación en que se produce. (Alarcos, 1994:255). El enunciado: La operación fue un éxito puede ser interpretado de diferentes maneras, en dependencia del contexto en que se emita (operación quirúrgica, militar, matemática, económica).

El sentido completo a que se hace referencia está relacionado con la actitud del emisor ante el hecho que enuncia: se producen actos de habla en los que se declara, se desea, se pregunta o se manda algo. Compárese: Pedro trae libros. Pedro, trae libros. ¿Pedro trae libros? La oración psicológica es una construcción lingüística que no está incluida en otra construcción mayor, por lo que tiene autonomía sintáctica. Está enmarcada entre el silencio precedente y la pausa final; en ella hay un entorno melódico y la entonación final descendente es el significante que limita su extensión: Terminó la clase; Me voy a casa; (son dos enunciados).

  • Caracterización formal: por lo general, el descenso de la entonación coincide con el punto en la lengua escrita; pero, en ocasiones se evidencia una relación semántica muy estrecha en el texto, marcada por recursos lingüísticos que determinan la prolongación de la oración psicológica más allá del punto. Pueden citarse como ejemplos estos casos:

· Cuando las expresiones separadas por punto tienen el mismo sujeto: Jesús trabaja y sueña. Anda por su isla, pero también se sale de ella en un gran barco de fuego.

· Cuando existe un pronombre, un adverbio con valor anafórico, que reproduce en la segunda oración algún elemento de la primera: Cantemos hoy, ante la tumba inolvidable, el himno de la vida. Ayer lo oí a la misma tierra, cuando venía por la tarde hosca a este pueblo fiel. (Martí, 1964, t. 4: 286)

· Cuando se repite en las oraciones gramaticales que siguen alguna palabra o sintagma ya expresado en la primera: El pensamiento lingüístico de Martí es original, precisamente por la integración de factores que logra, y por el modo en que se corresponde con sus principios filosóficos y estéticos. Esa integración de factores se endereza también al cumplimiento de un definido objeto social.

Como se puede apreciar existen dentro de una misma oración psicológica recursos cohesivos gramaticales y léxicos que posibilitan hablar de la coherencia formal o cohesión de ese segmento del texto.

En todos los ejemplos anteriores, la oración psicológica contiene más de una oración gramatical, por lo que se clasifica como compuesta, aunque algunos autores establecen una distinción entre oraciones complejas (en las que aparece la subordinación) y compuestas (existe una relación de coordinación entre las oraciones gramaticales).

Cuando la oración psicológica comprende una sola oración gramatical, es una oración simple; cuando comprende dos o más es compuesta. Ej.: //El tristón del cabo Pérez regresaba por entre las sitierías.//El sol empezaba a caer y las nubes se habían hecho azules en el poniente.// En el texto hay dos oraciones psicológicas: la primera es simple y la segunda, compuesta.

De manera que la oración psicológica compuesta ha de ser construida mediante procedimientos como la elipsis, la anáfora, la catáfora, la recurrencia, que se emplearán teniendo en cuenta el modelo de progresión temática que se adopte para la construcción del texto, todo lo cual propiciará que el mensaje que se transmite se exprese con mayor complejidad.

  • Caracterización pragmática: para analizar este punto de vista es importante tener en cuenta lo que expresan Alonso y Henríquez Ureña: “El estudio del idioma debe hacerse siempre sobre ejemplos concretos de la lengua escrita o de la oral”. (Alonso, 1968:9). Cada uno de dichos ejemplos encierra una intención del emisor, se produce en una situación comunicativa dada y transmite un mensaje de sentido cabal que provoca una respuesta subjetiva en la conciencia del hablante, mediatizada por los conocimientos sobre el tema y la aceptación de convenciones, creencias, presupuestos importantes.

