Alvaro Menéndez Leal
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Alvaro Menéndez Leal (Santa Ana; 13 de marzo de 1931 - San Salvador; 6 de abril de 2000). Conocido como Álvaro Menen Desleal, fue un poeta, narrador, ensayista y dramaturgo salvadoreño. Autor de una obra lúcida y versátil que abarca casi todos los géneros, por la profundidad y vigor de sus piezas teatrales ha quedado adscrito a la nómina de los dramaturgos impulsores y renovadores del teatro hispanoamericano en la segunda mitad del siglo XX.
Síntesis biográfica
Formó parte de la llamada Generación Comprometida junto con Manlio Argueta, Ítalo López Vallecillos, Roque Dalton y otros. Menéndez Leal fue el creador de los noticieros televisivos en El Salvador, con el mítico programa Telediario salvadoreño. Su suerte cambiaba de gobierno a gobierno; estuvo exiliado y fue también agregado cultural de El Salvador en México y director del Teatro Nacional. Ingresó a la redacción de El Diario de Hoy (enero de 1953), rotativo en el que colaboraba desde 1950. En agosto de 1953, fue detenido y fichado en el cuartel central de la Policía Nacional, acusado de conspirar contra el régimen del teniente coronel Óscar Osorio.
Realizó una gira como boxeador por las arenas de Guatemala y las del México provincial, hasta que llegó a debutar en la Arena Metropolitana del distrito federal. De su primera estancia en este país emanó un poemario existencialista, titulado El extraño habitante (México, 3AM), iniciado en marzo de ese mismo año y publicado en San Salvador, diez años después.
Trayectoria profesional
Su temprana vocación humanística le llevó desde muy joven al cultivo de la literatura, así como al ejercicio periodístico, mediante el cual se introdujo en los principales círculos culturales salvadoreños. Sus primeros éxitos literarios los cosechó en la difícil parcela de la narrativa breve, en la que se labró un merecido prestigio merced a su participación en el Certamen Nacional de Cultura de 1962, donde fue galardonado con el segundo premio en la modalidad de cuento. Seis años después se convertiría en vencedor de este mismo certamen, pero en una modalidad totalmente ajena a su vocación literaria: el urbanismo.
Obra literaria
Su prometedora carrera en el mundo de las Letras centroamericanas recibió un impulso decisivo en 1965, cuando se alzó con el primer premio de los Juegos Florales Hispanoamericanos Conmemorativos de Quezaltenango (Guatemala), gracias a su obra teatral titulada Luz negra. Se trata de una pieza que, desde entonces, se ha representado en decenas de países y en varios idiomas desde su aparición, en 1964. Practicó el relato fantástico, en cuyo género sus libros más importantes son: La llave (San Salvador, 1960), Cuentos breves y maravillosos (Premio Nacional de Cultura 1962, publicado por la Dirección General de Publicaciones en 1963), Una cuerda de nylon y oro (Dirección General de Publicaciones, 1964), La ilustre familia androide (Argentina, 1968; Dirección de Publicaciones en Impresos, 1996), Hacer el amor en el refugio atómico (EDUCA, Costa Rica, 1974), Revolución en el país que edificó un castillo de hadas (EDUCA, Costa Rica, 1977) y El fútbol de los locos (EDUCA, Costa Rica, 1998).
De manera póstuma aparecieron sus libros Tres novelas breves y poco ejemplares y La bicicleta al pie de la muralla (teatro), ambos en 2000, en la Dirección de Publicaciones e impresos. Dejó media docena de piezas teatrales inéditas, la misma cantidad de poemarios y una novela: No digas amor ni ante un espejo. Pero los éxitos literarios de Álvaro Menéndez Leal no pararon aquí: en 1970, de regreso al género cuentístico, fue galardonado con el primer premio del prestigioso Certamen Centroamericano "Miguel Ángel Asturias", convocado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA). La obra vencedora era una recopilación de relatos que, agrupados bajo el bello título de Revolución en el país que edificó un castillo de hadas, vio la luz en San José de Costa Rica en 1971.
Certamen Nacional de Literatura
Veinte años después, Álvaro Menéndez Leal volvió a situarse a la cabeza de los autores salvadoreños galardonados en concursos literarios de prestigio, esta vez gracias a su pieza teatral titulada La bicicleta al pie de la muralla, que se alzó con el primer premio en el Certamen Nacional de Literatura convocado por la Universidad de El Salvador en 1991, para festejar su centésimo quincuagésimo aniversario. La repercusión de todos estos galardones ha convertido al escritor de Santa Ana en uno de los autores más leídos y traducidos de la literatura salvadoreña contemporánea, con una difusión internacional tan extendida que ha motivado la traducción de algunas de sus obras a lenguas tan alejadas de su ámbito geo-cultural como el inglés, el francés, el alemán, el portugués, el danés y el rumano.
Muerte
Falleció el 6 de abril de 2000 en San Salvador.