Operación Chariot
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Operación Chariot: Realizada por los comandos británicos durante la Segunda Guerra Mundial, cuyo fin era destruir el dique seco de Saint-Nazaire, en poder de los alemanes, capaz de albergar en su interior el acorazado Tirpitz.
Desarrollo de la Operación Chariot
Breve resumen de los hechos
En los primeros meses de 1942, cuando la batalla del Atlántico se encontraba en pleno apogeo y los submarinos alemanes estaban a punto de cortar los suministros que le llegaban a la exhausta Inglaterra por vía marítima , el Alto Mando de la Marina germana estudió un plan en el que además de potenciar la construcción de sumergibles , incluía la posibilidad de que un poderoso buque de superficie iniciase una travesía por el Atlántico como ya había hecho con éxito al principio de la guerra el acorazado de bolsillo “Graf Spee”.
Dicho buque no era otro que el acorazado “Tirpitz” gemelo del “Bismarck” y que tras el hundimiento de éste el 27 de mayo de 1941 se había convertido en el más poderoso de Europa. En efecto: podía desplazar 42.900 toneladas con una velocidad máxima de 29 nudos y disponía de un armamento impresionante: ocho piezas artilleras de 380 mm en cuatro torres dobles, dos a popa y dos a proa; doce cañones de 150 mm y dieciséis de 105 mm; dieciséis cañones rápidos de 37 mm y de más de setenta de 20 mm antiaéreos, con unas dimensiones de 251 metros de largo, 36 de ancho y 10,6 metros de alto.
Tal navío necesitaba para su mantenimiento y revisiones, de unas instalaciones fuera de lo normal, y las únicas capaces de albergarlo fuera de Alemania estaban en el puerto francés de Saint-Nazaire en cuyo dique seco podía ser puesto a punto para emprender las largas operaciones proyectadas.
El peligro que representaba para los aliados y más concretamente para los ingleses la presencia en aguas francesas del navío alemán no pasó desapercibido para éstos que programaron una acción de comandos antes de que el “Tirpitz” dejase los fiordos noruegos-desde los que hostigaba, sólo con su presencia, a los convoyes de aprovisionamiento con ruta al puerto ruso de Murmansk y se dirigiese a su nueva base.
A tal fin y después de unos meses de entrenamiento, el 26 de marzo de 1942, una formación naval compuesta por una cañonera, varios torpederos, un viejo destructor-el “Campbelltown”- y catorce lanchas motoras escoltadas por dos destructores y cazas “Spifire” zarparon del puerto británico de Falmouth rumbo a su objetivo.
Plan de ataque
Los buques, con bandera alemana, entrarían en el puerto fingiendo averías; una vez allí, el “Campbelltown”, convenientemente transformado para parecerse a un torpedero alemán de la clase “Moewe” (gaviota) y cuya proa se encontraba cargada de cuatro toneladas de explosivo tritol, encallaría frente a la esclusa que cerraba el dique seco (Forme Ecluse) para hacer explosión ocho horas después , dejando así tiempo para que los comandos al mando del teniente coronel Newman pudieran destruir las diferentes obras secundarias del dique , tales como las cabinas de control de las esclusas y bombeo y los no menos importantes abrigos para submarinos que allí se encontraban.
Para facilitar la labor de estos hombres ,la R.A.F., bombardearía la noche del 27 al 28 con bombarderos “Whitley” y “Wellington” las proximidades de los objetivos.
Desarrollo del combate
Seis minutos antes de llegar a su destino, comenzaron las dificultades ya que fueron avistados por un submarino alemán (el U-539) quien señaló la posición del grupo. A pesar de ello, no fueron atacados y aprovechando una densa niebla que se extendía por todo el estuario del Loira, lograron penetrar en la desembocadura del río a las 0.30 horas del día 28. Esa misma niebla que había ayudado a los barcos, fue un obstáculo para los aviones que no pudieron arrojar las previstas bombas y cuya actitud hizo sospechar a los alemanes que temieron un lanzamiento paracaidista sobre la zona.
Sobre las 01.20 horas, un poderoso reflector iluminó al pequeño convoy en su derrota de aproximación. En seguida desde la costa, los alemanes requirieron la identidad de los buques con señales luminosas y por este mismo medio fueron respondidos y engañados comunicando que eran propios. Como entonces, las motoras aumentaron sensiblemente la velocidad, el personal de tierra abrió fuego. Eran las 01.27 horas y las defensas portuarias especialmente las famosas piezas de 88 mm barrieron con su fuego los navíos ingleses. No obstante, el “Campbelltown” logró pasar las baterías situadas en el muelle viejo y encaminarse a su objetivo, con el que chocó a las 01.34 horas, momento en el que se abrieron las válvulas del fondo del buque para inundar sus bodegas con el fin de que no se alejase de la puerta del dique atacado dada la fuerte corriente del río.
Seis minutos después de la colisión, Newman y un grupo de sus hombres que iban en la cañonera desembarcaron con la doble misión de volar la esclusa sur y la de proteger el puente girante, por el que debían retirarse la totalidad de los comandos una vez acabada su tarea de demolición.
Mientras esto sucedía, y siempre bajo una fuerte oposición enemiga, los ingleses que habían resultado ilesos a bordo del “Campbelltown”, se lanzaron al ataque para inutilizar la esclusa norte de la Forme Ecluse, así como las cabinas de control de las esclusas y bombeo del dique.
Peor suerte, tuvieron los comandos que iban embarcados en las motoras, pues aparte de que la mayoría fueron hundidas por las defensas costeras alemanas, los pocos que pusieron pie en tierra fueron ametrallados conforme se dirigían a sus objetivos.
Tras tres horas de furiosos combates, y en vista de que los objetivos secundarios no se podían conseguir, los ingleses reciben la orden de retirada y reembarque para tratar de llegar a los barcos propios que les esperaban en la costa.
De los 611 hombres que comenzaron la operación entre personal naval y comandos solamente pudieron hacerlo una veintena de éstos en dos motoras que quedaron indemnes, dejando 169 muertos y no menos de 200 prisioneros, la mayoría heridos, en poder de los alemanes. Cinco combatientes escaparon por tierra y llegaron a Inglaterra a través de España.
Sucesos después del combate
Sobre las 10.35 horas del día 28, mientras técnicos alemanes inspeccionaban el “Campbelltown” suponían éstos que había sido hundido por disparos de las baterías costeras e intentaban quitarlo del lugar donde estaba encallado, una violenta explosión sacudió el barco volando la esclusa de 170 toneladas de acero e inundando completamente el dique que quedó inutilizado.
De la misma manera, hicieron explosión dos torpedos de acción retardada que habían sido lanzados por un torpedero destrozando una de las compuertas del acceso antiguo al dique de St.Nazaire.
Los alemanes tuvieron alrededor de 300 muertos entre ellos 40 altos oficiales contando también los que cayeron en la lucha con los comandos ingleses. El dique seco, objetivo principal de la acción, sufrió tales daños que no volvió a ser utilizado por la Marina germana durante el resto de la guerra. De hecho, no fue reparado totalmente hasta la década de los 50.
Véase también
Bibliografía
- Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial. Editorial SARPE
- Enciclopedia OSPREY de la Segunda Guerra Mundial
- Así fue la Segunda Guerra Mundial. Liddell Hart. Editorial Noguer.
- Así fue la Segunda Guerra Mundial”, Anesa-Noguer-Rizzoli, 1972
- Titanes azules”, Luis de la Sierra, Editorial Juventud, S.A., Barcelona, 1978