De acuerdo con esto, las oraciones psicológicas pueden adoptar formas diferentes en dependencia del tipo de texto en que aparecen. En los textos coloquiales hay abundante información situacional y contextual que permite una economía de las expresiones lingüísticas; al respecto dice Roca Pons que en un café la expresión ¡Un expreso! Tiene sentido y no necesita ser completada con ninguna otra estructura lingüística para ser perfectamente comprendida.

Otro tanto ocurre en los textos publicitarios, que emplean otros recursos además de los lingüísticos para transmitir su mensaje. Según la Real Academia Española de la lengua, No a la guerra es un enunciado puesto que constituye una unidad de sentido, aunque carezca de verbo. (RAE, 2009:73)

En los textos científicos, por el contrario, habida cuenta de su función esencialmente referencial, los enunciados que se emplean están constituidos por oraciones gramaticales en las que se concreta la relación de predicación, como se ve en este ejemplo: La sublevación del pueblo español contra Napoleón, el 2 de mayo de 1808, produjo de improviso un cambio radical en la política exterior española y en el alineamiento de las potencias: los ingleses, de implacables enemigos, pasaron a ser aliados de España, los franceses, aliados del día antes, se convirtieron en enemigos mortales.

En los textos poéticos, con amplio predominio de la subjetividad y del lenguaje traslaticio, puede ser que se violente el orden informativo de los constituyentes, lo que contribuye a demostrar la exaltación que animó al poeta en el momento de concebirlos. Puede servir como ejemplo este texto martiano:


“Que como crin hirsuta de espantado

Caballo que en los troncos secos mira

Garras y dientes de tremendo lobo,


Mi destrozado verso se levanta!... (Martí, 1964, T.16:183)

En la oración psicológica, si es compuesta, se dan relaciones de cohesión entre las oraciones que la conforman, por lo que puede hablarse de una coherencia formal y es proferida en dependencia de la situación comunicativa en que se produce, la intención y finalidad comunicativas del hablante, por lo que su construcción depende del tipo de texto, o sea, de los distintos contextos de emisión.

No se puede obviar, entonces, la referencia a las oraciones gramaticales que pueden formar parte de una oración psicológica.

La oración gramatical es una unidad sintáctica en la que se establece una relación de predicación entre el sujeto que puede estar o no explícito, y el predicado.

En el enunciado La sequía es nefasta para la agricultura; puede ocasionar grandes daños a la economía del país., la primera oración gramatical contiene la relación entre el sujeto explícito (la sequía) y lo que se dice de ese sujeto, o sea, el predicado (es nefasta para la agricultura). En la segunda oración el sujeto está omitido (se recupera porque es el mismo de la primera oración) e igualmente existe la relación predicativa.

Muchos autores, entre los que se cuentan Martínez, Porro, Alcina y Blecua, Gili y Gaya, condicionan la oración gramatical a la presencia de un verbo en forma personal, que contiene en su signo morfológico el sujeto gramatical de la oración: en Venceremos, el sujeto de la oración aparece en el morfo –mos que identifica a la primera persona del plural. Cuando la situación comunicativa no permite establecer con qué ente real se relaciona la persona gramatical incluida en el verbo, se añade un sustantivo o segmento equivalente que lo especifica y aparece el sujeto explícito: Tu tarea/ eso/ el libro/que estudies/ estudiar es importante.

Se ha aducido el criterio de que las subordinadas no constituyen oraciones debido a que están incrustadas en otra oración como un elemento de ella, y, por lo tanto, carecen de independencia sintáctica. Este criterio sería aplicable también a la oración regente, como en este ejemplo: Alfredo me dijo que vendrá mañana, en el que el sentido del primer segmento Alfredo me dijo, no está completo sin el segundo. Ambos segmentos integran una oración psicológica compuesta, formada por dos oraciones gramaticales, en las cuales se produce en relación predicativa entre el sujeto (Alfredo) y los predicados (me dijo y vendrá mañana). Lo mismo ocurre si los sujetos son diferentes: Alfredo me dijo que Jorge vendrá mañana.

La anterior consideración es válida para las oraciones subordinadas con formas no personales del verbo: Habiendo llegado temprano al salón, los invitados ocuparon los primeros puestos (igual sujeto); Habiendo llegado temprano los invitados, los organizadores de la conferencia dispusieron su inicio (sujetos diferentes).

Tratamiento metodológico de la oración

La elección esmerada de los textos que se utilicen para dar tratamiento a la oración psicológica y gramatical, debe responder a los presupuestos metodológicos del enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural ya que en ellos han de identificarse estas estructuras gramaticales, según las clases de discursos de acuerdo con el contexto en que se producen, lo que obliga al empleo de diferentes estilos funcionales y de estructuras secuenciales.


El estudio de la oración asumido desde esta perspectiva, devela su complejidad derivada de su carácter interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario, debido a la naturaleza interdisciplinaria de los textos, teniendo en cuenta que todo texto resume e integra los saberes de su autor, originados por el conocimiento del mundo de las diferentes ciencias y de la cultura en general.

Por consiguiente, la clase de lengua y literatura debe convertirse en un espacio de reflexión encaminado a crear modelos formales adecuados para la explicación del empleo de un tipo u otro de oración, en dependencia del tipo de discurso, la intención y la situación comunicativas.


De ahí que, no puede abordarse el texto como una suma o agrupación de oraciones. Las formas de estudio del texto deben ser nuevas, excluyéndose la posibilidad de la expansión de los métodos tradicionales. La oración no es más que un texto en potencia, hasta tanto no se analice en un contexto determinado. Los analistas del discurso, los lingüistas discursivo-funcionales analizan más allá de la oración, estudian cómo incide una oración sobre las otras que conforman el texto, estudian cómo en el mensaje se nombra al referente mediante diferentes estructuras gramaticales. No solo abordan la sintaxis del discurso, que se ocupa de la estructura formal de las oraciones, sino que atienden a la semántica, que tiene en cuenta las relaciones entre las proposiciones de un discurso.

Para dar tratamiento a este contenido, han de tenerse en cuenta los objetivos de cada nivel y grado y, en dependencia de ello, se podrá transitar por las distintas etapas de acumulación de nociones, ampliación, profundización y fijación y asunción interna de la oración como estructura lingüística.

El estudio de la oración debe dejar sentadas las bases para el desarrollo del sintagma nominal y sus funciones, en particular, la de sujeto, así como las clases de palabras que funcionan en él. Se ha de operar con textos que posibiliten el análisis de la función comunicativa de la oración y de sus características gramaticales: textos que además de contribuir a la formación integral del estudiante por su carácter educativo, pertenezcan a diferentes estilos funcionales y diversos géneros, de modo que se trabaje con la diversidad lingüística que nos rodea; así el trabajo con textos literarios permitirá acercar al alumno a la descripción, la narración y el diálogo; otros estilos como el periodístico, el científico, el publicista y el oficial, facilitarán otras formas y estructuras de comunicación que los caracterizan.

Es de vital importancia que los textos seleccionados reúnan las condiciones que permitan ejercer una labor formativa en los estudiantes, ya sea por su valor ideológico, ético, estético, histórico, jurídico, político, entre otros.


Véase también

Oración (Gramática)

Oración compuesta

Fuentes

  • Alonso, A. y Henriquez Ureña, P. (1968). Gramática castellana. Instituto cubano del libro. La Habana.
  • Gili y Gaya, S. (1968). Curso superior de sintaxis española. La Habana. Edición Revolucionaria.
  • Porro Rodríguez, M. (1979). Sintaxis del español contemporáneo. La Habana.Editorial Libros para la educación.
  • Real Academia Española. (1985). Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid. Editorial Espasa-Calpes.
  • Roca Pons, J. (1989). Introducción a la gramática. La Habana. Edición revolucionara. 2t


This article is issued from Ecured. The text is licensed under Creative Commons - Attribution - Sharealike. Additional terms may apply for the media files.